Un día del Bombero Voluntario diferente
El 2 de junio es el Día nacional del Bombero Voluntario en conmemoración de la creación del primer cuerpo de bomberos en el país. En diálogo con #ElNumeral, el Comandante en Jefe, Restucci Emilio, nos cuenta sobre las limitaciones de la cuarentena y el impacto de la actual crisis económica.
Cada dos de junio. Primero un desayuno, entre bomberos y familiares. Le sigue un acto protocolar que agrupa al cuerpo activo, a la reserva y a otras instituciones que desean participar. Las filas largas, formadas por jerarquías: desde oficiales a aspirantes. Al frente, las palabras del presidente y del jefe del cuerpo activo. Al grito del «saludo uno», se reciben abanderados y escoltas. Suena el himno, y al ritmo de una sirena que conmemora a los bomberos fallecidos, izan la bandera. El silencio y la emoción se adueñan del lugar. Por respeto, por amor, por admiración. Un nuevo grito, «rompan filas», aplausos y la ovación.
Una larga fila de camiones y autobombas del Cuartel Central de Quilmes y de los destacamentos Quilmes Oeste, Ezpeleta y la Ribera emprenden su recorrido. Comienzan por el Panteón de los bomberos en el cementerio local; continúan al monumento de bombero de la Plaza San Martín; por último, al Monumento Bombero Sanchez, mártil de la institución.
Por el aislamiento social preventivo y obligatorio nada de esto pudo ocurrir tal y como lo conocemos. Las limitaciones propias de una emergencia sanitaria impidieron a los 130 bomberos del cuerpo activo estar presentes en un mismo lugar. Lo mismo ocurrió con los 35 reservistas. Las familias no dijeron presente y el acto, a diferencia de tantos otros, fue reducido y transmitido en vivo a través de las redes oficiales de los bomberos. Solo un grupo reducido formó sobre la calle Guido para el izamiento de bandera y el toque de sirena. Aunque no sean días de fiesta, los bomberos voluntarios conmemoran su día.
El aislamiento social, entre emergencia sanitaria y economía
El día a día se transformó. Los protocolos de seguridad se acentuaron, el personal se redujo y los controles se maximizaron. ¿Qué se hace frente a una pandemia?
Emilio Restucci, Comandante en Jefe de los Bomberos de Quilmes, en diálogo con El Numeral sostuvo:
«Desde el comienzo de la pandemia restringimos la cantidad de bomberos por días y horas. El ingreso cuenta con un protocolo de limpieza, aseo y desinfección. Se limpian suelas de zapatos o zapatillas, se toma la fiebre y se anota en una planilla para tener estadísticas de las temperaturas de los bomberos. Por último se lavan las manos con jabón blanco y recién ahí se puede ingresar al cuartel. El ingreso siempre es con barbijo y tapaboca».
¿Qué cosas cambiaron en el día a día?
Se sacaron todos los elementos que se compartían como es el caso del mate. Los portones del cuartel están cerrados, está prohibido el ingreso a cualquier persona ajena al cuartel. Las unidades cuando salen tienen que volver y se hace una limpieza o sanitado del personal primero, después de la unidad y por último del material que se utilizó.
Las reuniones y capacitaciones con conjunto de personas se dejaron de hacer, se hace todo vía Zoom.
¿De qué manera se prepararon en caso de tener que actuar con infectados de coronavirus?
Desde el primer día que se decretó la pandemia empezamos a hacer charlas e interiorizarnos en el tema para saber cómo actuar con una persona que tenga coronavirus, qué materiales usar y cómo se desinfectan. Después nos empezamos a capacitar en la parte de las personas fallecidas con la enfermedad.
En cada intervención, se toman todas las precaución del caso: el personal de bomberos tiene que tener protector ocular, barbijo y guantes. Y, si es necesario, un mameluco descartable.
¿Qué medidas tomaron para afrontar la emergencia económica?
La parte económica nos perjudicó mucho. Hay materiales que usábamos en poca cantidad y hoy usamos en mucha cantidad como es el caso del alcohol, el alcohol en gel, barbijos y un desinfectante llamado «amonio cuaternario» que es para desinfectar las unidades. La compra de gafas nada más para 100 bomberos nos salió $50.000.
Todo el dinero que ingresaba por el alquiler del edificio de la calle Garibaldi, el predio con las canchas que está al lado del cuartel, el alquiler del salón que estaba comenzado a funcionar, el ingreso por los socios, no está entrando nada. El cuartel sigue teniendo el mismo movimiento que tenía desde antes de la pandemia.
Como no ingresa dinero definimos no pagar luz, agua y gas. El cuartel se sigue manteniendo con la poca plata que le quedó. El combustible hay que seguir pagándolo, no queda otra. Por ejemplo, los bomberos gastan entre $19.000 y $20.000 quincenalmente en combustible. Por el incendio de Calchaqui y 1º de Mayo se gastó $58.000. También tuvimos que comprar botas porque estaban rotas. La compra de la ropa importada salió $580.000.
Código QR solidario
Por la crisis económica que afecta a la institución, se lanzó un «código QR solidario» para que cualquier persona interesada en colaborar con los bombero, pueda depositar de $100 a $10.000 utilizando distintos tipos de pagos online. Además, hay una opción que permite colaborar con «lo que puedas».
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