Es Tuyo, del Barrio, de Todes

El festival de Cosquín se vuelve no binario

A partir de la denuncia de une de les participantes del festival, el Cosquín eliminará las categorías de género vocal femenino y masculino. Hablamos con Vito, quien se autopercibe a-género y forma parte de una orquesta junto con Ferni, quien radicó la denuncia.

El tradicional Festival Cosquín de Folklore informó la semana pasada que eliminará las categorías de género “vocal femenino” y “vocal masculino”. Esta decisión fue el desenlace de la denuncia realizada por le cantante trans no binarie Ferni. La denuncia se realizó ante el INADI luego de que el festival decida rechazarle en la categoría “Rubro Solista Vocal Femenino”.

Ferni ya había ganado, había competido en la categoría femenina, ¿Cuál era entonces el problema? El problema era el reglamento del Festival de Cosquín. 

A partir de la denuncia y la intervención del organismo, la Comisión Municipal de Folklore estableció a través de una resolución que, de aquí en adelante, el festival contará con un único rubro sin distinción de género: “Solista Vocal”

Con esta resolución, Ferni va a poder participar del festival que se celebrará el próximo 7 de octubre. Asimismo, competirá en la final del Pre-Festival en la Ciudad de Buenos Aires.

Conversamos con Vito Gauna

Tras la noticia, conversamos con Vito Gauna, quien se autopercibe a-género y bandoneonista. Vito vive en Merlo y estudia en el Conservatorio de música de Morón «Alberto Ginastera». También forma parte de la Orquesta escuela de Tango Nuevo y de la Empoderada Orquesta Atípica.

«Desde la teoría musical nos enseñan que las voces se clasifican en femeninas: soprano, mezzosoprano y contralto, y masculinas: contratenor, tenor, baritono y bajo» explicó a El Numeral Vito.

Estas clasificaciones son dadas de acuerdo al registro vocal subjetivo de cada une.

¿Tiene sentido seguir clasificando las voces como «femeninas o masculinas»? ¿No es esta una manera de limitar los horizontes musicales?

Creo necesariamente en patear las vallas de esta forma binaria y biologicista de clasificar voces para que devenga en un lugar donde los registros vocales sean sin distinción de genero, es decir, un sitio donde puedan habitar las voces y sus registros con sus respectivos nombres.

Por ejemplo: yo Vito, mi registro es Soprano y ya, porque mi voz abarca desde y hasta ciertas notas, sin la necesidad de dividirlas en femenino y masculino.

¿Cómo viviste la modificación en el reglamento del Cosquín?

Particularmente tuve la oportunidad de toparme personalmente con Ferni post concurso y escuchar en primera persona lo acontecido, en donde me recorrió la angustia y bronca de existir en este mundo binario.

Luego de la denuncia y la respuesta positiva por parte del festival, me invité a reflexionar, desde mi lugar de musique, en la necesidad de que este cambio en Cosquín llegue también a erradicar las categorías vocales de las instituciones que forman a futuros docentes de música. Estas maneras de nombrar no aportan al arte y además limitan nuestras formas de existir-crear.

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