Es Tuyo, del Barrio, de Todes

«No necesitan que les proyecten viviendas donde no entran sus sueños»

Además de la Ley de Etiquetado Frontal, la oposición no dio quórum para debatir la Ley de protección y reparación a personas en situación de calle. Sobre ello hablamos con Silvina Maidana, licenciada en Trabajo Social.

Junto a la Ley de Etiquetado Frontal, en la que se centró la atención en estos días, otros proyectos importantes como aquel que busca brindar viviendas y protección a situaciones de vulnerabilidad dejaron de ser tratados en el Congreso luego de que JxC se negara a dar quórum.

Uno de ellos es la Ley de protección y reparación a personas en situación de calle y familias sin techo. El proyecto ya había sido discutido en comisiones y esperaba ser tratado en el recinto para obtener media sanción.

La ley propone la creación de una Red nacional de centros de integración y acompañamiento comunitario donde se brinden espacios terapéuticos; un registro nacional de personas en situación de calle, con la participación del Indec; talleres y capacitación a las personas en situación de calle y con consumos problemáticos; y un un sistema de atención telefónica las 24 horas que permita la intervención inmediata. Las medidas tienen un alcance nacional y busca doblegar la situación de calle en varios puntos del país.

Sobre ello conversamos con Silvina Maidana, licenciada en Trabajo Social y trabajadora del Ministerio de Educación de La Nación.

Un proyecto y el rol fundamental de las organizaciones

Maidana señaló que estaba al tanto del proyecto de ley para protección a personas en situación de calle y que le parece una buena medida. «Me parece súper necesario que la atención a esta población sea puesta en agenda», señaló.

«En principio, es válido destacar cómo inician estos proyectos de ley. Desde el empuje que vienen realizando las organizaciones como Proyecto 7, con los antecedentes de eventos como “El frazadazo” y otras acciones que buscan visibilizar esta problemática», nos cuenta.

Y señala un punto clave del proyecto. «El proyecto busca visibilizar las trayectorias de vida de las personas en situación de calle. Le da voz a las personas que fueron acalladas por los golpes de un sistema que los excluye y los mantiene pululando por las calles de la ciudad».

Trabajo en situaciones de máxima vulnerabilidad

«Tengo experiencia de haber trabajado con esta población, en el año 2015». Asimismo, nos cuenta que desde el comienzo, realizó sus prácticas pre-profesionales de la carrera de grado en el Centro de Integración “Monteagudo” de Proyecto 7 en Parque Patricios.

En ese momento había 120 residentes varones con diversas historias de vida. Algunas personas habían vivido sus niñeces en la calle, otros habían migrado hacia Buenos Aires en busca de oportunidades laborales. «Otros golpeados por las dinámicas familiares y vinculares al no poder cumplir con el rol de varón proveedor, dejaron sus viviendas y empezaron a transitar las calles de la ciudad», detalla.

¿Cuáles crees que son las medidas necesarias ante estas situaciones?

En pos a la restitución de sus derechos, dista de ser solo un problema habitacional. Las heridas que produce la calle van desde padecimientos mentales, deterioro general de la salud, del entramado social y hasta de su propia autopercepción.

Para poder trabajar es clave focalizar en las particularidades de las personas, no aplicando recetas o políticas públicas estandarizadas, que solo son un paliativo momentáneo.


Un ejemplo de este tipo de Políticas el Programa de Subsidio de Viviendas de la Ciudad de Buenos Aires. En él, asignan una cierta cantidad de dinero para que la persona pueda costear el alquiler de una habitación en una pensión.


Si el subsidio se llega a retrasar, hostigan a esas personas hasta que pagan de alguna forma, o los terminan echando a la calle.

Hacinamiento

El hacinamiento produce en las lógicas familiares y vinculares dinámicas complejas de organización, por un lado por la organización e imaginación que se requiere para poder ocupar lugares donde simplemente no lo hay.

«Miembros de las familias turnan sus horarios de sueño para alternar el uso de un colchón con un otro, o el uso de sillas o superficies destinadas para un descanso. Claramente, en estos contextos no existen las soluciones inmediatas», menciona.

San Petersburgo

En otra experiencia, trabajé con los vecinos de la Villa San Petersburgo de La Matanza. Donde hace tres generaciones que se encuentran viviendo en espacios denominados, Núcleos habitacionales transitorios. Precisamente de transitorios no tuvieron nada. Estas construcciones fueron realizadas en periodos de dictaduras, donde decidieron depositar a las familias en dimensiones ínfimas.

Es necesario que las Políticas Habitacionales sean restaurativas y proyectadas desde la acción participativa de las personas. Ya que ellos comprenden sus historias de vidas y sus configuraciones familiares. No necesitan que les proyecten viviendas novedosas donde no entran sus sueños, posibilidades e historicidad.

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