Es Tuyo, del Barrio, de Todes

Brasil vivió uno de los debates más duros entre Lula y Bolsonaro

A falta de argumentos sólidos, el presidente se abusó del adjetivo "mentiroso". Lula, por su parte, le devolvió cada una de las acusaciones recibidas.

William Bonner, uno de los conductores más conocidos en Brasil, abrió el debate entre Jair Bolsonaro y Lula da Silva con puntualidad, una hora antes si lo comparamos con el que tuvo lugar el 29 de septiembre.

El actual presidente fue quien comenzó el debate tras haber ganado un sorteo que definía quién iniciaba. Vestía traje oscuro y corbata azul. Caminó desde el atril y ocupó el centro de la escena en el que se mantuvo durante todo el primer bloque. Si hubo un adjetivo del que abusó fue el de “mentiroso”. Lo trató así una y otra vez, con nulos argumentos sólidos.

Lula, por su parte, con corbata roja y traje azul, arrancó su exposición hablándole al pueblo. “Yo vine acá para conversar con el pueblo brasileño. Este hombre no dio un aumento del salario mínimo ni para la merienda escolar. Esa es la verdad”, señaló.

El ultraderechista insistió con la economía, como si se sintiera fuerte en esa materia, y cada pregunta que intentaba hacera para arrinconar a Lula se le volvía en contra. Por ejemplo, cuando el presidente reivindicó su aumento del salario mínimo, Lula le respondió que solo había igualado el índice de inflación.

“Usted mintió 6.498 veces durante su mandato y conseguimos sesenta derechos de respuesta en la campaña electoral”, le reprochó el expresidente basándose en un estudio de medios.

Por su parte, Bolsonaro utilizó el recurso de victimizarse y atacar una vez más al Tribunal Supremo Electoral.

“El sistema está todo contra mí, las grandes cadenas de TV, el Supremo Tribunal Federal que le concedió todas las quejas a usted e inclusive va a investigarme a mí”, apuntó.

Las citas de Lula a la biblia

Lula eligió, en determinados momentos, algunas frases bíblicas para frenar los ataques de Bolsonaro.

“Padre, perdona a los ignorantes porque ellos no saben lo que hacen”, dijo cuando el presidente abordó temas de política exterior empezando a derrapar.

Casi un clásico, el militar volvió a mencionar a Cuba, Venezuela y la Argentina. Una especie de “eje del mal” que eligió para posicionarse en relaciones internacionales. Lula le recordó que “los cubanos tienen relaciones diplomáticas con toda América Latina y a usted ninguno lo quiere recibir”.

Cuando la religión se metió en el debate, el militar acusó a su rival de “abortista” y de que “no tiene respeto a la vida humana”. Lula negó esa afirmación y dijo que estaba en contra de la interrupción del embarazo.

El presidente salió también golpeado en el tramo que el líder del PT propuso la salud como eje a debatir. “Él sabe que si hubiera seguido las recomendaciones de especialistas en el combate a la pandemia, cuando alegaron que se hubieran evitado por lo menos 200 mil muertes, si el presidente seguía las normas establecidas(…)” estarían hoy vivas.

Violencia dialéctica

Por último, cabe destacar que todas las señales que el presidente dio en campaña remiten en una sola dirección.

Apuntó, como hace con su mano derecha cuando imita el uso de un arma, a quitarle legitimidad a los comicios. Brasil hoy cuenta con un jefe de un Estado, con un gran apoyo de las Fuerzas Armadas, que se encargó de desparramar sospechas de fraude y que corre a Lula del lugar de rival político para posicionarlo como enemigo.

La violencia está presente en las calles. Si el votante promedio de Bolsonaro tiene un bajo nivel de tolerancia al adversario es porque su líder sembró lentamente violencia y odio hacía todos aquellos que no coinciden con sus ideales de ultraderecha.

Con información de Página 12
1 comentario
  1. […] da Silva no estará presente, ya que recibirá en ese momento en Brasil de parte del Tribunal el diploma de Presidente […]

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