«En Colombia las personas no están seguras cuando la policía está afuera»

Una entrevista, que se volvieron dos, después tres. Y después muchas. El miedo avasalla a Colombia, pero el compromiso social se fortalece y pide a gritos ayuda internacional. Las calles se llenan, incluso cuando el contexto promete más de un policía infiltrado y balas a mansalva.

La violencia es histórica en tierra colombiana. Las movilizaciones, desde antaño, representaron una amenaza para los gobiernos que responden a los tiros, sin muchos rodeos. Incluso, se reportó que se han cortado servicios públicos, hay bloqueos de internet y muchas personas permanecen bloqueadas.

Incluso el punto de inflexión en este contexto despertó con una reforma tributaria que beneficiaba a unos pocos. Y fue más allá: las condiciones y la atención sanitaria durante la pandemia, la militarización de las ciudades, una canasta básica acorde al salario básico, entre otras cosas.

Sobre ello hablamos con Oscar, un joven de Medellín que nos contó y mostró el lado B de lo que vemos desde Argentina.

«En Colombia la situación está cada vez peor. Históricamente la situación siempre estuvo un poco delicada por lo que hay muchas protestas. El gobierno siempre quiere implementar cosas que no benefician al pueblo en general, entonces es una lucha permanente».

¿Cómo vive la juventud, históricamente criminalizada a nivel mundial, la violencia institucional?

Los jóvenes estamos acostumbrados a cierto grado de represión. Sobre todo por parte del escuadrón antimotines o antidisturbios o Esmad, encargados de controlar las protestas.

Se supone que el armamento que tiene ese escuadrón está aprobado internacionalmente para no ser letal, pero lo usan de forma tal que lo es: apuntan a los ojos, directo a la cara. Pueden causar bastante daño y en algunos casos la muerte. Este escuadrón tiene un largo historial de violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, a los jóvenes todavía no nos había tocado vivir tal represión por parte del Estado, tal violencia.

¿Cómo se vive?

Durante la primera jornada de las marchas, las autoridades mataron a 10 manifestantes y eso nunca nos había tocado. Nos tiene realmente preocupados porque antes, en las anteriores manifestaciones, en los anteriores paros, las personas que salimos a las calles, salíamos con la posibilidad de que podemos resultar heridos. Ahora la cosa no es resultar heridos: la cosa es que nos maten o no.

Se está viviendo un cuento muy diferente.

 

 

 

¿Cuáles fueron los motivos que dio gobierno frente a esta avanzada de la fuerza de seguridad?

Después de la primera jornada de protestas, la respuesta del presidente fue que no iba a cambiar la reforma. Sin embargo, después del segundo día -lo que más conmoción ha causado- es que el ex presidente Álvaro Uribe dijo que debíamos apoyar el derecho de los soldados y los policías a utilizar sus armas para defender su integridad y los bienes.

Están dejando que la policía y los soldados disparen contra la población, contra los manifestantes. Sus dicho tuvieron efectos inmediatos. Al otro día empezaron a circular panfletos y videos de gente mostrando sus armas en sus camionetas, diciendo que todo manifestante que vieran en la calle lo iban a matar. Es muy grave.

Y es muy grave si tenemos en cuenta que esta persona está investigada por los «falsos positivos» que fueron -hasta el momento documentados- 6442 victimas. Consistió en una política de Estado donde mataban civiles para disfrazarlos de guerrilleros y mostrarlos como bajas de combate. 

El ex presidente Alvaro Uribe dijo que debíamos apoyar el derecho de los soldados y los policías a utilizar sus armas para defender su integridad y los bienes

Después de esto, durante todos los días siguientes se han visto videos que muestran como las autoridades disparan contra los manifestantes con armas de fuego, con armas de verdad. Eso fue un permiso para matar.

Ante el aumento de homicidios, la respuesta del Estado es enviar el ejército a las ciudades principales para que apoyen a la policía y a los escuadrones antimotines. Fuera de que ya estaban matando a gente por sí solos, les envían el ejercito para que tengan más poder de fuego contra las protestas.

¿Cuál es la importancia de las redes sociales?

Las redes sociales han sido de vital importancia. Por medio de las redes se han convocado las movilizaciones porque en los medios de comunicación locales nunca van a dar alguna información sobre las protestas, o sobre las reuniones sobre las rutas. Todo esto se organiza desde las redes sociales, por medio de grupos creados independientemente. Otra cosa muy importante es que las redes permiten documentar lo que pasa en las protestas gracias a las transmisiones en directo por Instagram y Facebook. Se han salvado muchas personas de que les imputen cargos falsos.

 

Uno de los mas graves fue un músico al que iban a condenar por terrorismo con la excusa de llevar unos tarros de pintura en su carro donde llevaba los instrumentos. Previamente, unos agentes infiltrados le dieron unas bolsas que no revisó. Minutos después llegan 20 policías a arrestarlo. Por suerte él estaba grabando todo eso y los compañeros también estaban grabando y se pudo ver que todo el operativo estaba montado.

También, gracias a las redes sociales se ha documentado todos los malos procedimientos, se ha documentado como los policías llegan sin identificaciones, cómo se llevan a la gente en camiones, cómo los desaparecen. Se ha documentado la violencia desmedida, cómo buscan a manifestantes que están solos, los acorralan y los golpean. También se ha grabado como disparan a matar y cómo las balas pasan cerca de los celulares donde están grabado. Las redes sociales son las que han permitido que el país muestre de verdad lo que pasa.

Según los medios de comunicación, la policía está conformada por santos, que nunca hacen nada malo y que todo lo hacen en defensa propia. La gente se está dando cuenta de que no es así.

En las manifestaciones, la primera directiva de seguridad es nunca quedarse solo. Entonces, lo único que podemos hacer para defendernos contra este abuso es mantenernos unidos. Pero la policía sabe esto, entonces cuando llegan a un plantón o a un parque donde se reúne la gente, lo primero que hacen es tirar gases lacrimógenos para dispersar a la gente. Los que se quedan en grupos pequeños son los que se quedan, son los que persiguen, desaparecen y matan. En Colombia las personas no están seguras cuando la policía está afuera.

Van más de 30 asesinatos. Más de 60 desaparecidos y más de 10 mujeres violadas por la policía. Esos son los tres mayores miedos. Van más de 800 detenciones arbitrarias, les dan por montárselos en un camión y ya, quién sabe lo que puede pasar.

 

Según el balance presentado por Temblores, una organización no gubernamental (ONG), hasta el 5 de mayo se identificaron las siguientes agresiones:

222 víctimas de violencia física.

37 víctimas de violencia homicida.

831 detenciones arbitrarias en contra de manifestantes.

312 intervenciones violentas en el marco de las protestas pacíficas.

22 víctimas de agresiones oculares.

110 casos de disparos de armas de fuego.

10 víctimas de violencia sexual