Para empezar a hablar de las claves de este equipo hay que comenzar por su director técnico Eduardo Coudet, que armó un equipo muy competitivo y con refuerzos de jerarquía como el chileno Diaz y Darío Cvitanich, además de la gran revelación que fue el arquero Arias.
Vale recordar que durante varios momentos el plantel tuvo que pasar por momentos difíciles como la eliminación de la Libertadores contra River, perder partidos claves en el campeonato y la situación extra futbólistica que se vivió con Centurión que fue apartado del plantel tras faltar el respecto a su DT.
Tanto Coudet como su plantel se fueron reinventando en el estilo de juego. Al principio era un equipo con mucha dinámica y versátil, y termino siendo un equipo sólido en todas sus líneas con tenencia de la pelota y manejando los tiempos del encuentro. Racing termina siendo el equipo con menos goles en contra y uno de los más goleadores, además de tener al máximo anotador del torneo Lisandro López con 17 tantos.
Sin dudas si hay que empezar a hablar de los jugadores fundamentales de este título es su capitán y referente «Licha» López que es la máxima figura del equipo y del torneo. A sus 36 años se convirtió en emblema de un equipo que cuando lo necesitó siempre dijo presente, ordenó a sus compañeros dentro y fuera de la cancha y fue determinante para que Racing obtenga 17 victorias sobre 24 partidos disputados.
Su dupla en el ataque fue variando, al comienzo del torneo Jonathan Cristaldo era su acompañante, si bien no convirtió tantos goles fue un buen complemento, donde era el primero en generar la presión del rival y meter un par de goles claves. A partir de enero perdió su puesto con la llegada del experimentado jugador de Banfield, Dario Cvitanich, que trajo toda su calidad y goles a la Academia. Su llegada se dio por la insistencia de Coudet para que le diera un salto de calidad aun mayor al equipo.
El medio campo fue rotando, pero sin dudas con la aparición de Marcelo Diaz, Racing encontró su generador de juego. El chileno sabía en qué momentos atacar y en qué momentos mantener la posesión de la pelota.
Además del chileno, el juvenil Matías Zaracho se fue haciendo importante con el pasar de los encuentros, un jugador con gran llegada al área rival y buen remate de media distancia, por el que los grandes clubes de Europa han puesto su mirada en él, aunque la dirigencia ya avisó que por menos de 25 millones de euros no se va.
Por otro lado fueron rotando «Neri» Cardozo, «Nery» Dominguez, Centurión, «Pol» Fernández y Augusto Solari que convirtió el gol del campeonato, además de ser un comodín para el DT por jugar en ambas bandas.
En la defensa Coudet encontró su solidez desde el inicio con una dupla central, que a mi criterio es la mejor de la Argentina, conformada por Sigali y Donatti que en todo momento se entendieron a la perfección, teniendo salidas prolijas desde la defensa y por momentos con aportes goleadores sobre todo por el ex jugador de Rosario Central. En las bandas Saravia fue siempre una garantía que lo llevo a ser convocado a la selección mayor y con un posible destino europeo y en la banda izquierda Mena y Soto fueron rotando con buenas actuaciones.
Por último, el guardameta Gabriel Arias que llegó como una incógnita y una apuesta total por parte del director técnico desde el primer momento al ex Defensa y Justicia. En efecto, el jugador nacionalizado chileno se encuentra en el podio de los máximos responsables del título obtenido, con grandes atajadas de arquero de «equipo grande», además del plus de su buen juego con los pies.
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