Este viernes Alberto Fernández y Cristina Fernández se realizó un acto en Tecnópolis por los 100 años de YPF. Acompañados del presidente de la empresa energética estatal, Pablo González, e integrantes del gabinete nacional, gobernadores y dirigentes del Frente de Todos.
Es la primera vez en 95 días que se los ve juntos, tras la interna que desató el acuerdo con el FMI y la ruptura en un Frente que intenta construir con algunas diferencias y dificultades. Y lo hicieron en un evento que inició a las 17hs y los tuvo como centro de atención, aunque sin ninguna disputa entre sí.
El discurso de Cristina Fernández antecedió al del mandatario. Al tomar la palabra, en primer lugar reivindicó la decisión del Estado para recuperar YPF. «De cosas como estas se trata la política. No son promesas de futuro mejor, slogan ni marketing», destacó.
«Festejamos 100 años de YPF pero, YPF había dejado de ser argentina», continuó. Y recordó a Néstor al destacar la diferencia entre privatización y desnacionalización.
«Con la privatización de YPF, las provincias argentinas pasaron a tener participación. Las petroleras, por supuesto, las que estábamos nucleadas en la OFEPI». detalló. Y señaló que cuando «se desnacionalizó YPF las provincias tuvieron que vender sus acreencias porque, si no hubieran quedado absolutamente descapitalizadas».
«Ante la adversidad, pecho, coraje y vamos a hacer algo más y mejor»
A continuación se refirió a Tecnópolis y la idea de hacer sobre Figueroa Alcorta después del bicentenario. «Estábamos super orgullosos y entonces nos abocamos a construir Tecnópolis. Pero, el entonces Jefe de la Ciudad, M M, no nos dio la autorización. ¿Qué hicimos? Esto, Tecnópolis, que todavía está presente«. Y agregó: «de esto se trata, ante la adversidad, pecho, coraje y vamos a hacer algo más y mejor«.
A ello lo explicó con un ejemplo: Yrigoyen a a espera de que se apruebe un proyecto de ley durante tres años. «La historia se construye también frente a las adversidades. Esta es la historia. Venía pensando en eso y en esta crítica permanente que hay ¿no? de que no hay una dirigencia política», agrega.
«Se impugna la política in totum, Alberto. Que no hay gente que piense en lo estructural, que está todo mal, que nunca se hizo nada», le dijo al mandatario.
A lo que le siguió la lectura de un artículo que apunta a la política como slogan. «Yo me he permitido hoy traer un pequeño videíto porque creo que algunos problemas estructurales de la Argentina los abordamos y los habíamos solucionado. Los habíamos solucionado».
«Hasta el golpe de 1976, Perón había pagado el último cachito del Fondo Monetario cuando le tocó ejercer su tercera presidencia», indicó Cristina Fernández. Quien explicó que «el gran drama comienza con la dictadura, por donde se lo mire. Desde los Derechos Humanos, desde el endeudamiento, desde el cambio de matriz de acumulación económica de la República Argentina que pasa de un modelo industrial y de trabajo a uno financiero y de especulación».
«Pero bueno, esto recibe la democracia: 45.000 millones de deuda en moneda dura, claro», explica recordando la deuda histórica que adquirió Mauricio Macri durante su gestión.
«En 12 años y medio comenzó un proceso de industrialización y los salarios crecieron 78 puntos»
Sobre su gestión y la de Néstor Kirchner indicó que «en esos 12 años y medio, en los cuales no nos endeudamos, comenzó un proceso de industrialización y de mejora de los salarios que llevó a que, de punta a punta, 2003-2015, los salarios de los argentinos crecieran 78 puntos«.
«En ese momento, llegamos también a una participación de los trabajadores en el producto bruto, del 51 por ciento sobre el 49 por ciento que remuneraba capital. No lo digo para que aplaudan, digo para que pensemos lo que hicieron», detalló.
«No pudimos solucionar el tema ni de la inflación ni de la economía bimonetaria», advirtió. «Entre el 2014, que había habido una devaluación y llegamos a un 38 por ciento de inflación, al año siguiente, en el 2015, llegamos al 26,9», agregó. Y señaló que esa reducción de 11 puntos «está medida por el macrismo en la ciudad, por el ingeniero Macri en la Ciudad de Buenos Aires».
«El que quiera gobernar la Argentina sin tensiones ni conflictos yo le recomiendo que se postule para la presidencia de Suiza pero, acá en la Argentina, salvo en los cementerios, siempre en todos lados hay tensiones», añadió.
«Con defectos, con errores, por ahí con modales que a muchos no les gustaban, nuestro espacio político en esos 12 años y medio había encontrado la forma de desendeudar a la Argentina. Recuperamos YPF y además le pagamos el corralito a la primera alianza», continuó la vicepresidenta.
A su vez, explicó el incremento de los dividendos de YPF-Repsol desde 2002, 2003 a 2011. «YPF-Repsol llegó a constituir el 50 por ciento de los dólares que se giraban al exterior como dividendos y utilidades» y agregó que también «habían triplicado la rentabilidad, triplicado las ventas pero, habían caído como indicó el presidente de YPF, las reservas, los pozos de petróleo, la exploración, la producción, todo había caído».
«Con defectos, con errores, por ahí con modales que a muchos no les gustaban, nuestro espacio político en esos 12 años y medio había encontrado la forma de desendeudar a la Argentina»
«Lo único que subió exponencialmente y por precio además, era lo que le vendían a la gente que, ahora sí, tenía poder de compra y de consumo», enfatizó.
«Recuperar la soberanía hidrocarburífera para los argentinos» fue, según explicó «una decisión dogmática, realista» y no «una decisión ideológica». «¡Mamita. La que se armó!», enfatizó. A continuación, mostró una tapa de la Nación que titulaba: “Expropiarán el 51 por ciento de YPF y España amenaza con represalias”. Y mostró otras tapas de Clarín, Tiempo Argentino, Página 12 y las distintas formas de informar la decisión del gobierno.
«¿Y por qué ponían ‘expropia, expropia, expropia’? Habíamos ganado las elecciones, la re elección, por una amplísima mayoría, solamente Perón tuvo más votos lo cual me llena de orgullo. Y Clarín comienza, entonces, a decir: “la fase expropiatoria del kirchnerismo”. Querían convencer que les íbamos a sacar todo por todo», indicó.
«Tenemos que entender que las decisiones, que responden siempre a los intereses de las grandes mayorías, encuentran muchas críticas, muchos escollos, muchas zancadillas pero, créanme, que es indescriptible la sensación y los sentimientos que uno experimenta cuando siente que ha cumplido con un deber. Y yo siento que he cumplido con el deber de devolverle a los argentinos YPF, Vaca Muerta y todo el inmenso potencial», expresó a continuación en su discurso.
«Yo digo que el futuro se construye en el presente. El futuro no se construye únicamente porque apelemos o enunciemos verbalmente “vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro”, no. Se construye todos los días», siguió. Y explicó: «tengo una gran esperanza en que Argentina se convierta en una gran productora de energía para un mundo que lo necesita».
A ello sumó que los caños para los gasoductos son de afuera. «No le estamos pidiendo ni que regalen, ni que pierdan plata. Nadie le pide a nadie regalo porque si yo fuera empresaria tampoco lo haría. Yo siempre tengo una máxima: no le pidas a los demás lo que vos no harías en lugar de esa misma persona. No falla nunca eso. Permite identificar correctamente qué comportamiento adoptar«.
«Yo siempre tengo una máxima: no le pidas a los demás lo que vos no harías en lugar de esa misma persona. No falla nunca eso. Permite identificar correctamente qué comportamiento adoptar».
«Entonces necesitamos eso para que esto no sea una apelación… yo siempre le digo (A Alberto), te dije la otra vez cuando hice un documento, que vos tenías la lapicera. Yo lo que te pido es que la uses, la uses con los que tienen que darle cosas al país. Hay que usarla», le dijo a Fernández.
«Y que la sociedad sepa, además, el esfuerzo que tenemos que hacer y que tienen que hacer porque les ha dado mucho la Argentina a muchísima gente. O no a tanta en realidad. No a tanta. De un inmenso esfuerzo, sacrificio y jugar siempre a los intereses de las grandes mayorías. Lo vi a Néstor quemar su vida en eso así que sé de qué se trata y cómo hay que hacerlo», dijo antes de concluir.
Antes de pasarle la palabra a Alberto Fernández, Cristina Fernández se refirió al Ni Una Menos.
«Toda mi solidaridad con las mujeres, las que sufren violencia física. Pero déjenme decirles que siempre, antes de la violencia física sobre las mujeres, siempre hay primero una violencia simbólica, la de la palabra», señaló. Y explicó su experiencia como «la primera Presidenta mujer de este país».
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