Mitos y verdades sobre el cáncer
Hace más de 20 años se celebra cada 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer con el fin de concientizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de la enfermedad.
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer, paramos la agenda para hablar sobre aquellas enfermedades que suelen estar en boca de todos pero muy poco se sabe de ellas.
Cuando hablamos de cáncer nos referimos a un amplio grupo de enfermedades que comienzan en las células. El cáncer puede empezar en cualquier lugar de nuestro cuerpo ya que estamos formados de muchas células distintas.
Estas células suelen crecer y dividirse para producir otras, pero a veces este proceso se descontrola. Puede pasar que estas nuevas células se sigan formando cuando el cuerpo no las necesita y otras viejas no mueren cuando deberían hacerlo. Si esto sucede, se podría formar una masa de tejido, que conocemos como tumor.
¿Todos los tumores son malos?
Para nada, hay tumores benignos y tumores malignos. Los benignos no son cancerosos porque estas celulas no se esparcen por el cuerpo y generalmente se puede extirpar.
Los tumores malignos son denominados como cáncer, dado que sus células están descontroladas y podrían:
- Invadir o destruir el tejido de su alrededor
- Entrar al torrente sanguíneo
- Obturar el sistema linfático
- O diseminarse equiparando a otros órganos
Varios tipos de cáncer pueden prevenirse, tener cáncer no es sinónimo de muerte. Actualmente, gracias a la existencia de diversidad de tratamientos, más de la mitad de los cánceres que se diagnostican de forma temprana, pueden curarse.
Mitos y verdades sobre el cáncer
«El cáncer es hereditario, sólo se presenta en personas con familiares que tienen o tuvieron cáncer»
El cáncer no siempre es hereditario. La mayoría de los casos se dan en personas que no tienen antecedentes familiares. Sin embargo, algunos tipos de cáncer sí se desarrollan con más frecuencia en ciertas familias que en el resto de la población.
«Si hay metástasis, no hay posibilidad de cura»
La metástasis (que implica la extensión del tumor a otra parte del cuerpo, más allá de su localización original) suele ser un signo de mal pronóstico; pero no supone que el cáncer sea incurable.
«La depresión, la angustia y el estrés pueden causar cáncer»
El hecho de que una persona esté deprimida, triste o con estrés, no genera un riesgo mayor de tenerlo. No existe ninguna evidencia científica que lo demuestre.
«Los edulcorantes artificiales causan cáncer»
Muchos alimentos tienen edulcorantes como la sacarina y el ciclamato. Estudios realizados en poblaciones humanas no evidenciaron hasta el momento que produjeran cáncer.
«La biopsia acelera el cáncer»
Por el contrario, estas prácticas se realizan con métodos muy seguros y se toman muchas precauciones para evitar que las células cancerosas se extiendan a tejidos sanos. Existe también la falsa creencia, de que durante una cirugía, el contacto con el aire puede favorecer que el cáncer se extienda.
«No hay nada que una persona pueda hacer para evitar el cáncer»
Varias pautas de vida saludable favorecen la reducción del riesgo de enfermar:
- Una alimentación rica en frutas, verduras y legumbres, baja en grasas y carnes rojas
- La actividad física regular; mantener el peso corporal en índices normales
- Evitar el tabaco
- Disminuir la ingesta de alcohol.
Algunos tipos de cáncer en sus etapas iniciales pueden no causar síntomas y si se detectan tempranamente tienen alta posibilidad de curación. Por este motivo se aconsejan estudios preventivos: a las mujeres, a partir de los 25 años, el PAP y a partir de los 50 años, la mamografía; a varones y mujeres mayores de 50 años, se les recomienda realizar el test de sangre oculta en materia fecal.
«Si fumo pocos cigarrillos no tengo riesgo de contraer la enfermedad»
El riesgo de desarrollar cáncer aumenta a partir del primer cigarrillo que se fuma. De hecho, sólo respirar el humo que exhala una persona fumadora, implica mayores posibilidades de contraer enfermedades cardiovasculares y pulmonares. La única cantidad segura de cigarrillos a fumar es cero.
El tabaco es la principal causa evitable de cáncer, no sólo de pulmón sino de vías respiratorias altas, vejiga y páncreas, entre otros. Las personas que dejan de fumar poco a poco reducen las posibilidades de enfermarse.
«Si no hay síntomas no debo preocuparme»
El 75% de casi 21.000 mujeres con diagnóstico de cáncer cada año en Argentina no tenían ningún factor conocido de importancia; muchas de ellas no presentaban síntomas específicos. Por eso es esencial el control periódico.
«El consumo de anticonceptivos favorece la aparición de cáncer de mama»
No existe evidencia científica que demuestre que los anticonceptivos orales producen cáncer de mama en la población sin antecedentes familiares ni personales.
«Tuve cáncer de mama hace 5 años. Hasta ahora no pasó nada, por lo tanto mi cáncer de mama no se repetirá»
El cáncer de mama puede volver en cualquier momento, aunque hay más posibilidades de que suceda en el lapso de los primeros 5 a 10 años.
«El PAP es un examen complejo y doloroso»
El PAP es sencillo y no produce dolor. Sólo dura unos minutos, y es una manera efectiva de detectar lesiones del cuello de útero.
«Solo es necesario hacerse controles si hay síntomas o dolor»
Las lesiones precancerosas y el cáncer cervicouterino en sus etapas iniciales no producen síntomas ni dolor. Por eso, para detectar a tiempo las lesiones precancerosas es fundamental hacerse un PAP.
«Las personas que tienen cáncer inevitablemente van a sufrir dolor»
No necesariamente implica la existencia de dolor. En los casos en que el dolor aparece, los cuidados paliativos permiten a través de la indicación de analgésicos, controlarlo y aliviarlo para proporcionar una buena calidad de vida.
«La morfina genera adicción»
Este analgésico se indica a personas que sufren dolor crónico intenso, sea o no oncológico, a fin de aliviarlo y mejorar su calidad de vida. Los médicos indican claramente en qué casos debe administrarse y en qué dosis. La adicción en los pacientes en tratamiento con morfina es muy poco frecuente, los especialistas coinciden en que la posibilidad de adicción está por debajo del 1%.
«El uso de morfina acelera la muerte»
Algunas personas creen que recibir una medicación opioide como la morfina para tratar el dolor, desencadena la muerte. La morfina debe ser utilizada según la intensidad del dolor; su indicación no tiene relación con la expectativa de vida de la persona a quien se le prescribe.
Fuente: www.argentina.gob.ar/salud
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