«El mundo no está preparado para nosotres, pero lo estamos preparando»

Durante los últimos días, las identidades trans nos hicimos presentes en varios medios de comunicación tras la difusión de un estudio de Fundación Huésped y ATTTA en el marco del Día de la Visibilidad Trans. 

El estudio reafirmó algo que para nosotros es moneda corriente y no nos sorprende en lo absoluto: «7 de cada 10 varones trans y no binaries dejaron de realizar consultas médicas sobre salud sexual y reproductiva por temor a experimentar discriminación, rechazo o estigma». 

El 66% de las 415 masculinidades trans e identidades no binaries que participaron del estudio aseguró haber vivido situaciones de discriminación o un trato negativo relacionado con su identidad de género en los servicios de salud.

Esto se debe principalmente a una falta de conocimiento y cumplimiento de la Ley de Identidad de Género. Además, cabe destacar que las violencias se manifestaron tanto en servicios de salud pública como privada, lugares donde deberían garantizar un trato digno y cobertura en tiempo y forma de diferentes tratamientos, desde hormonas hasta cirugías de modificación corporal, como las mastectomías y faloplastías.

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En diálogo con El Numeral, Angie nos relata sobre sus vivencias trans y las que le rodean en su cotidianidad.

Hace algunas semanas decidió contactarse con Noah, un varón trans que hace más de tres años sigue en lista de espera para operarse en el sistema de salud público. Angie sin dudarlo, organizó una colecta y ya recaudó la mitad de total de la intervención quirúrgica.

¿En qué espectro del colectivo LGBTIQ+ te sentís más cómodo?

Mi nombre es Angie, tengo 25 años. Soy una persona trans, mi identidad es no binarie y mi expresión de género es “masculina”. Antes de darme cuenta que era una persona trans, fui mujer cis lesbiana, y antes de darme cuenta que era lesbiana, fui mujer cis heterosexual.

Hace poco te hiciste una masculinización de tórax, ¿Cómo fue ese proceso?

Me hice la cirugía de masculinización de tórax (mal llamada mastectomía) ya que la mastectomía es la cirugía que se le hace a pacientes con cáncer, en donde sólo se saca el tejido maligno, sin tener en cuenta la estética. El término masculinización de tórax se trajo a la mesa a partir de la cirugía a personas trans, aproximadamente en el momento que salió la ley de identidad de género.

El proceso fue doloroso, pero trajo mucha paz. Antes de operarme no podía salir a la calle sin fajarme, lastimándome la piel. Dejé de tener relaciones sexuales, de ir al gimnasio y de compartir cosas como actividades en grupos.

Como tengo obra social, el tiempo de espera era de 10 meses, pero como no podía aguantar más porque sentía que estaba muerto en persona, mi familia me ofreció pagármela para que me la pueda hacer cuanto antes.

Decidí pasar el proceso solo, con mi hermana y mis amigues. Era algo que solo yo entendía y sabía lo que significaba. Quería que sea para mi. Disfrutarlo y tomarme mi tiempo. Fue un proceso largo y corto. Largo porque estuve con drenajes, medicamentos y faja la primera semana, la segunda sin drenajes pero con la faja, recién ahí pude verme y bañarme. Me ayudaban a comer, a bañarme y a todo. Me sentía súper vulnerable.

Después tuve una complicación en una tetilla por la cual, hasta el día de hoy (dos meses casi), sigo yendo al médico para ver cómo evoluciona. Ahora me siento bien, estoy recuperándome. Esta semana puedo volver a entrenar, lo cual es fundamental porque estoy en tratamiento hormonal y es importante para ayudar a mi cuerpo con los cambios. Estoy empezando a verme y a retomar mi vida. Por primera vez puedo decir que es mi vida.

¿Cómo fue el trato en el hospital?

El trato en el hospital fue impecable porque pagué. Porque me operé en la mejor clínica de Buenos Aires, con el mejor cirujano de Buenos Aires. Pero soy un privilegiado. Lo único: todo lo que fue por fuera del equipo de mi médico, no sabían como tratarme.

Se equivocaron pronombres todo el tiempo hasta en ese momento de vulnerabilidad absoluta previo a operarme. Sin siquiera darse cuenta de lo que eso puede causar o significa.

¿Tenés mediques de confianza? ¿Ginecólogue? ¿Siempre respetaron tus pronombres?

Tengo que ir a le ginecóloge ahora porque me toca control. La última vez que fui, fue antes de empezar mi transición. Todavía no saqué turno porque no sé con quien atenderme. Hablé con trans argentinxs para pedirle la cartilla de mediques que traten con personas trans con mi obra social y no pudieron decirme nada. Solo me dieron la cartilla de les que atienden en general. Pero no quiero tener que pasar por la situación de que no me respeten o no sepan como tratarme.

A todes les mediques que voy menos a mi psicóloga y mi cirujano, todes me trataron en femenino, aun viendo mi DNI. Nadie respetó mis pronombres y no me sentí cómodo y cuidado en ningún lugar.

¿Cómo conociste a Noah?

A Noah lo conocí porque un día me levanté, a los diez días de haberme operado, y me pregunté por las personas que no podían. Puse una historia de Instagram buscando a alguien que esté en esta lista de espera de lo público y Noah fue la primera persona que me habló.

Le conté que quería hacer una prueba piloto para poder juntar la plata para que él se pueda operar antes de ese tiempo. Y todo lo que fue pasando se fue construyendo sobre la marcha.

La situación para cada persona trans es distinta. Yo soy un privilegiado, pero Noah no. Noah no va a une ginecologe hace mucho tiempo. Tampoco tiene acompañamiento terapéutico porque no puede pagarlo. Tampoco puede operarse hasta no esperar los tres años de espera qué hay en la lista de lo público.

¿Por qué hay tanta lista de espera?

Charlando con mi médico, me explicó la situación de porque tardan tanto. Si en una situación entre un cáncer y una masculinización de tórax tienen un quirófano y poco instrumental, priorizan el cáncer porque no toman la cirugía de masculinización como tal. La toman como algo estético, cuando no es así. El no poder hacértela te cambia la calidad de vida por completo.

¿La situación para todes les trans es la misma?

Noah tiene un trabajo informal en donde gana $50.000. Trabaja de 8:00 a 19:00 y con lo que gana, se paga un alquiler y la comida. No tiene obra social y no puede tampoco pagarla.

Se atiende en hospitales públicos con lo que eso significa. No tiene acompañamiento terapéutico porque tampoco puede pagarlo. Es fundamental que personas en estado de vulnerabilidad como lo somos las personas trans, y más quien no tiene los mismos privilegios que yo, que pueda tener acompañamiento de profesionales para poder sobrellevar el mundo siendo una persona trans y todo lo que eso significa.

El índice de suicidios de nosotres es altísimo y tiene que ver con justamente un abandono por parte del Estado y la exclusión por parte de la sociedad, o más bien la no inclusión.

 

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En el marco del Día de la Visibilidad Trans ¿Qué sentís que aportaste o aportas a la comunidad y qué puede aporta una persona cis-heterosexual qué este leyendo esto?

Siento que aporto en comunicar mi realidad, desde mi experiencia. Intentando con las herramientas que tuve por mis privilegios podes dárselas a otres para que entre todes hagamos de este mundo algo mejor. Hay mucho trabajo por hacer. El mundo no está preparado para nosotres pero lo estamos preparando. Lo bueno es qué hay poco construido, entonces más que deconstruir hay que construir.

Una persona cis heterosexual puede aportar el espacio. Escuchar, empatizar, respetar, ser consciente de los privilegios y acompañar a la minoría. Les necesitamos. Como toda minoría a la mayoría.