Es Tuyo, del Barrio, de Todes

Sinfonía para Ana: una historia de amor, de ideales y de pasión.

Llega el fin de semana y una nueva recomendación de #ElNumeral, que para este finde tan especial también los y las voy a invitar a que vean una película muy especial. Esta vez es un film que ayer, jueves 19 de octubre, se estrenó en algunas salas de nuestro país y se llama “Sinfonía para Ana”.

¿De qué trata? Sinfonía para Ana es la historia de dos amigas, Ana e Isa, que asisten al Colegio Nacional Buenos Aires. Ana se ve enredada entre el amor de dos chicos, el debut sexual, la amistad y la militancia política en el colegio en los meses previos al Golpe de Estado de 1976, que la llevan a tomar decisiones irreversibles a sus jóvenes 15 años.

Basada en hechos reales y en la novela homónima escrita por Gaby Meik, ex estudiante y sobreviviente, la película cuenta con suma responsabilidad y sensibilidad una pequeña parte de la historia que atraviesa a los 108 estudiantes desaparecidos del Colegio Nacional Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.

 

 

El film es la ópera prima en ficción de Virna Molina y Ernesto Ardito, dos hasta entonces documentalistas reconocidos y con un gran aporte al documental histórico, político y biográfico. Algunas cosas que destacan de la película son el montaje y la fotografía que te transporta en los recuerdo de esa niña de 15 años y te introduce en su alegría y su dolor en cada momento. Y no solo en el de ella, sino en el mundo de esos jóvenes que querían nada más y nada menos cambiar el mundo y que termino siendo una generación diezmada por el horror de una época que hoy más que nunca no debemos olvidar. Y esa generación es interpretada por un elenco de actores muy jóvenes, la gran mayoría desconocidos. Lo atractivo del elenco es que los directores decidieron realizar el casting principalmente entre actores que fueran o hayan sido estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires, tanto para los protagónicos como para los extras, y con esto, dicho en palabras de los directores, “construir un puente activo de la memoria entre las dos generaciones”.

¿Por qué verla? Porque como bien escuche decir a un gran periodista, está entre las diez mejores películas del cine nacional de los últimos tiempos (cine nacional que no hay que dejar nunca de apoyar ni permitir que se deje de fomentar y financiar a las productoras más pequeñas y con menos trayectoria). Porque te emociona hasta las lágrimas. Porque es una película de esas imprescindibles para la memoria; memoria que aun hoy es necesario que sigamos ejercitando y alimentando. Porque en fin, como bien describió Virna Molina, es una historia de amor, de ideales y de pasión.

 

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