Educación a distancia, escuela virtual o colegio en casa, los nombres son diversos pero tienen algo en común: desregular la obligatoriedad de la educación presencial porque para Javier Milei, que los niños asistan a la escuela es un gasto. Así lo plantea el proyecto de Ley Ómnibus enviado al Congreso de la Nación que propone permitir los estudios a distancia como alternativa a la presencialidad desde 4° grado del nivel primario. Esta experiencia gana cada vez más territorios en países como Estados Unidos, apoyada en grupos ultraliberales y antiderechos.
“Cuando vos tomás los casos de houseschooling, funcionan mejor porque a mucha gente no le gusta la formación que le dan en el colegio”, afirmó Javier Milei a fines de abril de 2023 en una entrevista con Radio Mitre durante su campaña electoral.
“¿Vos querés obligar a un ser humano a que haga algo? No les está yendo muy bien con la obligatoriedad porque la gente va dejando en el camino. El sistema de la obligación no funciona”, sostuvo entonces Milei, agregando que en el sistema educativo actual “estás preso del adoctrinamiento”.
Ocho meses después, las palabras aparecen traducidas en vocabulario normativo en el apartado de la famosa “Ley Ómnibus” que propone modificar el Artículo N°109 de la Ley de Educación Nacional. “Los estudios a distancia híbridos como alternativa a la educación presencial a partir del segundo ciclo del nivel primario para menores de edad, jóvenes y adultos, podrán impartirse en las distintas modalidades educativas”, dice el texto del proyecto enviado por el presidente al Congreso.
La redacción del artículo es algo confusa: mezcla educación a distancia con “híbrida” y no establece cómo se pondría en práctica la nueva modalidad. Sin embargo abre la puerta a métodos como el homeschooling a partir del cuarto grado cuando, al día de hoy, la Ley de Educación Nacional establece que sólo puede implementarse a partir de los 18 años de edad.
Milei y sus posibles negocios con empresas y plataformas virtuales
“Llevar la educación a distancia al segundo ciclo es una medida absolutamente contraria a la socialización, a la construcción de vínculos que acompañan a los chicos para toda la vida y a la relación humana que se construye en la escuela”, sostuvo en diálogo con Página12 el director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni.
“Creer que a través de un zoom puede haber algo parecido a educar a un niño de 10 años es una locura, una puerta abierta que pueda esconder algún tipo de negocios con plataformas virtuales”, agregó.
Es una medida contraria a socialización, a la construcción de vínculos que acompañarán a los niños toda la vida, a la relación humana de cercanía con maestros y con pares. No está bien. Es innecesaria, a menos que detrás asomen posibles negocios con plataformas digitales.
— Alberto Sileoni (@AlbertoSileoni) December 29, 2023
En Argentina ya existen algunas empresas que ofrecen el servicio privado de homeschooling. Los servicios, algunos locales y otros internacionales, brindan materiales de estudio, de lectura o clases virtuales, y algunos de ellos incluyen packs a elección con distintos costos. Adaptados a la legislación actual, en la mayor parte de los casos la certificación de los contenidos tiene que darse a través de una escuela pública o privada del sistema oficial: los y las niñas estudian en sus casas y luego rinden en condición de libre las materias del grado correspondiente. Un negocio que podría crecer mucho más de la mano del mandatario.
Sileoni anticipó que, de aprobarse la normativa impulsada por Javier Milei, la provincia de Buenos Aires no adherirá y consideró que “la gran mayoría de las provincias tampoco”.
Asimismo, en la misma línea, desde CTERA advirtieron que la habilitación de la educación a distancia puede significar “una descualificación de los procesos de enseñanza y de aprendizaje; y una desvalorización de la importancia que tiene la presencialidad en los espacios físicos de las escuelas”.
“Sin la garantía de una equitativa disposición y distribución de dispositivos, conectividad, recursos, tiempos y espacios adecuados, esto podría devenir en una profundización de las desigualdades y en más exclusión e injusticia social”, agregaron.
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El “homeschooling” es una práctica particularmente extendida en Estados Unidos, y aunque el porcentaje sobre la población total sigue siendo bajo, se calcula que más de cinco millones de familias eligieron esa opción para sus hijos en los últimos años. El método más utilizado es el de la “escuela sombrilla” con empresas que “certifican legalmente” los contenidos estudiados por los y las niñas. En algunos estados la certificación es obligatoria cada cierto período de meses, un año o directamente nunca.
En ese país la Home School Legal Defense Association (HSLDA) fundada en 1983, con 100 mil asociados, es una de las principales organizaciones lobbystas de la educación a distancia. Según una investigación de OpenDemocracy, la HSLDA está vinculada a las iglesias cristianas evangélicas y “se ha opuesto a los anticonceptivos, el aborto y el matrimonio igualitario”. Dirigentes de la organización, advierte OpenDemocracy, se han manifestado abiertamente a favor de los “azotes” para educar a sus hijos.
Con información de Página12