Palermo | Confirman que la víctima fue drogada
La investigación determinó que la joven y el grupo de varones no se conocían antes del hecho. Los acusados se negaron a declarar.
Investigadores confirmaron que la joven, víctima del abuso en grupo el lunes en el barrio porteño de Palermo, estaba bajo los efectos de algún tipo de estupefaciente.
“Salí del bar, me fui a tomar al colectivo y lo próximo que recuerdo es despertarme en el hospital”, declaró la joven ante la policía.
“Salí del bar, me fui a tomar al colectivo y lo próximo que recuerdo es despertarme en el hospital”
(Víctima del abuso sexual grupal en Palermo)
La joven fue la primera en declarar formalmente, y esta vez, delante del juez Marcos Fernandez. Anteriormente le habrían suministrado medicamentos correspondientes para evitar tanto infecciones de transmisión sexual como un eventual embarazo.
Tras el hecho, la fiscalia ordenó rapidamente estudios toxicológicos tanto a los seis detenidos como a la víctima. Al parecer, los acusados tenían rasguños, por lo que la fiscalía se encargará de cotejar posibles ADN.
Actualmente, la denunciante sigue muy afectada por todo lo que vivió, por lo que le fue recomendado que se abstuviera de ver medios de comunicación. Además de resguardarse de la exposición pública.
Los seis detenidos se negaron a declarar
Ángel Pascual Ramos, Tomás Domínguez, Lautaro Pasotti, Ignacio Retondo, Alexis Cuzzoni y Franco Lykan, se negaron a declarar ante el juez y el fiscal.
Cinco de ellos fueron asistidos por la defensora oficial Carolina Ocampo, mientras que el restante tiene un abogado particular y las indagatorias fueron realizadas de manera virtual.
Hasta ahora, ninguna de las defensas pidió la excarcelación de los acusados, que no tienen antecedentes penales. Acusados de abuso sexual podrían determinar prisión preventiva en los próximos 10 días.
Si bien la calificación penal la definirá el juez Fernández justamente cuando resuelva si procesa, sobresee o dicta la falta de mérito de los acusados, todo indica que terminarán imputados por «abuso sexual agravado», un delito que puede llegar a tener una pena de hasta 20 años de prisión.
Por su parte, Natalia, la panadera que llamó a la policía cuando observó lo que pasaba en el auto junto con otros vecinos, denunció haber sufrido amenazas y pidió custodia.
“Ya sabemos donde trabajan y vamos a volver, hijos de puta, los vamos a matar a todos”, fueron las frases que escuchó por parte de los atacantes mientras los detenían. Es por ello que solicitó una perimetral respecto de familiares de los arrestados.
«Cuatro jóvenes estaban con los pantalones bajos, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir. También le pegaron a un vecino que con un teléfono celular quiso registrar lo que estaba pasando. Más que nada para que exista una prueba de lo que habíamos visto. A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso», contó Natalia.
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