Manu Mireles es cofundadora del Bachillerato Popular Mocha Celis y también investigadora de la UBA. En sus redes sociales denunció que la última semana fue atacada dos veces en la calle y las agresiones vinieron con insulto por ser marica.
Este tipo de ataques, no son aislados. Durante el transcurso de este año, varios integrantes del colectivo denunciaron una serie de hechos violentos, que en algunos casos, terminan con la víctima herida en un hospital. Los agresores suelen ser hombres, y muchas veces son los discursos de derecha, quienes acompañados de los medios de comunicación, apuntan a incentivar el odio a la diversidad.
El ataque
El martes a la noche, Manu iba camino a su casa, ubicada en el barrio porteño de Tribunales. A dos cuadras de llegar, un hombre interrumpió su paso con un “eh, puto”. No sabe de dónde salió, pero pocos segundos después tenía la cara bañada en sangre y al agresor encima, pegándole patadas. Como pudo, salió corriendo para que dejara de golpearla y entró a su domicilio.
Este ataque no la sorprendió. Era la segunda vez en dos semanas que sufría una agresión en la calle. La primera fue en el barrio porteño de Caballito, con el mismo modus operandi, solo que esa vez un grupo de hombres le gritó, la siguió y la golpeó salvajemente.
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En diálogo con TN, la activista destacó que ambos ataques no fueron con intensión de robo, sino que el objetivo fue plenamente para descargar odio.
“En la primera oportunidad, me empezaron a seguir. Como yo no di cabida, lo que le siguió al grito fue una trompada y otra y otra. La segunda vez fue directo al ojo y había mucha sangre. Llegar así a mi casa fue muy difícil”, cuenta. En ambas situaciones, según detalla, hubo personas presentes que no intervinieron ni ayudaron.
Manu afirma que la salida nunca es la violencia y que en esas dos ocasiones decidió no responder con golpes porque no considera que ese sea el mensaje que tiene para dar. “Se resuelve con educación, con diálogo y en comunidad. Pero no podemos tolerar que sean nuestros cuerpos y vidas las que sigan siendo lastimadas”, sostuvo.
“Tener discursos de odio cuando se hace política o en los medios de comunicación tiene un impacto directo que violenta los cuerpos de las personas. No es opinión hablar de las personas LGBT y tampoco lo es que se pueda retroceder en los derechos conquistados porque termina generando violencia concreta y profunda para nuestras identidades”, dijo.
Además relató que en los últimos meses crecieron las denuncias por violencia en Mocha Celis, organización que teje por la igualdad de derechos para las personas travestis, trans y no binarias de la que es cofundadora. “Es alarmante. Ese discurso está avanzando para poder expresar su violencia y odio en el espacio público, al igual que en las redes sociales. Al trabajar en estas situaciones, sabemos que ninguna persona está exenta y que la libertad requiere responsabilidad”, aseguró.
La denuncia judicial está en proceso y Mireles está siendo asesorada tanto por el INADI como por Amnistía Internacional Argentina. Para ella, es fundamental que estos aberrantes hechos queden registrados. “La visibilidad de las personas de la comunidad LGBT hace que muchas veces esta gente redoble la apuesta. La violencia está latente y dicen que estas cosas ya no pasan, pero no es así”, concluyó.