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De la reglamentación a la práctica: ¿Qué pasa con la Ley Nacional de Talles?

A dos años de la reglamentación de la ley 27.521, conocida como Ley Nacional de Talles, miles de personas siguen sin poder encontrar ropa de su talle, uno de los derechos humanos fundamentales. Hablamos con Brenda Mato sobre cómo seguir dando esta batalla y qué es lo que frena su real aplicación

La Ley Nacional de Talles se sancionó en noviembre de 2019 y se reglamentó el 9 de junio del 2021. Sin embargo su aplicación se encuentra absolutamente bloqueada y los respuestas por parte de los responsables parecerían nunca llegar.

La normativa busca realizar un Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI) mediante un estudio antropométrico a cargo del INTI, para luego entregar los resultados a un Consejo Técnico Consultivo, quienes trabajarán para realizar una tabla de talles, a la cual quienes fabriquen, comercialicen o importen indumentaria van a tener que adaptarse.

Asimismo, la reglamentación exige quienes comercialicen indumentaria exhiban e informen de manera cierta, clara y detallada la tabla de medidas corporales normalizadas establecida por el SUNITI, tanto en sus establecimientos comerciales físicos, como en operaciones fuera de los establecimientos comerciales, a distancia y por medios electrónicos.

Desde el momento en el que se publica la resolución, el INTI tenía un plazo de 240 días para finalizar la última etapa del estudio y entregarlo a las autoridades competentes.

El 27 de julio de 2021 en la ciudad de La Plata se inició el último tramo del Estudio Antropométrico Argentino (EAAr). A partir de ese momento comenzó el análisis de los datos obtenidos.

Para agosto del año pasado se notificó que el mismo estaba listo para ser entregado y empezar a trabajar con la tabla de talles, pero esa última etapa nunca llegó.

Entonces, ¿Qué pasa con la Ley de Talles Nacional?

En diálogo con El Numeral, la modelo y activista Brenda Mato, resalta que a dos años de su reglamentación quienes vienen trabajando para en la ley desde su inicio no tienen ninguna respuesta institucional real de por qué los resultados no se presentan.

“Me encantaría saber por qué se encuentra frenada, porque por lo menos tendría una razón y una búsqueda en pos de solucionar el problema, pero las respuestas son múltiples. Todas las personas con las que hablo me prometen que la ley va a salir, pero después no sale. Entiendo que es un año políticamente complejo y que siempre hay cosas más urgentes, pero la ley de talles tiene todo lo listo para empezar a funcionar. Al no ser un tema que esté en auge en este momento, se lo deja pasar”, sostiene.

Y agrega: “A dos años, no sabemos por qué si se ha convocado a las partes que conforman el consejo consultivo, el mismo aún no está confirmado ni funcionando”.

“Este viernes vamos a presentar un pedido de información pública ante la Subsecretaría de Comercio Interior de la Secretaría de Desarrollo Productivo para conocer el estado actual real de la ley y seguir exigiendo su implementación. En redes sociales compartiremos bajo el hashtag #ImplementaciónLeyDeTallesYA información para quienes quieran sumarse puedan hacerlo desde sus dispositivos”, explica.

“Necesitamos el apoyo de todas las personas para que esto llegue a las autoridades y se pueda seguir trabajando”, enfatiza.

La importancia de involucrarse

Respecto a la importancia que tiene para el colectivo el compromiso social, sobre todo para presionar que una normativa como ésta se aplique, la activista recuerda que “los derechos no solo que conquistan sino que se protegen”.

“Es importante hacernos cargo de nuestro rol como ciudadanos, con derechos y obligaciones. La política no sólo la hacen los políticos de profesión. La políticas son cosas que decidimos todos los días y que impactan en nosotros. Salir a exigir lo que nos merecemos es primordial para mejorar nuestra calidad de vida. Sobre todo, no dejar las decisiones sobre nuestra vida en las manos de otros”, sostiene.

Por otro lado, en relación a la frustración, no solo trabajando tanto en una ley que cuesta tanto aplicar, sino también en la cotidianidad a la hora de no conseguir una prenda de ropa acorde, Brenda Mato sostiene: “es importante entender que no somos nosotros, ni nuestro cuerpo el problema o lo que tiene que cambiar”.

“Tenemos que unirnos, reclamar, levantar la voz a pesar de cuánta llegada tengamos. Nuestra voz es igual de importante. Recordemos que no estamos pidiendo que nos pongan una alfombra de oro cada vez que caminamos. Estamos pidiendo poder acceder a un derecho básico como es la vestimenta”.

El acceso a la indumentaria como un derecho vulnerado

El derecho a la indumentaria está declarado como derecho humano fundamental reconocido en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, es un derecho vulnerado para muchas personas en nuestro país.

Según la última encuesta realizada por la ONG AnyBody Argentina, 6 de cada 10 personas expresan tener dificultades, siempre o frecuentemente, para encontrar ropa de su talle independientemente de su tamaño, género y edad.

Asimismo, el 55% de las personas encuestadas responde que no encontrar prendas en su talle les lleva a cuestionar su cuerpo. Incluso, algunas personas, manifestaron abstenerse de comer, tener atracones, vomitar, hacer ejercicio excesivo o ponerse a dieta para bajar de peso luego de atravesar una situación donde no encontraron ropa en su talle.

Recordemos también que Argentina es el segundo país con mayor cantidad de casos de TCA. Por lo tanto, la falta de implementación de la Ley de Talles Nacional perjudica la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.

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