El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°1 de la Ciudad de Buenos Aires encontró culpable al policía de la Ciudad Adrián Otero -primer oficial de la fuerza de seguridad porteña en ser condenado por gatillo fácil-, por el asesinato de Cristian “Paragüita” Toledo, de 25 años. Otero fue condenado con reclusión perpetua por el homicidio agravado en grado de tentativa en dos ocasiones.
El condenado prestaba servicio al cuerpo de Bomberos de la Policía de la Ciudad, y la noche del 15 de julio de 2017, tras una discusión en la vía publica en el barrio de Barracas, persiguió con un coche gris a los tiros el auto en el que “Paragüita” y unos amigos – Carlos y Daniel- volvían de un baile. El joven asesinado era vecino de la villa 21-24, igual que sus amigos.
La investigación demostró que del arma de Adrián Gustavo Otero salieron ocho disparos, aunque testigos escucharon más de veinte. Una de las balas entró por el tórax de Cristian y lo mató, mientras que los demás proyectiles impactaron en diversas partes del vehículo.
Antes de la llegada de un patrullero, el ahora condenado intentó adulterar la escena del crimen para disfrazarla de intento de robo y legítima defensa, pero ya era de día y hubo muchos vecinos que se acercaron al lugar, al punto de no permitir que nada se altere.
A la sede del tribunal se movilizaron miembros de organismos de derechos humanos, familiares, vecinos, amigas y amigos de Cristian, para presenciar una sentencia con la pena máxima para castigar el gatillo fácil y la criminalización de la juventud.