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Un año sin Úrsula Bahillo | Exigen la destitución de los jueces

Si bien el policía y femicida Matías Ezequiel Martínez ya fue condenado, la familia de la víctima reclama que se destituya a los jueces que desestimaron las denuncias de Úrsula previas al ataque.

Un 8 de febrero de 2021, Úrsula (18) fue hallada cerca de las 20:30 asesinada a puñaladas entre pastizales, ubicados a la altura del paraje Guido Spano. Precisamente a 13 kilómetros de Rojas.

El tío de Matías Ezequiel Martínez (expareja), se comunicó con el 911 porque el asesino le había confesado el crimen. Según sus declaraciones, le habría dicho textualmente que «se había mandado una cagada».

Tras el alerta, la policía acudió al lugar y encontró a Úrsula asesinada y a Martínez herido, ya que después de cometer el crimen se clavó el arma homicida en el abdomen para fingir un ataque.Trató de escapar por el campo, pero fue reducido y quedó detenido.

El 22 de febrero, dos semanas después del crimen, lo condenaron a cuatro años de prisión por el delito de «lesiones leves agravadas en el concurso con amenazas agravadas». Esta condena fue producto de una causa iniciada hacía tiempo por otra expareja. 

Finalmente en diciembre el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Junín lo sentenció a perpetua por «homicido doblemente agravado por el vínculo, por alevosía y por femicidio». 

El caso es sumamente alertante. Una vez más, el femicida es un oficial de la policía, en este caso bonaerense que ya tenía varías denuncias por parte de Úrsula, quién un mes atrás a su asesinato había obtenido una perimetral. ¿Sirvió de algo?, no, para nada.

Las denuncias eran desestimadas por la misma policía cómplice de su compañero oficial. De la misma manera que la perimetral, permitiendole al femicida violar el perímetro, acercándose a ella con total impunidad.

Los jueces no hicieron lugar a las advertencias previas por la violencia de género que sufría Úrsula por parte de su expareja.

Al cumplirse un año, familiares, amigos y vecinos realizarán una concentración en la localidad de Rojas para exigir la destitución de los magistrados que desestimaron las denuncias. 

La convocatoria será a las 19:00 en la Plaza San Martín. Ubicada frente a la Municipalidad de Rojas, a 240 kilómetros al noroeste de la provincia de Buenos Aires.

La concentración será para pedir la destitución de los jueces Marcelo Romero, subrogante del Juzgado 1 del Departamento Judicial de Mercedes, y del juez de Paz Letrado de Rojas, Luciano Callegari.

Del acto participarán los padres de la joven, Patricia Nasutti y Adolfo Bahillo, quienes estarán acompañados de amigos, vecinos y organizaciones de familiares de víctimas.

Además, a través de una petición virtual, la mamá de Úrsula lleva reunidas más de 58.000 firmas en apoyo a su reclamo de medidas urgentes por parte del Estado para evitar que casos como el de su hija se repitan.

Es fundamental que empiecen a adoptar medidas de protección reales y efectivas, acorde a las situaciones de riesgo que afrontan la víctima y sus familiares. 

Asimismo, en casos como este, se necesita una notificación de oficio a la persona denunciada con un atento seguimiento judicial.  

Por último, el estado debe asegurar en tiempo y forma los botones antipánico, y demás dispositivos electrónicos de localización, como son las tobilleras. Este caso, nos demuestra claramente, que una perimetral no alcanza.

La denuncia es fundamental si sufrís violencia de género, pero ¿qué pasa cuando del otro lado hacen lo que quieren con ella?

Desde muchos espacios con perspectiva de género que asisten a las victimas siguen insistiendo con la importancia de la denuncia.

Las victimas (quienes muchas veces temen perder su casa, sus hijos y hasta el único sostén económico que ingresa al hogar) deciden con mucho coraje acercarse a una comisaria a relatar la violencia que sufren. Muchas veces hasta respondiendo cuestionamientos sumamente innecesarios y revictimizantes para decidir si aceptan la denuncia o no.

¿Si toman la denuncia, qué pasa adentro de la comisaría? ¿Que pasa, si se desestima la denuncia como con el caso de Úrsula porque el imputado es parte de la fuerza? ¿Y si es parte de poder judicial?.

Después de revisar este tipo de casos, es preocupante que la única herramienta que tenemos para sobrevivir a la violencia de género, sea manipulada impunemente. Nuestras vidas importan y este tipo de maniobras no tiene que tener más lugar.

 

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