A partir de un informe de coyuntura publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Benjamín Hopenhayn (CEDE-BH) se dieron a conocer diferentes indicadores económicos que muestran por qué la economía argentina aún se encuentra en retroceso.
Como uno de los puntos relevantes podemos ver al poder adquisitivo de las jubilaciones y AUH. Cabe destacar que si bien la mejora acumulada en el 2017, luego del aumento proyectado en septiembre del 12,94% es del 27,96%, superando a la inflación proyectada por las consultoras privadas, ésta no recupera la contracción del 5,7% del año pasado. Es decir, los dos años de gestión del gobierno actual muestran una pérdida en el poder de compra en jubilados y beneficiarios de las AUH del 4,6%.
A partir de la implementación de la Ley de Movilidad Jubilatoria, durante el gobierno anterior, el aumento en las jubilaciones siempre estuvo por encima del índice de inflación anual, salvo en el 2014 que fue superada por 1,13%. A pesar del crecimiento que mostraron en julio los sectores de la construcción y de la industria, son aún muy bajos con respecto a los últimos dos años. La única distinción que se puede observar entre ambos sectores, es que en el sector industrial se continúa con la pérdida de puestos de trabajo.
Estos números pronostican para fin de año probablemente un aumento en el PBI para balancear la pérdida del 2016 mostrando de esta manera una economía estancada, sin creación de nuevos empleos y un fuerte endeudamiento en lo que sería la primer mitad del mandato de Mauricio Macri.
Una de las promesas de campaña de Cambiemos estuvo relacionada con el impuesto a las Ganancias. Y más allá que la misma no haya sido cierta, lo concreto es que la cantidad de trabajadores que continúan pagando el impuesto hoy es similar a la cantidad que lo hacía en la última etapa del kirchnerismo.
En relación a la inflación la meta que marcó el BCRA para este año de un máximo del 17% es imposible de cumplir. Esto es resultado de diferentes factores, en primer lugar, en lo que va de los ocho meses del 2017, de acuerdo a datos del INDEC, hubo un incremento de precios del 15,4%, siendo la inflación interanual de un 23,1%. En segundo lugar, se prevé para después de las elecciones, los anunciados aumentos en combustibles, gas, luz, agua y transporte; por lo que la inflación será superior a un 22% anual.
Con respecto al desempleo, la cifra muestra una leve reducción interanual en el segundo trimestre del año en curso (8,3%) en comparación con igual periodo del año pasado, pero cabe destacar que esta mejora estadística no se da por la creación de puestos de trabajo sino que aumentó la cantidad de personas que dejaron de buscar empleo.
En lo relacionado al consumo, podemos observar la continua caída en lo que se refiere a supermercados, shoppings y ventas minorista. El consumo masivo tuvo una caída anual en el 2016 de un 4% y en lo que va del año 2017 ya lleva acumulado un retroceso de 3%.
En lo que respecta al consumo de carne, se puede estimar que actualmente aún se encuentra por debajo de los niveles registrados en el primer semestre del 2015. Asimismo, un dato importante, es la baja en el consumo de leche en el primer semestre del año, siendo ésta de un 22%.
Por últimos, el informe da cuenta de la situación financiera en la que se encuentra nuestro país. El déficit fiscal, en el último año, creció más del 40%, correspondiendo a un 3% del Producto Bruto Interno (PBI).
Al asumir la presidencia Mauricio Macri, la deuda pública en manos privadas rondaba apenas el 11% del PBI, hoy, ese porcentaje ronda el 29%. El gobierno nacional ya ha emitido en los primeros ocho meses del año 2017 deuda en moneda extranjera por 38654 millones de dólares. En el mismo período se emitió deuda de divisas en los estados provinciales y en el sector privado. La emisión total, abarcando nacional, provincial, privados, es de 47121 millones de dólares. El actual modelo económico se sustenta sólo en la voluntad del resto del mundo de continuar financiándolo. (Fuente: Observatorio de la Deuda del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala)
La fuga de capitales, a pesar de la Ley de blanqueo de capitales, ascendió, en los primeros siete meses del año a 13327 millones de dólares y en lo que va de la gestión Macri a 35782 millones.
Aún resuenan las palabras de Alfonso Prat Gay en una conferencia en EE.UU al referirse a las primeras medidas económicas implementadas por el gobierno de Cambiemos: “El trabajo sucio ya está hecho”. Devaluación, levantamiento del cepo cambiario, eliminación de las retenciones al campo, arreglos con los acreedores en conflicto con más deuda, ajuste de tarifas en los servicios públicos.
Los perjudicados son la mayoría de la sociedad, la gran masa de trabajadoras y trabajadores y el grueso de los pequeños y medianos productores y empresarios, en general, todos asociados a la capacidad de compra y venta en el mercado interno. Todos los datos de la economía muestran reducción de ventas y producción, por baja de consumo y capacidad adquisitiva de la mayoría de la población.
Según los dichos por parte de los funcionarios del gobierno, luego de las elecciones se busca profundizar estas políticas económicas que perjudican a los sectores populares de nuestro país. A esto, se suma los distintos acuerdos que se llevan a cabo desde el Ministerio de Trabajo con los sindicatos y la política represiva del Estado que ante cualquier reclamo por parte de los ciudadanos buscan disiparlo a través de la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad.
Fuente: Centro de Estudios para el Desarrollo Económico BENJAMIN HOPENHAYN www.cedebeh.com.ar
Los comentarios están cerrados.