Kumbia Queers: «Para decirnos que tocábamos bien, decían que parecíamos varones»
Pioneras en tropipunk, Patricia Pietrafesa, Juana Chang, Pilar Arrese, Inés Laurencena y Flor Linyera no tienen miedo de prender fuego cada escenario que habitan. En diálogo con El Numeral, Juana cuenta cómo es formar parte de la banda.
Si tuviera que definir de manera muy simple qué es Kumbia Queers, diría que es un antes y un después en la percepción de la música en la escena punk de los 2000.
Escuchar a Kumbia Queers en vivo es un incendio interno y colectivo. Para nosotres, lesbianes, maricas, trans, bisexuales, intersex y no binaries escuchar a Juana Chang tocando y cantando es una reafirmación de nuestras convicciones. Es recordar la importancia de nuestro goce y disfrute, que durante tanto tiempo fue reprimido y silenciado.
La banda fue idea de Ali Gua Gua, una mexicana que pisaba fuerte con una banda llamada Las Ultrasónicas. Ella se encontraba de viaje por Latinoamérica cuando las entonces She Devils, en plena organización del Festival Belladona, la invitaron a tocar.
Juana: -Era un festival de chicas rockeras que duraba varios días así que compartimos ahí con Ali Gua Gua, que en ese momento estaba con su proyecto electrotrash que se llamaba Afrodyke. Las She Devils, organizadoras y míticas rockeras punkeras de la escena, y yo que venía presentando un asunto más folky-punky.
Fue allí donde se encontraron, se terminaron de conocer y flecharon por completo. No solo se enamoraron de la fusión de sus talentos sino de el proyecto que estaba a punto de nacer.
Juana: -Nos caímos bien, nos dieron ganas de tocar y mientras arreglábamos cuando nos íbamos a juntar, Ali dijo que hagamos un grupo de cumbia que se llame Kumbia Queers.
La propuesta era divertida, en ese entonces todas venían del rock, pero según Juana el punk no estaba espantando a nadie. Eso era una motivación para explorar un lenguaje completamente desconocido y enfrentarse al estigma que existía con la cumbia.
Juana: -No era la música que ponía nerviosa a tu mamá, entonces por eso también nos pareció que estaba bueno probar con otros ritmos.
Las Kumbia Queers no se quedaron en su zona de confort, supieron mutar y transformarse más de una vez. Comenzaron con reversiones de Madonna o de los Pibes Chorros y actualmente cuentan con cinco discos.
Juana: -Cuando empezamos a tocar, a decir que íbamos a tocar y en el proyecto en el que estábamos, muchos amigos se pusieron furiosos. Nos decían que la cumbia era una mierda, que cómo íbamos a hacer esto, que lo hacíamos por guita, eso nos pareció bastante más punk que todo.
Como sucede en todos los espacios en los que nos hemos presentado, una vez que empezamos a tocar, el clima fue de suma libertad y respeto. Obvio que tuvimos que lidiar con situaciones incómodas y violentas. En un momento se usaba mucho un piropo: para decirnos que tocábamos bien nos decían que parecíamos varones. Creo que eso es algo que no se debe decir hace años, pero antes se usaba mucho.
La verdad que todas las situaciones que hemos vivido de maltrato, violencia o de agresión virtual las hemos vivido juntas, haciendo las cosas que nos gustan. Seguramente se nos cerraron algunas puertas, pero también se nos abrieron otras. No solemos hacer mucho foco en la incomodidad.
«Se parece mucho un show en Dinamarca que uno en Ituzaingó»
Kumbia Queers rápidamente empezó a tener presencia, no solo en los escenarios de Argentina, sino que en el mundo. A un año de presentar su primer disco (Kumbia Nena, 2007) se presentaron en México.
Juana: –Hicimos varias giras por México de tres meses, en el 2008 sumamos Canadá y Estados Unidos. Después fuimos a Brasil, a Colombia, a Chile, a muchos puntos de Europa. En todos lados somos muy bien recibidas, creo que a pesar de las barreras idiomáticas se transmite la misma energía. Se parece mucho un show en Dinamarca y uno de Ituzaingó. A nosotras nos enorgullece mucho que así sea.
A pesar de las innumerables presentaciones, Juana resalta que si tuviera que elegir el mejor momento de Kumbia Queers, elegiría el primer ensayo donde se juntaron.
Juana: -Nos mostramos las canciones que sabíamos y empezamos a jugar con los ritmos. Para mi eso, fue muy significativo porque creo que nunca la habíamos pasado tan bien haciendo algo.
Punk y autogestión
Juana: –La autogestión nos atraviesa por todos lados. Lamentable o afortunadamente, es la única manera de hacer las cosas que conocemos. Le estamos muy agradecidas en eso a la cultura punk que dice que «uno puede hacer las cosas por uno mismo».
Hace 15 años que somos una cooperativa. Este año nos llamaron del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social para, a través del Ministerio de Cultura y Desarrollo, darnos una personería de cooperativa. Seguimos en la autogestión, aprendiendo siempre y disfrutando del hacer.
¿Cuáles son tus referencias musicales y las de la banda?
Juana: –Mis referentes musicales siguen siendo los mismos. A mi me gusta Celeste Carballo, Los Autenticas Decadentes, Nirvana, Alcides, Lia Crucet, Las Primas, Viuda e Hijas de Roque Enroll, los primeros discos de Ataque 77 y José Luis Perales.
Si Kumbia Queers tuviera una cuenta de Spotify, yo creo que estarían rankeando alto en las listas Señor Tomate, C. Tangana, La Pili y Tremenda Jauría. Creo que esas son las bandas-artistas que escuchamos.
¿Qué le dirías a aquella banda que comenzaba en la cumbia hace quince años?
Si me cruzara con nosotras, con las del 2007/8, creo que nos diría: «Tranqui, disfruta de lo que te esta pasando, estamos haciendo una cosa hermosa, así que seguí disfrutando».
Para el futuro de Kumbia Queers me gustaría que nos sigamos divirtiendo. Que sigamos disfrutando de estar juntas; que nos salgan unos temazos cada vez mejores, que sigamos viajando y conociendo gente hermosa.
Los comentarios están cerrados.