Bolsonaro con miles de muertos, amenaza reprimir protestas
Coronavirus, resistencia a la cuarentena, apariciones públicas rodeado de personas, minimización, la construcción discursiva de una conspiración mundial y la idea de "una gripecita" fueron las bases de un gobierno que posición a Brasil como el tercer país con más contagios del mundo.
Las cifras crecen a diario, tanto de contagios como de muertes y recuperados. El país más grande de Latinoamerica es el epicentro de contagios en la región. En principio, por decisiones políticas y minimización de los riesgos. Después, por una construcción ideológica muy peligrosa: sobreviven los más fuertes. Continuaron las manifestaciones anticuarentena a la cabeza de Jair Bolsonaro y las reuniones masivas. Los casos crecieron tan rápidamente que hoy estamos hablando de más de 34 mil muertos por coronavirus, una cifra que asusta y preocupa.
En la misma línea de Estados Unidos, Brasil reafirmó su posicionamiento contra el confinamiento para proteger la economía. Sin embargo, Estados Unidos tuvo una caída del desempleo que alcanzó el 14,7% según el Departamento de Trabajo. La más alta desde 1930.
Según el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas en base a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) la caída de la economía de Brasil 2020/2021 será peor que un 85% de los países del mundo. La principal causa es la pandemia, la emergencia sanitaria y la inestabilidad económica. Mientras el gobierno prevé una caída del 4,7% del PIB, el FMI calcula que alcanzará al 5,3%. Según especialista, la peor caída desde 1901.
Inauguración de hospital de campaña y amenazas de represión
Después de sus largas y tendidas participaciones en movilizaciones multitudinarias que alentaban su decisión anti-cuarentena, las cifras empezar a crecer con mucha violencia. Los muertos, de a miles. El desempleo rozando al 20% y los ministros de salud huyendo de sus absurdas decisiones.
En la presentación del primer hospital de campaña en la ciudad de Aguas Lindas, en el estado de Goiás, el presidente amenazó con usar la Fuerza Nacional de Seguridad contra las protestas convocadas para el domingo por organizaciones sociales y antifacistas. Señaló a los manifestantes como terroristas y desocupados.
Sin respetar el distanciamiento social y violando toda norma, Jair Bolsonaro dio un discurso violento y represivo. «Espero que el domingo las policías de los estados hagan su debido trabajo», presionó. Le pidió a sus seguidores no salir de sus casas «para que las fuerzas de seguridad, no solo estatales, sino también las nuestras, las federales, puedan hacer su trabajo si los marginales extrapolan los límites de la ley».
La situación empeora día a día. En el marco de enfrentamientos entre fascistas y bolsonarista, el país sufre las acciones irresponsables de un presidente que se aleja de una sociedad cada vez más empobrecida.
Fuentes: Telam/Cronista/DW
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