En la jornada de ayer, vecinos y amigos de las victimas de la Masacre policial de San Miguel del Monte realizaron una movilización en la comuna para exigir justicia y denunciar la responsabilidad policial que causó las muertes de cuatro jovenes, Gonzalo Dominguez (14 años), Camila Lopez (13 años), Danilo Sansone (13 años), Aníbal Suarez(24 años), y las graves heridas sufridas por Rocio Guagliarello (13 años), quien lucha por su vida.
El fiscal general de La Plata, Héctor Bogliolo, confirmó que hubo disparos al vehículo que finalmente impactó contra el acoplado de un camión, y que derivó en la muerte del joven que lo manejaba y tres de los menores de los menores que lo acompañaban, en San Miguel del Monte.
En las últimas horas se conoció que los agentes involucrados en la muerte de los jóvenes fueron desafectados de la fuerza. Se trata del subcomisario Julio Franco Micucci, a cargo de la seccional, el capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Daniel Ecilape.
Los hechos
A la 1 de la madrugada del 20 de mayo, Aníbal manejaba un auto marca FIat en el que también viajaban Gonzalo, Camila, Danilo, y Rocío por la Ciudad de San Miguel del Monte, Provincia de Buenos Aires.
El vehículo manejado por Anibal circulaba por la zona de la Colectora 9 de Julio y Ruta 3, cuando desde un móvil de la Policía Bonaerense salieron disparos contra los ocupantes del auto, y luego procedió a perseguirlos.
En una maniobra desesperada, el auto impactó en el kilometro 111 contra un camión que se encontraba estacionado y generó el fallecimiento de 4 de ellos y la internación de una de las menores, quien se encuentra en estado muy crítico en el Hospital El Cruce Nestor Kirchner. El vehiculo quedo partido y sus mitades separadas a 50 metros de distancia.
Según la policía, tras un llamado al 911, los oficiales fueron en búsqueda de este auto “ya que estaría vinculado con un supuesto acto delictivo”. En las cámaras de seguridad del municipio se observa claramente como el oficial ubicado en el lugar del acompañante, saca su cuerpo por la ventanilla y dispara contra el auto.
A pesar de la existencia de cámaras, y obedeciendo al sentido de impunidad de la fuerza, el jefe de la policía lo desmintió y expresó que estaba con medio torso fuera por la ventanilla “para alumbrar con una linterna la patente del vehículo”, algo absurdo si se tiene en cuenta que el epicentro de la masacre es una zona con optima iluminación.
Las versiones de vecinos y familiares distan mucho de la de los oficiales. Aseguraron haber escuchado disparos y ya se recolectaron cuatro casquillos de proyectiles calibre nueve milímetros como los que usa la policía, que serán cotejados con las armas de los efectivos.
Los testigos que escucharon disparos denuncian hostigamiento y amenazas para que no declaren sobre lo ocurrido, al mismo tiempo que los familiares denuncian la no recolección de pruebas y la eliminación de muchas de estas.
«La policía tergiversa los hechos, habla de un seguimiento a un vehículo sin tiros cuando fue una persecución feroz», afirmó Dora Bernárdez, la abogada que asesora por el momento a las familias de Camila y Gonzalo.
La Fiscalía N° 1 de Cañuelas a cargo de la investigación solicitó la intervención de Gendarmería -fuerza colega pero no jurisdiccional- y el desplazamiento de la fuerza policial en este caso.
La intendenta de San Miguel del Monte, Sandra Mayol, no tuvo una versión del hecho que se diferencie mucho de la versión policial aunque aclaró que facilitará todo tipo de pruebas para ayudar a la investigación.
Las pericias preliminares no hallaron impactos de bala en los restos del vehículo, pero no se descarta que las balas ingresaran por los cristales o se hayan incrustado en los neumáticos, por lo cual Bernardez solicitara una pericia exhaustiva.