Es Tuyo, del Barrio, de Todes

Murió una mujer trans migrante en situación de calle

Era ecuatoriana, estaba frente al Hospital Muñiz y tenía turno para iniciar el trámite para solicitar el subsidio habitacional. En simultáneo, Kravetz aseguró que "la cabeza" de las personas en situación de calle es "distinta al resto de ciudadanos".

Murieron cinco personas en situación de calle en las últimas dos semanas. Las muertes se registraron en la Ciudad de Buenos Aires: el distrito más rico del país, y en medio de una violenta ola polar que desde hace más de 10 años no se vivía. Según señaló la secretaria general de AMMAR, Georgina Orellano, esta última muerte es distinta a las anteriores, se trata de mujer trans y migrante que frente a la desidia estatal estaba intentando tramitar un subsidio habitacional. 

En profundidad. El acta que nos entregó la policía dice que falleció este 15 de julio y que la encontraron al mediodía en la plaza que está frente al Hospital Muníz”, señaló Orellano en diálogo con El Grito del Sur. La plaza a la que refiere  se encuentra frente al Hospital de Infecciosas “Francisco Javier Muñiz”, en el barrio de Parque Patricios, a apenas 10 cuadras de donde se asienta la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Según relató Georgina, Clarita trabajaba ejerciendo el trabajo sexual y esta situación fue la que le facilitó el acercamiento a AMMAR. “Ella tenía su salud muy deteriorada, ya estaba en situación de calle y había estado internada en el hospital Ramos Mejía”, agregó y explicó que, por no tener documentos, se le hacía muy difícil hacer trámites para lograr una asistencia legal.

No es el primer caso. Dos de los otros cuatro fallecidos, uno en Once y otro en la entrada de la Villa 31, en Retiro, fueron encontrados sin vida y sin documentos.

Según pudo saber el Grito del Sur, al momento de encontrar el cuerpo de Clarita fueron hallados también una serie de turnos que le permitirían realizar el trámite habitacional. Su familia, que vive aún en Ecuador, ya fue informada sobre la situación y comenzó a resolver los trámites necesarios para el velatorio. Orellano y su organización pusieron a disposición su local en Constitución para darle el último adiós.

“Tenemos varias compañeras en la misma situación. Antes vivían en hoteles pero hoy la habitación más económica es de 170 mil al mes”, concluyó la referente sindical

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, desde la llegada de Jorge Macri, intensificó sus operativos para personas en situación de calle. Los mismos fueron fuertemente criticados por organizaciones y vecinos ya que denunciaron que les roban las cosas a las personas y no dan respuestas habitacionales. El resultado: cinco muertes.

El director de la Asociación Civil Proyecto 7, Horacio Ávila, que trabaja sobre esta problemática había advertido que Jorge Macri “tiene como un ensañamiento con las personas en situación de calle”.

“Creemos que están creando un enemigo imaginario, socialmente hablando: es el sucio, el que da mala imagen, el que molesta, el que jode, el delincuente, como dijo Kravetz, que el 50% de las personas en situación de calle son delincuentes. Crear este enemigo imaginario es el que los habilita a todo tipo de acción represiva, discriminatoria y violenta”, sostuvo.

La advertencia de Ávila fue confirmada por las declaraciones que dio hoy el secretario de seguridad de la Ciudad, Diego Kravetz. El funcionario porteño confirmó que “hay muchísima gente en situación de calle en la ciudad”. Precisamente, más de 4.500 personas en situación de calle.

“En la Ciudad, hay un tema convivencial en donde tratamos de darle una vuelta de tuerca, la situación de calle es una situación muy penosa y romantizarla es hacer pobrismo”, aseguró.

“Hay distintos tipos de personas en situación de calle, los que son complicados son los que hacen rancheadas porque suelen hacer cosas ilícitas”, agregó y aclaró que “hay un montón de personas en situación de calle con problemas psiquiátricos y de adicciones, a ellos hay que abordarlos de otra manera”

Kravetz insistió en la línea de argumentos del Gobierno de la Ciudad y reiteró que “es difícil la convivencia”, sobre todo porque “es chocante para una persona tener a alguien viviendo en el palier de su edificio”.

Pero la frase más polémica vino después. “Protestan por la situación en los paradores porque tienen reglas. El parador te desacomoda porque te estructura la vida distinta a lo que vos estas acostumbrado en la soledad. La cabeza del cartonero ya de por sí es distinta al resto de los ciudadanos por su tipo de trabajo, como el de la gente que vive en situación de calle. Si como vecino le das un plato de sopa caliente a la persona que vive en la calle, lo acomodas en la pobreza y es un circuito no virtuoso”, declaró.

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