Es Tuyo, del Barrio, de Todes

Absolvieron a una mujer que mató a su pareja al defenderse

Un juez sobreseyó a una joven de 24 años por considerar que actuó en defensa propia cuando mató al padre de su hija de una puñalada en el tórax para defenderse una brutal agresión y proteger a su bebé.

Una joven de 24 años que había sido imputada luego de asesinar de un cuchillazo a su pareja, en enero y en una casa de la ciudad de Mar del Plata, fue sobreseída después de que un juez de Garantías, entendiera que la mujer actuó en defensa propia y la de su hijo  al ser agredida a golpes mientras tenía a su bebé en brazos.

La mujer estaba acusada por el homicidio de Alan Yair Salinas (26), a quien apuñaló en el tórax en la tarde del 24 de enero, en el interior de la vivienda que compartían.

El titular del Juzgado de Garantías 4, Juan Tapia, consideró que la joven se defendió tras ser agredida, y que el hecho se dio además en el “marco de violencia y sumisión tanto física como emocional” en el que ella vivía y del que Yair Salinas era responsable.

El magistrado señaló que la agresión del hombre hacia su pareja el día del homicidio “se enmarca en un accionar ilegítimo, que además resultaba ser una conducta repetitiva” de su parte, y que la imputada no tuvo intención de matarlo. Sino que se defendió con un cuchillo que tuvo a disposición en el momento.

La resolución coincidió con el pedido de la fiscal Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Mar del Plata, que estuvo al frente de la investigación, quien pidió el sobreseimiento a partir de un estudio conglobado de la totalidad de los elementos reunidos que demuestra que la joven actuó en defensa propia y de su hijo en un contexto de violencia de género.

El hecho

De acuerdo a la investigación, Salinas atacó a la mujer en una vivienda ubicada en 3 de Febrero al 9700 en la tarde del 24 de enero último, y ella se defendió con un cuchillo tipo tramontina.

El hombre sufrió una herida en el pecho y recibió atención médica tras ser trasladado por un vecino a una sala de salud cercana, pero luego fue derivado en ambulancia al Hospital Interzonal General de Agudos a causa de la lesión, donde finalmente murió.

Tras el fallecimiento, la joven fue detenida e imputada por el delito de homicidio agravado por el vínculo. Sin embargo, al ser indagada por la fiscal, aseguró que se defendió luego de que su pareja le pegara “tres piñas en la cabeza” mientras ella “tenía el bebé a upa”.

“Yo lo empujo y le digo que no me pegue más. Se acerca para volver a pegarme y manoteo lo primero que tenía cerca. Él se me abalanza y ahí yo con la mano que tengo libre atino a querer asustarlo. Nunca quise quise lastimarlo”

Según precisó en su declaración, luego de empujarlo y pedirle que dejara de pegarle, el volvió a agredirla.

“Yo lo empujo y le digo que no me pegue más. Se acerca para volver a pegarme y manoteo lo primero que tenía cerca. Él se me abalanza y ahí yo con la mano que tengo libre atino a querer asustarlo. Nunca quise quise lastimarlo”, señaló.

La mujer declaró que desde hacía mucho tiempo sufría violencia de género, y que una serie de golpes que tenía en una pierna eran de la semana anterior al homicidio, cuando él le pegó una piña y la tiró al suelo.

Testigos que declararon en la causa aseguraron que era algo normal escuchar gritos de pelea entre la pareja desde la calle, y un vecino agregó que Salinas era “hiperactivo y gritón”.

Precisamente, una tía de la joven, vecina de la casa donde ocurrió el hecho declaró que el hombre ejercía “violencia verbal sobre ella y la denigraba constantemente”. Incluso relató escenas violentas donde presenció como le “arrojaba platos”.

“Ella me decía que le dolía la muela, y yo le daba ibuprofeno, pero después me daba cuenta que era porque él le pegaba”

FRGAMENTO DE LA DECLARACIÓN DE LA TÍA

“Ella me decía que le dolía la muela, y yo le daba ibuprofeno, pero después me daba cuenta que era porque él le pegaba. Una vez me pareció que le vi algo en el cuello, pero como era invierno y ella se ponía bufandas, siempre con el bebé aúpa. Un día llegó y le dijo: dale, mové, mové, hacé la comida y después hablamos. Después le decía que era una puta mugrienta, yo lo escuchaba desde mi casa”, relató su tia. “Siempre tuve miedo de que le hiciera algo más, por eso no me metía”, concluyó en su declaración.

Los mensajes que ayudaron a comprobar la violencia

Un informe realizado por un perito en el marco de la causa determinó que en el teléfono de la imputada fueron halladas fotos “en donde se evidencian rastros de violencia física”, así como audios de ella en los que pedía ayuda llorando.

Además se analizaron una serie de mensajes intercambiados entre el hombre y la mujer que exhibían un trato autoritario de parte de él, con frases como “si yo voy y los encuentro vas a ver” o “no me hagas calentar”, y que ella había intentado en distintas ocasiones que él se mude de la casa que compartían.

Finalmente el juez señaló que la mujer “tenía buenas razones” al ser golpeada el día del hecho “para temer que ese acto de agresión se repitiera o que el desenlace del mismo fuera aún mas grave para su persona y para la de su hijo, a quien sostenía en brazos al momento del hecho”, y subrayó que “de ello se deriva la inminente necesidad de defenderse de ese ataque con lo que pudiera en ese momento”.

Con información de Télam

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