Es Tuyo, del Barrio, de Todes

«Sin lugar a dudas se viene un mundo más desigual»

Sergio Chouza es economista, investigador y docente de la UNDAV. Activo en redes sociales, discute las variables económicas de la Argentina explicando con paciencia y argumentos las medidas del Gobierno. El karma de la deuda, los estados frente al COVID-19 y la incipiente idea de una renta básica universal. Algunas respuestas a la pregunta de hacia dónde va la economía.

LA PESADA HERENCIA

¿Dónde está parada la Argentina en la cuestión de la reestructuración de la deuda? ¿Cómo crees que se va a ir desarrollando todo de acá a la fecha límite del 22 de mayo? 

En el plano nacional estamos en el ojo de la tormenta y con fuego cruzado entre las dos partes lógicamente como debe ser en una negociación. Lo positivo es que se negocia y se avanza para llegar a un punto medio. La Argentina está parada en esa primera oferta que efectuó, qué es una propuesta bastante agresiva como la describió el ministro de Economía. La propuesta es acorde a las posibilidades de pago de nuestro país en materia de generación de dólares. Estamos en un momento mas critico, hasta que se empiecen a acercar esas posiciones.

La lectura de la deuda tiene que estar traspasada por el riesgo que conllevan estas operaciones. Vos ingresas en una operación de crédito con un país que es a todas luces insustentable. Te propone y te promete primas de riesgo muy elevadas. Había un mundo que estaba pagando tasas de interés del 2% o 2,5 %, y la Argentina llegó a emitir a un 7,25%, con lo cual ese enorme diferencial incorpora el riesgo de un país que no es sustentable.

 

¿Cuáles son los escenarios disponibles entre el más pesimista y el más optimista?

Los escenarios implican por un lado, en qué punto intermedio se cierre la propuesta y, por otro lado, cuáles son las consecuencias. Está claro que cada punto de paridad que va cediendo eventualmente la posición argentina implica una consideración sobre el esfuerzo para cubrir eso en los próximos años. Al fin y al cabo, cada dólar que salga de la economía argentina es un punto menos de crecimiento. Menos posibilidad de comprar los bienes y servicios, de tener más holgura en términos financieros para poder financiar ciertos emprendimientos productivos, de fondear Vaca Muerta, de fondear el litio, menos crecimiento en general.

Esto es un poco un trabajo de ingeniería, de sintonía fina que hace el Ministerio de Economía en sus análisis de sustentabilidad de deuda. Por suerte está comandado por un equipo con mucha expertise en eso, y forma parte de la especialización central del actual ministro. Seguramente estos números están bien sintonizados, y si se avanza en algún tipo de concesión para dar ese salto y tratar de cerrar la situación en materia de deuda, no va a costar demasiado a futuro.

 

ECONOMÍA VS SALUD

¿Cómo ves la respuesta del gobierno en términos económicos a la retracción económica que generó la cuarentena por el coronavirus?

Estamos teniendo una respuesta que es gradual y acumulativa, a diferencia de otras economías del mundo que por ahí dispusieron su paquete de esfuerzo fiscal. La respuesta anticíclica argentina vino en forma más secuencial. No vino cerrada desde un momento inicial también porque la misma dinámica sanitaria iba corriendo gradualmente la fecha de mayor impacto o incidencia más para adelante. De hecho todavía no sabemos cuando va a ser el pico si es que va a existir en materia sanitaria. Por ende, eso también va corriendo la respuesta macroeconómica paliativa de consecuencias de la pandemia.

La última hipótesis más ambiciosa que se barajó totalizaría unos 1,7 billones de pesos, que es un número realmente monumental. Estamos hablando de más de 10 puntos del PBI, números que son contingenciales. El foco está puesto en los dos paquetes que explican el mayor volumen, el Programa de Asistencia a la Producción y al Trabajo ( ATP) y el Ingreso Federal de Emergencia (IFE). El ATP tiene un volumen monumental, arriba de los 500 mil millones de pesos para los dos meses. Después le sigue en magnitud lo que es el programa IFE para las familias y los hogares, con más de 8 millones de beneficiarios. Estamos hablando de casi la quinta parte de la población que recibe los 10 mil pesos.

Es un número enorme de una gran magnitud que también marca a las claras la vulnerabilidad de un mercado laboral que no contiene y que tiene enormes bolsones de informalidad o de precariedad. Son segmentos de altísima vulnerabilidad y por suerte están siendo cubiertos por esta política. Uno siempre tiende a pensar que no alcanza. Sin embargo, al compararlo con otros programas semejantes en el mundo, Argentina está en una posición muy importante y es de los países de América con mejores transferencias.

 

LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS

¿Qué conclusión sacas de las críticas al Gobierno Nacional respecto de sus políticas económicas para enfrentar la pandemia?

Críticas hay de todos los colores y es sano que así sea. Hay que tener una comprensión de que se está cayendo el mundo. Esto le está pasando a todos los países. Habrá que ver como cierra el año en materia macroeconómica, pero no creo que Argentina sea el país con mayor impacto a pesar de que ya partíamos de una situación muy mala. Hay críticas por el manejo de lo monetario, muchas críticas vienen por ahí.

Cuestionan la emisión…

Critican lo flexible, amplio y generoso que es el programa del financiamiento del Tesoro en materia monetaria. Hoy Argentina no tiene acceso a la posibilidad de financiar en el mercado de deuda externa ni en el de deuda local porque ya tiene volúmenes de deuda en pesos muy considerables. Estamos teniendo una respuesta que están teniendo casi todos los países, Estados Unidos sin ir más lejos. Se hace un primer financiamiento monetario y después generas mecanismos como para poder absorberlos, secarlos.

Ese momento todavía no ha llegado entonces lo único que se puede hacer es seguir un programa bastante generoso desde lo que hace a la asistencia del banco central al Tesoro y al gasto público. Esto al liberalismo nunca le gusto ni le va a gustar y esta bien, es atendible y entendible desde el punto de vista ideológico. Después las consecuencias macroeconómicas sobre eso están por verse. Hay mecanismos para que sean lo más inocuos posibles, y la verdad que los resultados parciales hasta la fecha en materia inflacionaria vienen siendo muy buenos. Es un contexto especial, y por eso se lo tiene que analizar con otro prisma. Los miedos a hiperinflación o a aceleración inflacionaria no se vienen dando.

 

ESTADO Y COVID-19

Hablemos del rol de los estados, tanto de su comportamiento en el marco de la pandemia como de su reacomodamiento a futuro ¿Imaginas cambios sustanciales?

Ahí hay diferentes hipótesis respecto de cómo se van a redefinir los roles de los estados occidentales a futuro. Si va a haber una recuperación de los estados de bienestar, con mayor incidencia de los estados en la política publica, tomado acciones preventivas, invirtiendo más en los sistemas de salud, atendiendo a que un desfinanciamiento en una crisis como esta puede implicar un colapso. Tal vez uno hubiera pensado que no era posible que se generara una situación como esta, de colapso el sistema sanitario de USA, de Nueva York. El centro económico global, la meca del desarrollo económico, ante situaciones de muchísimos estrés, también ha colapsado.

Algunos que dicen que eso va a readecuar el rol y el porcentaje de incidencia de los estados. Otros  plantean que esto se va a procesar y después va a seguir su rumbo y su marcha. Dependerá de cómo se resuelva la severidad y la persistencia del virus. Hoy no está claro si esto va a volver todos los años o simplemente se esfuma de un día o mes para el otro.

 

EL IFE COMO GERMEN DE LA RENTA BÁSICA

Hay una idea que ronda los debates económicos y políticos a lo largo y ancho de todo el mundo y es la posibilidad de establecer una renta básica universal ¿Es una chance cierta?

Desde el plano ideológico estoy fuertemente a favor. También pienso que virtualmente, casi por decantación o casi por inercia, se puede llegar a converger en ese esquema. En Argentina de hecho, con esta cobertura del IFE, ese mismo programa constituirá y le daría el cuerpo a ese concepto de ingreso universal. A mi me parece que va a ser más una necesidad también diferencial en el mundo que se viene, que sin lugar a dudas se viene un mundo más desigual.

Necesariamente todo esto va a traer aparejado en mayor o menor grado, más desigualdad en la distribución del ingreso. Cuando se producen crisis como estas hay sectores con mayor espalda como para soportar y que todo siga su rumbo. Tenes también sectores que son los excluidos del sistema que pasan a ser más excluidos

Hay ciertos países que por ahí tienen cierta semilla más proclive a propiciar respuestas de política pública que vayan hacia eso. Otros por ahí van a tener una reacción mas reactiva a que el estado destine fondos y aumente su presencia para cubrir universalmente un ingreso básico para todos los ciudadanos. Pero me parece que es un debate que se está instalando , es importante que este como debate y es importante que trascienda incluso a la anomalía de un momento muy especial que es el de la crisis.

22-M

Por último, hacia el 22 mayo. ¿Qué tan importante es esa fecha para el futuro de lxs argentinxs?

Es una fecha central. Sin embargo hay tanta incertidumbre, que no se sabe si es la fecha donde tenes un suceso dicotómico donde entras en una situación de cesación de pagos o resolves el segmento de deuda en moneda extranjera con legislación extranjera. Puede haber algún by pass que te permita simplemente desplazar el eje y seguir negociando sin incurrir en un evento de default, pero sin esa fecha culmine. Es algo que se estuvo barajando los últimos días, cuando diferentes medios especializados marcaron que tal vez los fondos de inversión no serían muy reacios a aceptar ese by pass.

Hay efectos en toda la economía. La disyuntiva entre resolver y no resolver implica si podes destinar tus recursos a revitalizar algunas fibras íntimas de la economía argentina o no. Empezar a diseñar una política crediticia que se escape solamente de la emergencia de dar créditos para que las empresas paguen salarios, sino diseñar una política crediticia más agresiva para que inviertan capital de trabajo, inviertan en equipos, vuelvan a hacer planes de inversión de mediano y largo plazo.

Esa agenda está totalmente pospuesta hasta que se solucione la cuestión de la emergencia de la pandemia pero también hasta que se resuelva la problemática de la deuda. Hay que resolver eso y negociar lo más posible con firmeza. Con la posición argentina de buscar una respuesta lógicamente acorde a nuestra capacidad contributiva y buscarle la vuelta. Me parece que ese es el gran desafío y en eso esta la política publica. El ministerio de economía, con un equipo que me parece que tiene mucho expertise en la materia y esta 100 por 100 abocado a esto.

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