Lichi: “El miedo a lo desconocido siempre nos congela, creemos que tenemos que saber cosas para empezar”
Músico, youtuber y militante de la diversidad, Lichi nos cuenta sobre una de las mejores cosas que sabe hacer: comunicar con sus palabras y su música para sensibilizar a cada persona que lo conozca.
Lisandro Ruiz Díaz, más conocido como Lichi, tiene 30 años y nació en la ciudad de Rafaela, Santa Fe. Hace varios años atrás, se mudó a Buenos Aires.
Músico, youtuber y militante de la diversidad, con todas las herramientas que están a su alcance Lichi busca que sus creaciones le sirvan a otra persona, que seguramente tiene algo para decir, pero no sabe cómo.
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“Desde que tengo memoria que en mi casa había instrumentos y se tocaban. Mi mamá es profesora de música. A mis trece años agarré la guitarra con la idea de escribir canciones propias, tocar algo que alguien va a escuchar y de tocar en vivo. A los quince empecé a tocar en vivo con mi primera banda y ahí arranqué», relata.
“En mi casa se escuchaba música, mis papás escuchaban mas folklore, pero había un piano, guitarra, y instrumentos. Siempre hubo música, para mi no era opción elegirla, estaba ahí, la vida ya incluía eso«, agrega Lichi.
P: ¿Creciste escuchando artistas disidentes? ¿Por qué es importante la representatividad en la música o en los medios?
R: El carácter disidente de los artista, es algo que empecé a ver más adelante. Si es cierto que cuando uno repasa la música que le hizo bien, incluso por la cuestión disidente, te das cuenta que quizás no era la intención del artista.
Para mi Robert Plant con el pelo largo muy femenino o Led Zeppelín en sus comienzos eran re disidentes. Pero estoy bastante seguro de que no era su intención. Él era un señor rockero de los 70, nada que ver. De todas manera, cuando a uno le suceden estas cuestiones, encuentra referencias en un montón de lugares y cosas de donde chupar ideas, o entender cosas.
P: ¿Por qué es importante la representatividad en la música o en los medios?
R: Creo que es importante la representatividad en la música, en los medios, en la vida entera para que no nos olvidemos de que las cosas existen y que son opciones. Uno no se da cuenta que existe algo hasta que no lo ve, entonces es importante que veamos todo lo que existe, lo que puede existir…
Todas las personas tienen un montón de cosas que las hacen únicas y estamos muy acostumbrados a esconder esas cosas, a normalizar y redondear siempre para el mismo lado. Entonces está bueno cuando aparece algo que es distinto como me pasó a mi con Robert Plant, pero incluso con cosas más especificas que fueron hechas adrede para mostrar ciertas cosas alternativas que funcionan como recordatorio para saber que existen y que las podemos utilizar para avanzar.
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P: ¿Por qué haces música?
R: Para mi la vida vino con la música.Yo creo que hago música porque tiene que ver con crear algo y compartirlo, pensar o sentir algo y compartirlo. Es un canal de comunicación zarpado, mucho más zarpado que cualquier otro que tenga a disposición y que además le puede servir a la gente para comunicar sus cosas. Es un efecto colateral, una canción con la que yo digo algo, también le puede servir a otra persona para también decir ese algo que no sabía cómo. Incluso le puede servir para decir otra cosa.
P: ¿Cómo son los procesos de composición, van cambiando o tenes una manera de crear que se sostiene en el tiempo?
R: Los procesos de composición van cambiando, hay cosas que salen en contextos distintos, pero una cosa que me pasa siempre es que me cuesta sentarme a escribir una canción. Siempre se me ocurren letras mientras estoy haciendo otra cosa. No soy de sentarme a trabajar un tema. Voy caminando por la calle, estoy en el bondi, estoy haciendo otra cosa y la mejor idea sale ahí. Después con el tiempo tengo que ir dándole forma pero siempre es cuando estoy en movimiento.
Después bajar la canción a tierra puede pasar de muchas formas distintas. A veces es solo, a veces con gente. Cuando la idea está ahí flotando en mi cabeza está buena pero hay que hacer que exista, hay que darle una forma.
P: ¿Cómo llevas la exigencia que demandan las redes y la industria del consumo inmediato?
R: Esta bueno acordarnos de que esa exigencia del consumo inmediato y de como pareciera que funcionan las cosas ahora, no es la normalidad. No debería ser así. No hay que someterse a eso, nos re gusta repetir que no hay que mirar los números ni darle bola a esas cosas pero igual miramos . Nos cuesta despegarnos de eso, sobre todo con el arte.
Creo que el arte no va de la mano con el mundo del consumo o del sistema capitalista. ¿Si una persona quiere hacer un disco y después ya está, fin? No, no funciona así. Si ese disco tiene éxito, el mundo le va a pedir un segundo disco y que se parezca un poco al primero. El mundo de consumir cosas no va de la mano con el mundo de crear cosas, entonces hay que estar atentos a esa diferencia y no dejarse llevar.
P: A la hora de conformar una banda, ¿Cómo se fue armando el equipo? ¿Disfrutas más tocar como solista o acompañado?
R: Yo estaba viviendo en Rosario cuando tenía las primeras canciones que quería sacar como Lichi, porque antes tenia una banda que se llama “Los usuarios”. Tenía un grupo de amigos que cada uno tocaba más o menos un instrumento y armamos una banda con eso.
Algunos de ellos se mantienen hasta hoy, siguen viviendo en Rosario y vienen a tocar acá. Además ahora que estoy en Buenos Aires, busque músicos en Buenos Aires.
Disfruto las dos cosas, tocar con una banda hace mucho más ruido, más despliegue, hay mas cosas en el escenario, da un espectáculo mas completo, y tiene su gracia.
A veces también tengo formatos donde voy con uno de los músicos, a veces somos tres o cuatro, la banda completa somos cinco. Pero, el tipo de música que hago tiene la particularidad que puedo ir sacando y poniendo hasta llegar al acústico en donde estoy solo.
Respecto a este ultimo, tenía el prejuicio de que no le iba a gustar a nadie, pero cuando lo hice, me di cuenta de que todo lo contrario. Hay una conexión muy zarpada, una intimidad y una cercanía que se genera que está muy bien y es otra cosa. Menos despliegue, menos espectáculo pero es igual de fuerte lo que se puede generar. Desde entonces empecé a respetarme más en ese sentido, aunque estoy solo, puede estar bueno igual.
P: ¿Cómo ves la escena actual y qué cambiarías?
R: Yo creo que no hay una escena, hay muchas escenas y muchas cosas pasando. Hay burbujas donde pasan cosas distintas por estilos musicales distintos o por generaciones distintas que están haciendo cosas y todo está re bueno.
Siempre hay algo sucediendo en la música, sobre todo en este contexto donde grabar o publicar música está al alcance de cualquiera.
Es mucho más grande. No veo rivalidades boludas, o al menos no explícitas. Pero si, hay muchas ganas de conectarse con otros músicos, muchas ganas de «a ver que pasa si me junto a trabajar con este», de mezclarse y ver que pasa. Las barreras de los géneros musicales están re rotas, en un buen sentido.
Todos estamos explorando y viendo qué es lo que hace el otro, no por estar pendiente de lo que pasa alrededor si no como para decir: esto está bueno, me sirve, le hablo. Está bueno eso, hay mucha curiosidad de ver que hace el otro, compartir lo suyo y escuchar lo tuyo.
P: ¿Cuál fue la mejor experiencia arriba de un escenario?
R: Recuerdo varias lindas experiencias arriba de un escenario. Sin dudas el show con el que cerramos el año en Niceto.
Siempre digo que la mejor parte de mis show no tiene que ver con el show, si no con el público. El público que me sigue es muy enérgico, muy copado, muy prestado a lo que está sucediendo y hacer un show con ellos es super mega fácil. Es una herramienta muy zarpada para que la noche sea increíble, pero no es algo que traigo yo, son ellos.
Ver Niceto lleno de esa gente, la banda completa, luces, visuales, que todo haya salido bien, fue como la cumbre de lo que hoy en día puedo hacer como show. Tuvo todo lo que tenia que tener.
Además, en Rosario, hace dos años le abrimos a Babasónicos, en un anfiteatro enorme y eso estuvo muy bien también.
P: ¿Qué es lo peor de ser músico?
R: Lo peor de ser músico es todo lo que no tiene que ver con la música. Lo peor de ser musico es no poder al toque vivir de eso y entonces tener que hacer otras cosas. Básicamente es todo lo que tiene que ver con no ser músico, lo que tenes que hacer para vivir en este mundo mientras te buscas el espacio para hacer música, ser musico y tocar.
P: ¿Qué le dirías a alguien que está empezando a hacer música o que aún no se anima?
R: Con la música o con lo que sea, el consejo siempre es: hacelo. Entiendo el miedo de hacer algo que no hicimos nunca, como un terreno desconocido. Pero nunca va a ser conocido hasta que no lo hagas. Hacé lo que sea sin miedo a hacerlo mal, nadie lo hace bien al principio (bien o mal también es subjetivo).
Hacer algo en torno a eso, si quiero hacer música ver cómo, ver de qué manera empezar a hacerlo, preguntar, juntarte con alguien que lo hace, meterse donde hay que meterse. Dar un paso hacia adelante en cualquier dirección que te lleve a algo que tiene que ver con la música, algo que te acerque. Esto es con la música y con todo. El miedo a lo desconocido siempre nos congela y creemos que tenemos que saber cosas para empezar. Esto es al revés, primero empezas y ahí vas entendiendo que pasa.
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