«Solo podías trabajar de peluquera o prostituta»
Tras la reglamentación de la Ley de Cupo Laboral para personas Travestis, Transexuales y transgénero, charlamos con Sandra Figueroa sobre lo difícil que es insertarse en el mundo laboral siendo trans.
Sandra Figueroa es una mujer trans de 43 años y vive en Gregorio de Laferrere, La Matanza. Hace más de 10 años forma parte del Cens N°460, «Madres de plaza de mayo». Nos cuenta qué debió atravesar en varias instancias, desde ser estudiante hasta el día de hoy, que es Secretaria del Plan Fines y Referente de una de las sedes.
A lo largo de su vida, Sandra tuvo que enfrentarse a las consecuencias de romper con lo que la sociedad esperaba, dedicarse a la peluquería o al trabajo sexual en la calle.
«Milito hace varios años, pero ahora con poca frecuencia por todo lo que estaba pasando por el COVID. De a poquito se va regresando», comenta.
«En este momento sigo trabajando en la escuela. Soy la secretaria de el programa Fines desde el año pasado»
Sandra Figueroa
¿Cómo fue tu proceso en la escuela?
En la escuela estoy desde el 2010. Son 11 años en etapas ya que fui estudiante del espacio, después referente, preceptora y hoy secretaria. Fue un camino largo recorrido. También estoy en la organización «La Puiggros» desde el 2015, creo que fui una de sus fundadoras.
¿Cómo viviste la relación entre tu identidad y el mundo laboral?
La realidad es que se nos hace más complicado el ingreso al sistema laboral a las personas trans-travestis. Desde el principio la sociedad te pone en los lugares donde creen que podrías ejercer, en donde ellos creían que éramos buenas. Para las mujeres en la peluquería, para los hombres, en el sexo. Por ende solo podías trabajar de peluquera o prostituta, no había otra.
«La sociedad te pone en los lugares donde creen que podrías ejercer, en donde ellos creían que éramos buenas. Para las mujeres en la peluquería, para los hombres, en el sexo. Por ende solo podías trabajar de peluquera o prostituta, no había otra.»
Sandra Figueroa
Pero, que quilombo, cuando no te gustaba ninguna de las opciones, todo era todo mas difícil. Yo fui de esas maricas, no me iba a doblegar por lo que la sociedad quería y me puse a estudiar para ser profesora.
La gran mayoría de mi entorno siempre estuvo acompañando en el proceso. Hay otras realidades, muchas veces se hace difícil porque la sociedad se disfraza de falsa aceptación y te la hace difícil.
Al día de hoy, ocupando los lugares que ocupas, ¿Te sentís privilegiada?
No me siento privilegiada, soy una privilegiada. Porque luche para llegar y ser quien soy hoy. Soy la primera mujer trans en ocupar un cargo jerárquico en La Matanza en una escuela pública y no tuve que esperar a la sanción de la Ley. Soy una de las pocas que ocupa cargos de este estilo hace más de 10 años. Siempre me consideré la persona adecuada para el puesto.
¿Qué relevancia tiene el cupo laboral en la comunidad? ¿Qué cosas quedan por modificar?
Yo creo es muy importante el cupo pero como todo, hecha la ley hecha la trampa. Hay algunos puntos en la ley que nos siguen dejando afuera del sistema laboral. No recuerdo que punto exactamente, pero hay un fragmento que asegura que las personas a ocupar los cargos tienen que ser idóneas para los mismos y me parece importante recordar que la gran mayoría de las chicas solo tienen la primaria terminada y ese punto me parece poco inclusivo. Si esto es así, solo conseguiríamos los cargos las pocas que estamos preparadas.
Para finalizar, hizo hincapié en las cosas que aún quedan por desandar: «políticas y acciones para la comunidad se necesitan. En principio garantía a la salud y la vivienda. Pero bueno vamos despacio, también hay que decir que se hicieron muchas cosas buenas». En este punto se refirió al paquete de políticas públicas como la Ley de Identidad de Género, el Matrimonio Igualitario, la ley de fertilización asistida, entre otras.
Para finalizar, recordó «Hoy se esta en la pelea por la sanción de reparación histórica a las mayores de 40, por todo lo vivido en manos de la policía en esos tiempos».
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