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Juguete nuevo para la colección de Bullrich: la Policía incorpora pistolas de aire comprimido

Se trata de las pistolas Byrna, armas de aire comprimido que lanzan postas de goma cargadas con distintas sustancias. No son armas de fuego pero lastiman. Las usarán la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

A pesar de que “no hay plata”, como repite sin parar el presidente Javier Milei, al Ministerio de Seguridad parece sobrarle bastante presupuesto. La ministra Patricia Bullrich decidió comprar un nuevo armamento para ser utilizado en protestas y procedimientos de detención. Se trata de pistolas de aire comprimido supuestamente “no letales” que lanzan postas cargadas con gas y apuntar a inmovilizar y aturdir a sus víctimas.

En profundidad. El nuevo juguete de la ministra será destinado (por ahora) sólo al personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que previene, detiene y reprime en aeropuertos y zonas circundantes. Se trata de las pistolas Byrna, armas de aire comprimido que lanzan postas de goma cargadas con distintas sustancias. Según sus fabricantes, pueden utilizarse para tareas de prevención y tienen un alcance de 20 metros aproximadamente.

Las indicaciones dicen que implican un riesgo menor en comparación con las cuestionadas Taser, las pistolas eléctricas que también incorporó la administración de Patricia Bullrich.

A pesar de que las Byrna no son un arma de fuego, lastiman. Son similares a las que se utilizan en los juegos de paintball que disparan balas de pintura, pero con la diferencia clave que las que compró la ministra de Javier Milei pueden utilizarse con municiones que sí hacen daño.

Se cargan con postas de goma con gas pimienta en su interior, que al ser disparadas contra una persona la inmoviliza produciéndole irritación, alterándole la capacidad respiratoria y otros efectos nocivos que duran, aproximadamente, media hora.

El mecanismo de disparo es con aire comprimido. Es decir, las municiones son lanzadas por un disparo posibilitado por un cartucho descartable de gas CO2 (dióxido de carbono).

En cuanto al gasto, la tecnología requiere un alto costo de mantenimiento. En el mercado, el precio de cada tanque de dióxido de carbono cuesta aproximadamente 40 mil pesos y dura 60 disparos. El mismo valor tiene el costo de solo cinco cartuchos de gas pimienta.

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