El caso de Santiago Maldonado sigue sin esclarecerse. El domingo 1 de octubre se cumple dos meses de su desaparición forzada en el marco de la represión ejercida por Gendarmería Nacional en una protesta realizada por la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen, ubicado en la provincia argentina del Chubut.
El caso sigue sin respuestas ni responsables, pese a que todo indica que hay un responsable: la gendarmería nacional. Durante estos dos meses, el proceder del juez Otranto dio que hablar por los distintos errores cometidos: El defensor oficial de Esquel, Fernando Machado pidió a Otranto la intervención de los teléfonos de los 40 gendarmes que estuvieron presentes en el operativo y no obtuvo respuesta por parte del juez. En lugar de allanar a los escuadrones de Gendarmería para buscar algún elemento, el juez eligió simplemente llevar a cabo una inspección. El defensor oficial, Fernando Machado, le pidió que secuestre los elementos que puedan servir para determinar el comportamiento de los gendarmes, antes y después del operativo pero se negó a hacerlo. Entre otros errores y tras el pedido de la familia de Santiago Maldonado, el juez Otranto fue apartado de la causa por el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia que argumentaba que el juez podía vulnerar la imparcialidad. Desde ese momento, todo fue un volver a empezar.
Los comentarios están cerrados.