Playa lésbica en pleno centro porteño para reclamar y visibilizar
La concentración se llevó a cabo frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires para denunciar la violencia, criminalización y el lesbo-odio constante.
En el marco del Día de la Visibilidad Lésbica, y en memoria de Natalia “Pepa” Gaitán, asesinada en el 2010 por el padrastro de su novia en Córdoba, las disidencias se reunieron frente a la casa de la Provincia de Buenos Aires (Callao 237) para instalar una “playa de lesbos”.
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“Nos agitamos y revolvemos como las olas para exigir la absolución para Pierina. Para preguntar incansablemente dónde está Tehuel. Queremos respuestas: basta de perseguir a las disidencias sexuales. La playa de lesbos la construimos entre todes”, escribieron en la convocatoria previa, donde además recordaban los elementos que no podían faltar: lona, tu reposera, heladerita, ojotas y trikini.
“Súmate a la playita del goce y la lucha colectiva para seguir gritando, como todos los 7M, ¡VIVA LA PEPA!”, concluyeron.
Cerca de las 18:00, la calle se encontraba totalmente cortada. De un lado de la avenida, taxistas, colectivos, vecinos y patrulleros indignados por tener que desviarse. Del otro lado, más de 200 identidades lésbicas organizadas reclamando.
Entre besos, reposeras, lonas y olas de cartulina, las consignas que se repetían una y otra vez eran dos. Absolución para Pierina y aparición con vida de Tehuel de la Torre.
“Lloren fachos lloren”
“Hoy 7 de marzo, día de visibilidad de las existencias lésbicas, volvemos a encontrarnos en las calles, como nos gusta, como creemos que es necesario, para resistir a este cis-tema que detestamos y que nos detesta. Detestamos las sequías y los incendios intencionales, detestamos el desmonte con la complicidad de los gobiernos de turno, Quienes saquean nuestros territorios, criminalizan y desaparecen a nuestros pueblos originarios. Frente a las sequías, traemos agua para mojar. Frente al desmonte, nos montamos y recreamos el monte-cuerpo de nuestras existencias rebeldes y gozosas. Transformamos el cemento y los edificios en arena y mar, con la fuerza indómita de nuestra imaginación; con la potencia de nuestras genealogías de lucha y con la urgencia de enfrentarnos al fascismo colectivamente”, comenzaron a leer en un comunicado de apertura.
“Un día como hoy, pero de 2010, la Pepa Gaitán fue víctima de lesbo-odio. La Pepa, lesbiana, chonga, de la periferia de la ciudad de Córdoba fue asesinada por el heterocispatriarcado. En manos del padrastro de su novia. Desde aquel día cientos y cientos de lesbianxs honraron su nombre, su existencia, su chongués y sus lesbiandad. Con lucha, encuentro, goce y movilización. Y así lo seguimos haciendo hoy. En este mismo momento en diferentes territorios, y de maneras distintas hacemos de la calle nuestro campo de batalla; de memoria y de re-creación de un mundo que nos hiere y nos duele”, continuaron.
“Estamos aquí en la casa de la provincia de Buenos Aires para seguir exigiendo la aparición con vida de Tehuel de la Torre, varón trans del conurbano bonaerense, que salió hace dos años en busca de trabajo y fue desaparecido. Estamos aquí también, porque en Necochea, la justicia y el estado persiguen y hostigan a Pierina, activista lesbiana de los DDHH, acusada de haber pintando un mural preguntando ¿Dónde está Tehuel?”, concluyeron mientras en unísono todas las personas presenten cantaban: ¿Dónde está Tehuel? Desaparecido el Estado es responsable.
“Los territorios que ansiamos y deseamos son los territorios para vivir, por eso les lesbianas nos mojamos en los humedales y con las corrientes de los ríos. Queremos navegar, disfrutar y soñar entre la tierra barrosa, en complicidad con el flujo del agua y sin hidrovías que saquean nuestras vidas y nuestros alimentos. Nuestro deseo de libertad sexual convive en armonía con los montes, montañas, humedales y mares, en una resistencia anfibia contra las lógicas del capital”, sostuvieron.
“Resistimos y gozamos”
“Sabemos que la derecha neofascista avanza por todos los frentes, nos atenazan sus discursos de odio y sus prácticas que sistemáticamente nos violentan. El poder judicial, el poder mediático concentrado y las políticas que sostienen y aprietan esta tenaza se consolidan en un escenario que recrudece el punitivismo y la persecución. Sabemos que lo que proponen como un “remedio” es en realidad el ejercicio de una moral sexual conservadora que ahoga nuestras existencias y que quiere acallar todas las diferencias. Contra ese remedio, les lesbianas resistimos y gozamos”, agregaron.
“Tenemos una historia que nos atraviesa, que nos da energía y nos impulsa a plantarnos contra los avances fascistas. Llevamos en nuestros brazos la lucha de Ali Caf para que reconozcan el derecho de todas las personas LGBT a una vejez en condiciones de cuidado”, resaltaron.
“Nos alimenta la potencia de la lucha por la absolución de Higui, porque reivindicamos la autodefensa y exigimos vidas libres de violencias para todxs nosotrxs. Nos enredamos en toda la historia del activismo lésbico, en todas esas personas que tradujeron, escribieron, militaron, marcharon y construyeron día a día la posibilidad de otras existencias que desborden los límites de la cis-heterosexualidad, que sirvieron como puertas para desbordar también las marcas de la identidad. Somos lesbianas, desbordadxs y desbordantes. Nos hacemos eco de Wittig cuando afirmamos que lxs lesbianas No somos mujeres, somos una posibilidad constante, un continuum, una fuga que siempre es punto de partida y no de llegada”, agregaron.
Lesbianismo sin exclusión ni biologicismo
“Desde el momento uno que llegue al lugar me sentí cómoda y segura por la presencia de personas trans y no binaries. Eso me da la pauta de que un espacio no es excluyente y que puedo permanecer tranquila ahí con mi novia y amigues sabiendo que nadie les va a hacer sentir mal”, sostuvo Marius, en dialogo con el medio.
“Es importante estar acá, en primer lugar porque estamos hablando de un crimen de odio. Nunca tenemos que dejar de nombrar a la Pepa Gaitán para que todes conozcan su historia. Para acallar las voces de quienes dicen que ya estamos bien, que se logró mucho y que nuestro colectivo exagera en sus reclamos. Nos siguen matando por nuestras identidades sexogenericas y no lo podemos callar”, agregó.
“Yo soy una mujer abiertamente bisexual en pareja con una mujer trans lesbiana desde hace 4 años. Una de las luchas cotidianas que tenemos que enfrentar es recordarle a les demás que existimos. El borramiento a nuestro vínculo existe. Incluso dentro de espacios LGTB dónde ya tendría que ser asimilado que una mujer cis y una mujer trans pueden tener una relación sexoafectiva. Pero no, todo el tiempo se nos nombra como amigas y llueven las caras de sorpresa cuando decimos que somos novias. Si eso no es invisibilizacion, no sé que lo es”, concluyó.
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