Chile: el pueblo se levanta.

Días atrás el presidente chileno Sebastián Piñera anunció un alza en el precio del metro de 800 a 830 pesos (aproximadamente unos 1,17 dólares).

Esto desató una ola de protestas en diferentes puntos del país. Ante esta situación el gobierno decretó estado de emergencia. Esto implica el despliegue de las fuerzas militares que además anunciaron toque de queda.

Miles de personas se movilizaron por las calles de Santiago de Chile y se enfrentaron con el ejército. El nivel de presión popular y de descontento hizo que el presidente se viera forzado a ceder. En la noche del sábado, informó la suspensión del aumento en el boleto del metro.

He escuchado con humildad la voz de la gente y no tendré miedo a seguir haciéndolo, pq así se construyen las democracias. He decidido suspender el alza del metro, lo q requerirá la rápida aprobación de una ley, hasta q acordemos un sistema q proteja mejor a nuestros compatriotas.

— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) 19 de octubre de 2019

El Senado aprobó en el día de hoy, por 39 votos a favor y ninguno en contra, el proyecto de ley enviado por el Gobierno que congela el alza de la tarifa del metro. Previamente la iniciativa legal fue aprobada en la Cámara de Diputados por 103 votos a favor versus 1 en contra y 1 abstención.

Sin embargo, esta marcha atrás no atenuó las movilizaciones ni la bronca de los y las chilenas.

Ciudades como Valparaíso, Concepción, Iquique y Santiago, fueron centro de grandes protestas.

«Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite, incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas, con el único propósito de producir el mayor daño posible«. Estas fueron las palabras del presidente el pasado domingo en una conferencia de prensa al hablar sobre la tensa situación nacional.

Once muertos y más de 200 heridos es el saldo que deja hasta ahora la represión llevada a cabo por el gobierno.

Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llamó a las partes a buscar un diálogo inmediato. Planteó a su vez la importancia de hacer una investigación independiente de las muertes durante los disturbios.

Las calles de Chile se llenan de camiones hidrantes y soldados, pero también de gente que no dejará que le pasen por encima, que luchará hasta el final por un país más justo