¿Qué es el Riesgo país y cuál es la repercusión que tiene su evolución en la economía real y la vida de la gente?
Santiago Fraschina, economista y actual director de la Licenciatura en Economía de la UNDAV, nos explicó que representa el Riesgo País y cómo repercute en la situación financiera actual.
Por Santiago Fraschina
Argentina está atravesando una delicada situación financiera que repercute en la economía real y en la vida de todos sus ciudadanos. La manifestación más palpable de ello es la suba del denominado “Riesgo País” un indicador que estuvo en el centro de la escena durante la crisis de la convertibilidad y su posterior estallido a fines del 2001. Posteriormente, durante el período kirchnerista quedó relegado a un segundo plano, para resurgir con fuerza durante el gobierno macrista. En los últimos días el Riesgo País de Argentina superó los 860 puntos básicos, (100 puntos básicos equivalen a un 1%) un máximo en el último lustro, que encendió las alarmas de todo el mundo financiero.
Pero ¿Qué es el Riesgo país y cuál es la repercusión que tiene su evolución en la economía real y la vida de la gente?
Técnicamente el Riesgo País mide la sobre tasa de interés que un país (su gobierno) debe pagar para endeudarse en el mercado financiero internacional. En economía, se entiende que los inversores financieros (el capital financiero) dirigen sus inversiones en busca de una rentabilidad (una ganancia). La tasa de ganancia (es decir, el rendimiento de la inversión) depende del riesgo de la misma: si hay una inversión que rinde más, necesariamente debe evaluarse como más riesgosa, ya que si no, todos los capitales querrían invertir en esos activos y el rendimiento bajaría (es decir, quien se endeuda podría exigir que le cobren un interés menor, ya que todos les quieren prestar, una mera cuestión de oferta y demanda).
En el mundo financiero, se entiende que la inversión más segura son los bonos del Tesoro de los EE.UU., que tienen un rendimiento del 4% anual aproximadamente. Si un país quiere tomar deuda en el mercado financiero, deberá tener en cuenta ese piso y ofrecer (es decir, le van a exigir) una tasa mayor, ya que de lo contrario los inversores invertirán en los bonos norteamericanos, los más seguros (en el sentido que paguen los intereses y el capital invertido como corresponde). Son muchas las consultoras o bancos internacionales que miden el “Riesgo país”. El más conocido, quizás, es el de JP Morgan.
Teniendo en cuenta lo señalado, que nuestro país tenga un riesgo de 860 puntos básicos significa que el mercado “le prestaría” a la Argentina a una tasa de 12,6% en dólares: los 4% de piso + la sobre tasa de 8,6% o “el riesgo país”. En definitiva, el mercado se exige esa sobre tasa porque considera que prestarle a la Argentina es muy riesgoso. Semejante nivel de tasas se considera inviable para tomar un préstamo.
Formalmente, para calcular el riesgo país, las consultoras se fijan en el precio de los bonos de la deuda emitidos por un país. Como los bonos pagan intereses periódicamente por un monto fijo, cuando los inversores temen que no se pague como corresponde (lo que es una situación de default) se desprenden de los bonos, esto hace bajar su precio y aumentar el riesgo país (ya que para obtener un determinado rendimiento debo invertir menos, por la baja del precio del bono). En síntesis, la baja del precio de los bonos, aumenta el riesgo país.
Esa es la situación que hoy está viviendo la Argentina. Los inversores internacionales desconfían de la situación del país, porque el macrismo ha sobre-endeudado las arcas públicas. Ese endeudamiento no tuvo como contrapartida aumentar las inversiones y generar una capacidad de repago, si no financiar el rojo de la cuenta corriente (balanza comercial, turismo, atesoramiento o ahorro en dólares, envió de remesas y utilidades y fuga de capitales). Tal es así que el gobierno se vio en la necesidad de recurrir al FMI para que le peste dólares (unos 54.000 millones). Si no, todo el sistema ya hubiera colapsado, porque no se hubiera podido atender toda la demanda de dólares (las reservas no son suficientes) y el salto del dólar hubiera sido de magnitud. Aún así, el mercado desconfía de la situación argentina, se desprende de sus bonos y eleva el riesgo país.
Las consecuencias para nuestra economía son importantes, más en este tipo de modelos económicos que requieren de mucho financiamiento externo para funcionar. En la práctica, con esa sobre tasa de 860 puntos el mercado le ha cerrado el financiamiento a la Argentina. Como el país necesita dólares, porque en definitiva el gobierno los desequilibrios externos y la deuda muchas veces se paga con nueva deuda, el modelo económico está entrando en una profunda crisis, con impacto en la economía real: menores inversiones, caída de la actividad económica, del ingreso y del empleo. La situación puede terminar en una nueva crisis de la deuda y del dólar, reviviendo lo peor de las crisis argentinas.
Durante el kirchnerismo, el modelo económico implementado no hacía a la Argentina tan dependiente del financiamiento externo para pagar deuda o financiar los rojos del balance de pagos. En ese contexto, el nivel de riesgo país era algo que se relativizaba en su importancia, ya que el gobierno tenía otras fuentes de financiamiento.
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