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Intento de lesbicidio en la Ciudad de Buenos Aires

Un hombre ingresó a la casa de la víctima, la golpeó hasta dejarla inconsciente y la asfixió con pintura acrílica. Su pareja fue quien logró que el ataque no se convierta en un hecho letal. En diálogo con El Numeral, la mujer relata lo sucedido.

Luego de varios años de permanentes hostigamientos lesboodiantes en el barrio porteño de Almagro, una mujer fue víctima de un intento de lesbicidio.

El domingo 30 de octubre un hombre ingresó a la fuerza en su domicilio, la golpeó hasta dejarla inconsciente y la asfixió con pintura acrílica.

Tras el hecho sumamente violento, hicieron la denuncia en la comisaría y la policía la radicó como “lesiones leves”. Ahora se espera que llegue a la fiscalía para ampliarla.

Ambas vienen denunciando hostigamiento desde hace tiempo por parte de sus vecinos. Gritos, maltrato y situaciones de violencia de género eran habituales en el lugar.

La noche del intento de lesbicidio

Según relata la víctima en diálogo con El Numeral, ya había presenciado situaciones violentas. Días previos al ataque, uno de sus vecinos apareció desnudo cuando ella ingresaba a su la casa. No era algo raro. El hombre solía ir a la puerta y tocaba sus partes íntimas.

La mujer es artista plástica y escenógrafa. La noche del 30 de octubre estaba en su casa mientras esperaba que su compañera regresara del trabajo. 

Al escuchar que alguien intentaba abrir la puerta, se acercó segura de que era su pareja y abrió. En ese instante el hombre la redujo, la golpeó brutalmente hasta dejarla en el piso inconsciente y luego le llenó la nariz de pintura acrílica. 

Inmediatamente su compañera se comunicó con la policía y logró que trasladaran a Marta al hospital Ramos Mejía, donde la asistieron. Además de haber sufrido un intento de asfixia con pintura acrílica, le diagnosticaron politraumatismos y complicaciones en la vesícula y el hígado. 

“Mi compañera me encontró casi con asfixia, no me podía despertar, llamó al SAME y vino con la policía. Parece que estuve bastante tiempo asfixiada. Actualmente tengo piedras en la vesícula y una complicación en el hígado. Aparentemente al quedar boca abajo de los golpes, me repercutió en que se me siguió dañando la vesícula. Estoy con un dolor insoportable desde el día después que me sucedió esto. Además, tengo un problema en una mama que luego del hecho se resintió. Aparecen moretones de a poco en todo el cuerpo y el dolor interno es algo que no se va a ir nunca. Ni en mi, ni en mi pareja”, relata.

La importancia de las redes de contención

“Alquilábamos un PH muy económico y el lugar es hiper problemático. Cuando a mi me sucedió esto nadie se acercó, cuando volvió mi compañera con la policía para tomar huellas y demás tampoco. Hasta recuerdo haber gritado y tampoco, nadie se acercó. El silencio otorga”, recuerda. 

“Estamos acompañadas por familia y bajo el amor de nuestres amigues. Además nos acompañan varias entidades de violencia de género, el INADI, la comunidad lésbica y estamos asesoradas por abogadas feministas y de género. Estamos muy agradecidas por todas las personas que nos están ayudando, algunas hasta no nos conocen. Gracias a los que se acercan, a quienes nos dan palabras de aliento, a las periodistas con perspectiva de género y a las entidades con perspectiva que se han acercado con mucho amor y respeto”, agrega. 

Los hechos se dieron a conocer a través de una publicación de la Asociación de Actores Argentinos dado que ambas trabajan en el ámbito teatral. Por otro lado, diversas organizaciones LGBT están difundiendo la búsqueda de casa para las dos mujeres que, ante el ataque, decidieron dejar el lugar donde estaban viviendo hace más de cinco años.

Empezar de nuevo

En diálogo con El Numeral, la víctima del ataque comenta que ahora lo que queda es encontrar un hogar para alquilar ya que no estaba en sus planes, ni en los de nadie, mudarse de un día para el otro. Asimismo, ambas se encuentran trabajando de manera informal, por lo que la búsqueda sin recibos de sueldo propios se vuelve más dificil.

“Necesitamos una vivienda porque la verdad que no teníamos planeado esto, fue un cimbronazo. Nadie tiene planeado abandonar el hogar del día a la noche por un hecho violento. Es hasta inimaginable que siga sucediendo un hecho así, que tampoco ningún vecino se acerque a preguntar si estas bien cuando se escuchó todo”, asegura.

“No debe suceder más esto en esta sociedad, 2022 que siga sucediendo un ataque lesboodiante es horrible.  No se puede vivir con miedo, es espantoso llegar a la casa de une y encontrar a tu compañera así. No se lo deseo a nadie y agradezco que mi pareja llegó y que tuve la oportunidad de que me llevaran a un hospital y me atendieran los médicos, que han sido muy correctos. Esto tiene que parar de alguna manera, y si suceden se tiene que saber porque como nuestro caso habrá muchos más. Nosotras tenemos acceso a Internet, acceso a educación, a medios. Seguramente hay otras personas que han atravesado hechos similares y no tienen ningún medio de llegada”, concluye.

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