Es Tuyo, del Barrio, de Todes

Facundo Moyano, perspectiva de género y confusión

Una foto con 18 varones, respuestas desacertadas y consignas lejos de la realidad. Al sindicalismo le falta mujeres, diversidades y autocrítica.

Hace varias semanas la construcción de Picada Sindical tenía una duda a resolver, ¿por qué hay tan pocas mujeres al poder de los sindicatos? Sí, algunas hay. Y sí, son pocas.

Nos preguntamos por qué en aquellos trabajos donde los porcentajes de mujeres son altísimos seguimos teniendo varones que nos representan aún hoy, en pleno 2021. También nos preguntamos cómo se puede trabajar una perspectiva de género sin voces de mujeres y diversidades.

Mientras Facundo Moyano se mofa de plantear los nuevos desafíos que deben encarar los sindicalista sub55, muchas otras se preguntan cuándo va a sonar el teléfono o va a llegar la invitación para participar de estos debates qué, quizás, sean interesantes y constructivos. Por lo pronto, qué discutir y cómo discutirlo parece ser una cuestión de varones que se preocupan por aumentar su poderío y su pose progre para, otra vez, invisibilizar la participación de las mujeres.

No es la primera vez que Facundo le pifia al tarro. No, claro que no. De sindicalista a político y de político a jugar un papel mediático lamentable. Abre la boca y más de una vez escupe barbaridades. Ya dijo que el coronavirus era una enfermedad psicosomática y que tampoco cree en la vacuna. Un funcionario público de los propios afín a la oposición, ¿Increíble? No, para nada.

Ahora volvió a lucirse. Esta vez con un fotón y un discurso muy alejado a la praxis. En la foto 18 varones, una mesa en U y todos con barbijos. Según advirtió en su cuenta de Twitter, conversaron «sobre la importancia de hacerle frente a las demandas actuales de los trabajadores en base a 3 objetivos: Futuro del trabajo. Democracia sindical. Perspectiva de género en los sindicatos».

La intención está, pero no hay perspectiva de género sin incluirnos siquiera en los debates o en las reuniones que definen cuáles son las demandas de los y las trabajadores.

La que salió a cruzarlo fue Vilma Ibarra, secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, quien aseguró que no se puede discutir de ninguno de esos tópicos sin democratizar los sindicatos y sin participación de mujeres.

A Facundo mucho no le gustó que le marcaran la cancha y tomo la crítica como una ofensa. «La foto refleja una realidad en el sindicalismo. En porcentaje, son más hombres los que ocupan cargos d jerarquía, por eso tenemos q abrir la discusión. Te cuento que la próxima titular de @Sutpacgt será mujer. Si nos deja Moroni. Cuando quieras podes debatir con ella».

Claro, Vilma debería debatir con la próxima titular del Sindicato de Peajes porque ellos están ocupados y preocupados por otras cuestiones. Vaya una a saber por qué no la invitaron.

Lejos de estar conforme con su primera respuesta que apuntó a todos lados menos a la autocrítica, agregó otro tweet. «Hay innumerables errores y políticas equivocadas, fuera del sindicalismo, que se llevan adelante desde el ejecutivo que cuando quieras las debatimos en público o en privado. Un abrazo compañera», intentando bajar pero responsabilizando una vez más al gobierno.

¿Y qué dicen las mujeres de los sindicatos?

Al parecer, entre el humo de los varones que ponen la cara por todos, todas y todes, mujeres sindicalistas de grandes espacios sindicales respondieron con un comunicado titulado: «Queremos igualdad». Mujeres de la CTA, CGT, Corriente Federal en la CGT, CTA-Autónoma y UTEP nucleadas en Mujeres Sindicalistas se expresaron frente al hecho. «Queremos estar en la foto pero también queremos estar en la toma de decisiones», señalaron. Y acompañaron con una serie de demandas que cierran con «paridad en lo laboral y paridad en lo sindical».

Mujeres trabajadoras sobran, lo que falta es representación

Según la investigación «Sexo y poder: ¿Quién manda en la Argentina?» del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), solo el 11% de los lugares de decisión en sindicatos son ocupados por mujeres.

A través del Índice de Participación de las Mujeres (IPM) diseñado por ELA en 2020, podemos medir el porcentaje de mujeres que están en los puestos n°1 de decisión. La cifra, lejos de ser coherente al contexto histórico, advierte un total del 18%. En 10 años el progreso fue de solo 2%. Y vuelve la pregunta: ¿De qué perspectiva de género hablamos?

Por otra parte, este porcentaje implica que solo 2 de cada 10 lugares de decisión son ocupados por mujeres. Y las cifras siguen desalentando: el IPM en 2010 era de 5% y en el 2020 bajó a 3%.

Esto no quiere decir que no haya mujeres o diversidades capaces de tomar decisiones, lo que no hay son oportunidades. Incluso tras la sanción de la Ley 25.674 (2002) que establece un cupo de al menos 30% de mujeres, las cosas no cambiaron mucho. Ya pasaron 19 años y las cifras están muy por debajo de lo esperado.

Avanzamos mucho, pero queda un montón. Es necesario construir espacios que antes de usar como slogan la perspectiva de género, decidan abrir el debate y reflexionar sobre una realidad que excluye.

Los comentarios están cerrados.