En 2019, dos de cada tres sectores registraron caídas en los niveles de producción
Los sectores de industria y comercio fueron los más agredidos por la política económica de la gestión de Cambiemos
La competitividad dada por las sucesivas devaluaciones del tipo de cambio favorece a los sectores agroexportadores con ventajas naturales. En cambio, otras varias actividades industriales no dependen únicamente de un tipo de cambio competitivo para aumentar sus capacidades productivas y volúmenes de exportación.
El siguiente informe del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, ahondará sobre la caída de los niveles de producción en los distintos sectores.
Las fuertes devaluaciones desde la génesis de la administración saliente fueron el mecanismo central del recorte del salario real de los trabajadores. Esto se tradujo directamente en la caída del consumo y finalmente de la producción.
Argentina fue el país que más destruyó su economía en Latinoamérica durante 2016-2019, luego de Venezuela. Salvo el año 2017, el resto del período estuvo marcado por una baja en la producción nacional.
Las altas tasas de interés real positivas reprimieron todo proyecto productivo y de consumo. La quita de subsidios y la aprobación de aumentos siderales en los servicios públicos también golpeó de manera integral a la economía en su conjunto.
La desregulación del comercio exterior fue otra medida muy dañina para el sector industrial, pues Argentina abrió sus puertas a bienes foráneos.
La política económica llevada a cabo por la administración Cambiemos redujo el poder adquisitivo de los trabajadores y transfirió esta pérdida al capital.
La destrucción industrial fue acompañada por una re-primarización de la economía, ya que los sectores agroexportadores fueron los mayores beneficiados de las políticas de apertura comercial y financiera.
Si se tiene en cuenta el crecimiento poblacional, el producto per cápita se redujo aproximadamente un 4.44% en 2019. En consecuencia, acumuló una pérdida total del 6.26% entre el período 2016- 2019.
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Fuente: UNDAV - Observatorio de Políticas Públicas
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