Pasan los días y las pruebas en contra de el futbolista de 39 años, Dani Alves, lo complican cada vez más. Según informes forenses aportados al Juzgado de Instrucción N° 15 de Barcelona, en el cuerpo de la denunciante, un lavamanos de la discoteca Sutton y en la ropa de la joven se encontró ADN con el mismo perfil genético que la muestra entregada por el brasileño.
De esta manera, la prueba pericial refuerza la versión de la agresión sexual que denunció la víctima y que reconoció el jugador, tras brindar tres versiones distintas.
Según detalló el medio español Marca, el análisis estuvo a cargo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Allí se hicieron muestras intravaginales de la víctima, se analizó la ropa y el suelo.
Asimismo, los restos que se hallaron en la discoteca se obtuvieron gracias a la rápida aplicación del protocolo contra casos de agresión sexual. Una patrulla de Mossos d’Esquadra recuperase restos de semen del suelo del baño.
Las posibilidades de la libertad provisional cada día más lejanas
El ADN puso contra las cuerdas al jugador, ya que impulsa una presunta culpabilidad. Tras brindar dos versiones en las que negó haber estado con la denunciante, en la última asumió una «felación consentida», sin embargo los cambios, las mentiras y negaciones lo hacen perder credibilidad.