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Servicio doméstico: la situación de las empleadas de casas particulares

Según el informe del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, es una actividad que retrocede en el mercado, avanza en el hogar y provoca en las mujeres una situación de extrema vulnerabilidad.

El servicio doméstico es una de las actividades más importantes de nuestra estructura ocupacional ya que emplea al mayor porcentaje de mujeres. Según la Encuesta Permanente a Hogares (EPH), el trabajo en casas particulares agrupó al 14,5% de las empleadas y al 20% de las asalariadas.
De acuerdo con nuestras estimaciones, en el cuarto trimestre de 2020 hubo cerca de 1,15 millones de personas que realizaron trabajo doméstico remunerado en casas particulares. Esta cifra representa una caída del 21,6% anual, y la pérdida de 317.947 puestos de trabajo respecto al mismo período del año anterior.

Esta caída se explica porque quienes se dedicaban a esta actividad dejaron de buscar trabajo en el marco de la pandemia o lo hicieron, pero no encontraron. La contracara del menor número de empleadas en hogares que contratan servicio doméstico es menos empleo remunerado y más trabajo no pago en las tareas domésticas y de cuidados, que realizan en su mayoría las mujeres.

Otra cuestión para destacar es que el 45% de las empleadas en casas particulares estuvieron sub ocupadas. Esto quiere decir que casi la mitad de estas mujeres trabajó menos de 35 horas semanales y deseó trabajar más. Este porcentaje muestra otro retroceso en comparación a lo registrado un año atrás, cuando la subocupación alcanzaba al 34% de las empleadas.

Por otra parte, según la EPH, cuando se les pregunta a las mujeres a que se dedicaban antes de ser desempleadas, el 36,4% responde que anteriormente trabajaban como empleadas de casas particulares. Lo que marca un incremento de 10,6 puntos porcentuales respecto a lo registrado en el cuarto trimestre de 2019.
Como se trata de una actividad con un alto nivel de informalidad (69,5%), solo el 1,5% de las personas desempleadas que antes realizaban servicios domésticos cobró un seguro por desempleo.

La contrapartida que trajo el retroceso de la actividad fue la pérdida de ingresos de las empleadas en hogares que contratan servicio doméstico. Durante el cuarto trimestre de 2020, estas mujeres percibieron en promedio $10.891 por su trabajo en el mercado. El equivalente al 65% de la canasta básica ($16.817).
Por otra parte, este ingreso muestra una caída en términos nominales de 3,2% respecto al tercer trimestre de 2020. Un fenómeno nunca observado. En términos reales, la caída fue de 12,3% respecto al trimestre anterior y del 8,6% comparado con igual período de 2019.

El salario que perciben por su empleo ubica al 38% de estas trabajadoras en el decil (1) de menores ingresos. El hecho que la mitad de estas trabajadoras (51,1%) son jefas de hogar y el 87% tiene niños/as a cargo muestra la situación de especial vulnerabilidad que enfrentan en el contexto actual.

 

Fuente: Informe del Observatorio de Políticas Públicas - Economía UNDAV

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