En el día del agricultor y la agricultora, las familias trabajadoras de la tierra levantan una vez más la bandera de la soberanía alimentaria y saludan a todas y todos los productores que dignifican su trabajo.
En un comunicado expresan su pedido: «necesitamos ser dueños y dueñas de las tierras para seguir produciendo alimentos sanos, seguros y soberanos».
«Hace ya varios años que rechazamos el modelo de producción basado en agrotóxicos y elegimos el camino de la agroecología porque queremos producir alimentos sanos y a un precio justo. Sin intermediarios, proponemos el comercio justo, el contacto directo entre quienes producen y quienes consumen», señalan.
«necesitamos ser dueños y dueñas de las tierras para seguir produciendo alimentos sanos, seguros y soberanos»
Y agregan: «ofrecemos productos agroecológicos, sin químicos ni venenos, producidos sobre suelos recuperados y fértiles». «Respetamos los ciclos de la naturaleza, que de diferentes modos está avisando que es necesario cambiar algunas prácticas que dañan nuestra casa común», detallan.
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«Sin acceso a la tierra y sin políticas públicas para el sector, además de producir en los campos debemos ocuparnos de las tareas de cuidado».
«Vemos en el modelo del agro-negocio al principal opresor y hacemos frente a las desigualdades de género con más organización», advierten en el comunicado. Y detallan: «nos formamos como promotoras de género, creamos espacios de capacitación y promovemos el conocimiento sobre nuestros derechos como mujeres trabajadoras de la tierra en nuestras asambleas y encuentros nacionales».
«Nuestros pilares son: la alimentación sana, la agroecología y la recuperación de los saberes ancestrales de las plantas medicinales.
Hacen falta políticas integrales que apunten a la redistribución de la tierra y a la ruptura de los monopolios», indican.
«Queremos también acompañamiento con políticas de subsidios y créditos, para impulsar que el sector productivo de pequeños y medianos productores tenga posibilidades de llegar a la economía formal», continúa.
«Podemos decidir qué comemos, cómo producimos ese alimento y en qué condiciones se accede al consumo de los alimentos. Somos el campo que alimenta. Solo necesitamos de políticas y leyes que nos acompañen».
Fuente: UTT