La CGT rechazó la dolarización y las reformas laborales

La dirigencia sindical llevó adelante un acto en el que destacaron la importancia de la lucha gremial, criticaron a la oposición y pidieron la reducción de la jornada de trabajo.

En el estadio del club Defensores de Belgrano y ante unas 20.000 personas, la cúpula de la CGT realizó un acto por el día de los trabajadores y trabajadoras en el que sentó posición sobre la situación del país. La central presentó un documento en el que se destacaron el rechazo a las reformas laborales del macrismo y la dolarización propuesta por Milei. Además se reclamaron espacios de decisión dentro del peronismo. 

Los principales oradores fueron dos de los integrantes del Triunvirato de la CGT, Héctor Daer del gremio de Sanidad y Carlos Acuña de Estaciones de Servicio. El gran ausente fue el tercer triunviro, Pablo Moyano, que no asistió al acto por diferencias internas que arrastra desde el año pasado. El que sí estuvo fue su padre, Hugo Moyano, que fue en representación de Camioneros y participó desde el escenario. 

Otro que pegó el faltazo pero pidió disculpas por su ausencia fue el Ministro de Economía Sergio Massa, de viaje protocolar a Brasil. A través de un mensaje resaltó su «compromiso para trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación salarial» y dijo que hay «una sola clase de hombres: los que trabajan». 

“Estamos a tiempo”

Con el título “La Argentina que nos merecemos”, el texto firmado por el Consejo Directivo Nacional de la CGT dejó en clara la posición de la organización. Fue leído al inicio del acto y uno de los puntos principales fue el llamado a un gran acuerdo político, económico y social que promueva “una verdadera y permanente alianza entre la producción y el trabajo”. El subtítulo es esperanzador: “Estamos a tiempo”, aclara. 

En una obvia alusión a Javier Milei, el escrito señala que es necesaria una clase dirigente comprometida con transformar la sociedad y generar igualdad: “El desencanto con la política es terreno fértil para el surgimiento de emergentes que con mensajes antisistema pretenden capitalizar el descontento social”.Otro de los lineamientos centrales fue el reclamo hacia la interna del oficialismo. “No somos convidados de piedra, somos la resultante de un proceso histórico que aportó gobernabilidad y que nos da derecho a participar de las decisiones políticas que nuestro movimiento debe expresar”, destacaron. 

Sobre la importancia de los sindicatos, el documento aclara que “es falso e intencional decir que los convenios colectivos de trabajo son anacrónicos y estáticos”. El texto asegura que trabajadores y empresarios tienen en los convenios “un espacio de concertación sectorial que ha dado muestras de razonabilidad y evolución de las condiciones de trabajo, pero también de producción”.

 

La CGT también llamó a recuperar la cultura del trabajo, reforzando que las y los argentinos merecen más que puestos laborales “precarios, un mercado cada vez más excluyente y la mera subsistencia que les imponen los planes sociales”. Para la central, hace falta “una alternativa superadora donde el trabajo y la producción sean ejes que promuevan el progreso y las oportunidades para todos y todas”.

Contra la reforma laboral

En una clara crítica a Juntos por el Cambio, Acuña dijo que “no puede ser que el eje de la campaña sea la reforma laboral” y afirmó que quienes la proponen “no saben lo que es un convenio colectivo porque nunca trabajaron”. 

El dirigente sindical fue más allá y planteó “bajar la jornada laboral de 8 horas a 6 para que en lugar de que haya 3 puestos de trabajo pasen a ser 4″. 

Por su parte, Daer denunció que el Fondo Monetario Internacional (FMI) «no puede continuar sosteniendo metas incumplibles sobre la base del lomo de quienes trabajan».

Hacia el final, el dirigente de la Sanidad se refirió duramente al intento libertario de dolarizar el país: “Buscan empobrecernos a costilla de lo que quieren llevar adelante”. También apuntó contra «los irresponsables que solo hablan de dinamitar todo«.

Los grandes ausentes

Además del mencionado Pablo Moyano, tampoco hubo presencia de otros dirigentes sindicales cercanos al kirchnerismo. Pegaron el faltazo Abel Furlán, de la UOM y Mario Manrique de SMATA. El único que estuvo en el acto fue el bancario Sergio Palazzo, que llegó casi al final.

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