Trabajadoras despedidas advierten los impactos de la eliminación de la Línea 144
El Gobierno de la Nación despidió al 85% de las trabajadoras de la subsecretaria de Protección contra la violencia de Género. Las consecuencias son gravísimas.
“Queda usted debidamente notificado/a”, concluye el mail de despido que le llegó a más del 85 por ciento de las trabajadoras de la subsecretaria de Protección contra la Violencia de Género. El comunicado lo recibieron un grupo de trabajadoras el 28 de junio, y allí el Gobierno de la Nación les notificó que a partir del primero de julio no les renovará el contrato. Las consecuencias de la decisión están frente a los ojos de todos: es imposible garantizar la continuidad de la Línea 144, creada para acompañar a personas en situación de violencia.
«Armé todo el sistema de estadística y me echaron. Ya tengo 53 años, la subsistencia para nosotras las mujeres trans es muy complicado cuando terminamos en la calle».
Romina Guadagnini, ingeniera en telecomunicaciones y sistemas despedida de la Línea 144 Nación. pic.twitter.com/CfPP2CZLR8
— Revista Cítrica (@revistacitrica) July 1, 2024
En profundidad. “Además de llorar por las compañeras que perdieron el trabajo, lloramos por todas las personas que no van a tener acceso a informarse, que las acompañemos a salir de esas situaciones», comenta una trabajadora de la línea 144. “Yo creo que no se puede terminar de explicar la función que tenemos, pero la persona que llamó y algo movimos- a veces levantar a fiscales a las tres de la mañana- sabe, lo sabe ella y yo”, dice quien trabaja en ese lugar desde hace una década. .
En diálogo con Buenos Aires/12, señala: “Las compañeras están golpeadas, a veces están muy angustiadas. Acaban de salir corriendo de su casa con lo que tienen puesto. Hay veces donde pueden llevarse algunos de sus hijos, otras incluso tienen que salir y escapar por sus vidas. Llaman llorando completamente en crisis porque dejaron a sus hijos en la casa con el agresor, para poder salir lo más rápido posible y salvar su vida. Entonces hay que poder cuidarlas y también poder relevar la información necesaria para pensar en conjunto las mejores estrategias”. Los detalles no forman parte del morbo. Ilustran lo que acaba de perderse.
“Para nosotras es importantísima cada intervención, cada articulación. Desde la línea siempre les indicamos a las personas que se comunican dónde tienen que dirigirse, a donde las hemos derivado. Hay horarios de mucha concentración de llamadas y nunca terminamos de ser suficiente cantidad de profesionales a disposición para poder abordar toda la cantidad de llamadas que ingresan”, agrega.
En simultáneo, la gacetilla del ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, denuncia que también el Equipo interdisciplinario de la Dirección de Abordaje Integral de Casos de Femicidios, Travesticidios, Transfemicidios y Delitos contra la Integridad Sexual, queda reducido a dos trabajadoras. Esta área es clave para la reparación económica para hijos e hijas de femicidios. Y la lista de vaciamientos continúa.
La violencia en el sector tras la asunción de Javier Milei
“Los últimos meses trabajando ahí fueron muy hostiles. Desde las amenazas de bomba que recibieron las trabajadoras de la Línea 144, pasando por el nivel de violencia y agresividad que circulaba en las publicaciones de redes sociales del ministerio”, explica en diálogo con el Numeral Juana Duca, excoordinadora del equipo de comunicación.
“Comenzó a circular entre pasillos que el nuevo gobierno tenía gente revisando las redes sociales de trabajadores y la recomendación de autocuidado era poner todo en privado. Fui una de las caras más visibles en TikTok, si no la única, para compartir que lo que hacía el ministerio tenía sentido e impactaba positivamente en la sociedad. No estaba dispuesta a negar ese laburo hecho, ni a trabajar ocultando una parte de mi identidad como comunicadora comprometida políticamente”, agrega.
“La situación en la actual Subsecretaría es desoladora e indignante. Desde diciembre que los trabajadores y trabajadoras venimos reclamando por los despidos de compañerxs y el vaciamiento no solo del organismo, sino también de las políticas. Desde el cambio de gestión vivimos una serie de situaciones de incertidumbre total”, señala otra trabajadora del área. Además, explica que en diciembre fueron los primeros despidos y “en marzo, cuando acababa de asumir la ahora exsubsecretaria, hubo una nueva ola de despidos”. “Entre todas las situaciones esta es la peor”, resalta.
“Si bien quedaron unos pocos directores que se hicieron cargo de contener a los equipos, Claudia Barcia nunca se presentó como autoridad ni a dar explicaciones. Muchos compañeros y compañeras habían quedado sin tareas por el desguace de las áreas, a muchos los aislaron explícitamente de sus tareas para dejarlos expuestos como ñoquis. En este contexto, se pretende que cada uno vaya a trabajar como si nada estuviera pasando alrededor y, mientras tanto, los despidos siguen sucediendo”, concluye.
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