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Adorni anunció que los extranjeros deberán pagar en hospitales y universidades

El vocero justificó el anuncio afirmando que estas acciones buscan "proteger a los ciudadanos argentinos" y "cuidar las fronteras".

El Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) presentó un paquete de medidas destinadas a endurecer el régimen migratorio que incluye la imposición de aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes, la eliminación de la gratuidad en la atención médica y un endurecimiento de las condiciones para el ingreso y permanencia de extranjeros en el país. Manuel Adorni, el vocero presidencial, justificó el anuncio afirmando que estas acciones buscan “proteger a los ciudadanos argentinos” y cuidar las fronteras. Lejos de eso, los datos sugieren que estas medidas tienen más un fin político y simbólico que un impacto real en la economía del país.

Una de las medidas anunciadas este martes por el portavoz presidencial fue la implementación de aranceles a los estudiantes extranjeros que no residan en Argentina. Según Adorni, “uno de cada tres estudiantes de medicina es extranjero”, y el cobro de estos aranceles representará una fuente de financiamiento para las universidades nacionales. Sin embargo la cifra está lejos de ser precisa. Según datos oficiales, los estudiantes extranjeros representan solo el 4,1% de todos los estudiantes universitarios en el país, alcanzando el 9,9% en los posgrados. Si bien es cierto que la proporción más alta de estudiantes internacionales se encuentra en la Facultad de Medicina de la UBA, solo un 23% de los matriculados son extranjeros.

El gobierno justifica esta medida como una forma de equilibrar la carga económica que genera la educación superior, pero los datos indican que los estudiantes internacionales también contribuyen al sistema tributario a través de impuestos. Es decir, no son una carga para el país, todo lo contrario.

Además, el análisis del informe Síntesis de Información Estadísticas Universitarias 2022-2023 (una investigación que hizo el gobierno de Javier Milei, y que lleva la firma del subsecretario de Políticas Universitarias nacional, Alejandro Álvarez)  muestra que la suma total que podría aportar el cobro de estos aranceles es mínima, y no afectará significativamente el presupuesto universitario, que proviene principalmente de los aportes del conjunto de la sociedad argentina.

Eso no fue todo. El Gobierno de la Nación también anunció el fin de la gratuidad en la atención médica para extranjeros no residentes, permitiendo que las autoridades nacionales, provinciales y municipales fijen tarifas para estos servicios. Puntualmente, Manuel Adorni citó el caso de Salta, donde la reducción de la atención a extranjeros generó un ahorro fiscal de 60 millones de pesos, lo que se traduce en “mejor atención para los ciudadanos argentinos”.

Aunque este tipo de medidas puede generar ahorros fiscales a corto plazo, se demostró que los extranjeros que utilizan el sistema de salud público en Argentina contribuyen indirectamente a través de impuestos, y su eliminación no necesariamente traerá un beneficio directo para el sistema. Además, en el caso de las emergencias médicas, la atención a extranjeros sigue siendo obligatoria por ley. Por lo tanto, las medidas podrían generar más complejidad administrativa que un verdadero ahorro o mejora en la atención.

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