Fabiola Yañez rompió el silencio luego de denunciar a Alberto Fernández
La exprimera dama brindó una entrevista en donde habló de la denuncia por violencia de género contra el expresidente. Pedidos de ayuda, cuestionamientos y descubrimientos impactantes. Javier Milei le saca jugo al escándalo.
Luego de denunciar a Alberto Fernández por violencia de género, Fabiola Yañez habló en Infobae y reveló detalles de su intimidad durante los días de encierro en la Quinta de Olivos. Habló sobre la violencia física y psicológica que sufrió, las infidelidades del expresidente y las peleas constantes que mantenían, la ya célebre y denunciada penalmente “fiesta” en pandemia, y sobre pedidos de ayuda que nadie respondió entonces, acusando, sin dar nombres, a funcionarias del área de género.
“Están todos los chats y muchas personas lo saben”, aseguró sobre la violencia sufrida y expuso que el juez Ercolini “tenía apuro” por que ella radicara la denuncia.
Mientras tanto, a través de un escrito que presentó ante el juez federal Julián Ercolini su nueva abogada, Silvina Carreira, Alberto Fernández pidió que la causa por violencia salga de los tribunales Comodoro Py y pase a la justicia federal de San Isidro. Allí se tramita la causa que se abrió tras conocerse la fiesta de cumpleaños en la Quinta de Olivos en plena pandemia.
En profundidad. La entrevista tuvo lugar en un salón del hotel Emperador, donde, vestida de blanco, Yañez tomó un trago de agua antes de iniciar su relato. “Jamás hubiera querido exponerlo”, lamentó en relación a las imágenes de su rostro golpeado que han circulado. Su miedo persiste en Madrid, donde incluso teme salir de casa. “Hoy no podía salir porque pusieron inhibidores que apagaban mi auto”, explicó. Aunque desconoce quién está detrás de estas intimidaciones, anhela que la justicia tome cartas en el asunto.
A lo largo de la entrevista, Yañez detalló el sufrimiento y las violencias que vivió, así como las infidelidades y la indiferencia de quienes la rodeaban. Además, desmintió rumores sobre situación económica actual y aclaró aspectos relacionados con la paternidad de su hijo. Habló de la situación de su familia, destacando que su madre es la única que la está apoyando en España, contrariamente a lo que se ha publicado en medios de comunicación. Aseguró que está sola y no puede trabajar, mientras enfrenta rumores sobre su vida social.
Yañez reveló que la denuncia contra Fernández se desencadenó por “acoso telefónico y terrorismo psicológico”, mencionando que estuvo amenazada durante dos meses con que él se suicidaría si ella hacía algo que él desaprobaba. Esta situación afectó gravemente su salud, llevando a un descontrol de su hipertensión que requirió hospitalización en España.
Expresó su frustración por no haber tenido voz en el pasado, señalando que nadie la defendió ante las acusaciones en medios de comunicación. Afirmó que mientras cumplía con su rol como primera dama y realizaba trabajo social, estuvo sola en su lucha y no recibió apoyo de los políticos cercanos ni del Ministerio de la Mujer. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Yañez manifestó que ahora se siente más fuerte que nunca, enfatizando la importancia de estar íntegra por su hijo y recordando que ha cuidado de Alberto Fernández de muchas maneras.
Al ser consultada sobre la violencia física que sufrió, explicó que no podía dar detalles por ser parte de la causa en trámite. Confirmó, de todos modos, la autenticidad de las fotos filtradas a la prensa en las que se la ve golpeada. “Me destruí cuando vi las fotos. Yo jamás hubiese querido que saliera una foto así de mí. ¿Qué mujer se quiere ver en todos los programas de televisión y en los medios del mundo así? No entiendo cómo se filtraron los chats y que se guardaran la foto para el último momento”, relató.
Sin entrar en detalles, Yañez afirmó que los episodios de violencia comenzaron antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia y que se mantuvieron incluso mientras los dos residían en Madrid. Además, relató que hubo mayor violencia psicológica hacia ella después de las elecciones legislativas porque “me repetían todos los días” que la derrota ocurrió “por mi culpa” a raíz de que se conociera la foto de una fiesta en la Quinta de Olivos realizada durante el aislamiento decretado por la pandemia.
Sobre las infidelidades del expresidente, que aseguró que ocurrían “todo el tiempo” y contó que el video difundido lo descubrió cuando el expresidente le dio un celular a su hijo “para escuchar música”, y este al tocarlo por causalidad accedió a la galería de fotos y videos guardados.
La causa
Hasta el momento, la causa que tramita en el juzgado federal 10, a cargo del juez Julián Ercolini, el mismo que lleva la causa por los supuestos sobreprecios en la adjudicación de seguros, quedó caratulada por el delito de “lesiones leves en contexto de violencia de género”.
Ahora la querella, a cargo de la abogada Mariana Gallego, deberá decidir por qué delitos acusará a Alberto Fernández. La acusación podría elevar la calificación a lesiones graves y consecuencias psicológicas. El agravante por el vínculo podría elevar la pena máxima de este delito a cuatro años. Ya no sería excarcelable. Se podría sumar el delito de amenaza coactiva de parte de Fernández para que la ex primera dama no hiciera públicas las golpizas, de acuerdo a lo que ella relató en la entrevista.
La última acción de Ercolini fue, en la noche del viernes, el allanamiento al departamento de Puerto Madero en el que vive el expresidente, y el secuestro de todos los dispositivos que hallaron allí: dos teléfonos celulares, un iPad, 2 memorias y 22 pendrives que pasarán a ser analizados en el marco de esta causa.
Javier Milei
El gobierno, mientras tanto, no se priva de utilizar este escándalo que sirvió para desviar la atención que en un primer momento estaba puesta en la foto de los diputados libertarios con genocidas.
Javier Milei no lo desaprovechó en las redes y, además de retuitear un mensaje en el que culpabiliza a una serie de periodistas de que “ayudaron a Alberto a ocultar las golpizas e infidelidades por cuatro años” (sin prueba alguna), publicó otro mensaje de su puño y letra mezclando insólitamente el caso con el debate por el aborto.
“Pregunta para los imbéciles del centrismo ‘bienpensante’: Dado que para ustedes todo lo correcto es lo que está en el centro, pregunto: si matar está mal y respetar la vida está bien (aunque se toman una licencia poética para con el aborto) ¿las golpizas de Alberto Fernández a Fabiola Yáñez para ustedes boluprogres es el paraíso? ¿Acaso a los que nos oponemos a estos hechos espantosos nos van a volver a tildar de fascistas?”, planteó.
“Haber tildado de fascistas a quienes hemos marcado la línea en un plano moral, los hace cómplices voluntarios o involuntarios (por déficit de IQ) de los atrocidades que padecen los argentinos de bien. Nota aclaratoria: la consigna no sólo está dirigida a los políticos, sino también a los periodistas cómplices de haber defendido ideas espantosas mientras perseguían y cancelaban al que pensaba distinto”, concluyó.
PREGUNTA PARA LOS IMBÉCILES DEL CENTRISMO «BIENPENSANTE»
Dado que para Uds. todo lo correcto es lo que está en el centro, pregunto: si matar está mal y respetar la vida está bien (aunque se toman una licencia poética para con el aborto) ¿las golpizas de AF a FY para Uds…— Javier Milei (@JMilei) August 10, 2024
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