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Gran Hermano: Estigmatización, gordofobia, confusión y debate

Conversamos con Brenda Mato, activista por la diversidad corporal e impulsora de la Ley de Talles para entender mejor qué está pasando.

Las críticas a Ariel de Gran Hermano dentro de la casa y el manejo de información poco clara en los debates de Telefé nos confunde cada vez más. ¿Se trata de un caso de gordofobia? ¿Cuál es el mensaje que nos quiere dejar el programa? ¿Qué pasaría si Ariel fuera más carismático en el reality?

Recordemos que Ariel Ansaldo entró a la casa de Gran Hermano a mediados de diciembre junto a Camila Lattanzio y se convirtió en blanco de críticas. Al principio el debate se generó dentro de la casa por considerar que tiene ventaja por conocer sus estrategias y también por sus ronquidos a la hora de dormir.

Esta semana el debate cruzó la puerta hacia el exterior y el lunes los panelistas debatieron sobre una acción del participante que desagradó bastante al afuera: se cambió la ropa interior sentado en una silla en el patio de la casa.

Algunos sostienen la idea de que existe una condena social por su peso y que si otros participantes con cuerpos hegemónicos lo hacían no iba a desagradar en lo absoluto. Otros, aseguran que para nada se trata de un acto gordo-odiante. Sino que la falta de carisma es lo que le juega en contra.

La modelo Brenda Mato (32), vecina de Avellaneda y activista por la diversidad corporal, en diálogo con El Numeral reflexiona sobre este hecho y sobre cómo son tratados estos temas en la televisión pública desde hace años.

 

 

“Esto me genera una gran contradicción, aun entendiendo que me parece super importante que se hablen sobre temas como la gordofobia o el trato que hay hacia las personas gordas en el programa más visto de la televisión argentina. Sin embargo la televisión siempre funcionó de esta forma y nunca hay un debate real sobre estas cuestiones con respecto a lo que está pasando. Al ser un debate donde opinan un montón de personas con un montón de bajadas de línea diferentes, la gente que está viendo lo vive igual y termina sin una bajada clara al respecto”, sostiene.

 

“La televisión siempre funcionó de esta forma y nunca hay un debate real sobre estas cuestiones con respecto a lo que está pasando”

BRENDA MATO

 

“Después también hay una realidad de cómo se trata el tema. A Ariel no se lo trata como persona gorda, sino que se habla de obesidad, como si el fuera una persona enferma. Si bien algunas cosas que dijeron los panelistas estuvieron muy buenas también se habló de padecimiento, lo que hace que el debate se lleve a un ámbito que no corresponde. El explicar por qué Ariel se cambia sentado o no es anecdótico completamente. No suma en nada a lo que se está diciendo”, agrega.

Según Brenda, es valioso que el programa tenga la mirada de una persona gorda que puede hablar en primera persona y contar lo que se siente. Sin embargo, siente que la posición de víctima no suma al debate.

“Por lo menos desde mi lugar como activista considero que seria importante convocar a otras personas gordas a mostrar otros puntos de vista más allá de los expuestos”, reflexiona.

 

“A Ariel no se lo trata como persona gorda, sino que se habla de obesidad, como si el fuera una persona enferma”

BRENDA MATO

 

“Hay varias cosas en juego. Ariel no resulta ser un personaje demasiado atractivo más allá del tamaño de su cuerpo. Me parece que el juego de Ariel no está resultando demasiado, esta sin entender mucho, entonces le juega en contra el no ser un personaje atractivo. Ahora si hablamos de personajes atractivos, Marcos es un ente que no hace nada, sin embargo es agradable a la vista”, compara.

Y agrega: “Si Marcos no fuera el chongazo flaco, alto y rubio no sería tampoco un personaje interesante y ya se hubiera ido. ¿Qué pasa si el que se hubiese desnudado en una silla sería él? Seguramente la conversación sería otra y estaríamos buscando en qué cámara se le ven los genitales”. 

“De todas maneras, coincido con lo que mencionaba Sol Pérez en el debate con respecto a que no está bueno que alguien apoye sus genitales en un lugar de uso común. Es más, en casa mi marido tiene la misma costumbre y es motivo de discusión. Ahora reitero, esta charla la estamos teniendo porque el que lo hizo fue Ariel. Si bien es molesto, resulta desagradable en exceso porque la persona que lo hizo no es agradable a la vista”, concluye.

 

Un participante gordo en GH, ¿Qué hacemos? ¿Aplaudimos?

“Con respecto a qué celebramos que haya una persona gorda en la casa, para mi es una cuestión de doble vara. En el casting inicial no estaba considerado que entre una persona gorda. Lo dijo Santiago del Moro al aire, seguramente después de escuchar las críticas que se hicieron a la casa. Estoy segura de que agarraron todos los videos de presentación y dijeron -Che ¿A qué gordo tenemos para que pueda entrar?- y lo buscaron. Pero ojo, un varón gordo. Una piba gorda no ponen, las pibas siguen siendo todas hegemónicas. Yo me acuerdo del primer día cuanto todas en sus presentaciones enumeraban todos los concursos de belleza de ganaron o las cirugías estéticas que se habían hecho”, recordó.

“La gordofobia sigue siento un sistema de discriminación y violencia totalmente avalado por la sociedad. No molesta, no es visible”

 

“En su momento cuando se hablaba de bullying sobre la supuesta sexualidad de Agustín eso fue motivo de odio contra algunas participantes eliminadas. Sin embargo cuando Alfa le dice ballena a nadie le molesta, es más, lo justifican. El mensaje sigue siendo claro, la homofobia no la toleramos pero que un tipo esté persiguiendo a otro diciéndole ‘ballena, no te aguanto más’ o agrediéndolo físicamente mientras duerme, eso parece no joder. La gordofobia sigue siendo un sistema de discriminación y violencia totalmente avalado por la sociedad. No molesta, no es visible”, concluye.

 

P: ¿Crees que esto de debe a los medios o a la representatividad en la televisión?

R: La televisión es un medio que no se va a actualizar nunca. Todas las cosas que se intentaron hacer en la televisión que eran medianamente progres no funcionaron, a la gente no le gusta.

El público de la televisión es un público que no está aggiornado a un montón de cosas e incluso sigue eligiendo a la televisión porque les sigue representando todas las cosas atrasadas que piensan. 

Creo que la televisión existe gracias a que todavía existe la gente que la consume como es, cuando la queres modernizar no funciona. Incluso la gente que toma decisiones en la televisión sigue siendo la misma de siempre. 

 

P: ¿Por qué no se habla y si se hace es así de confuso?

R: Yo creo que sí se habla, no sé si lo suficiente. Muchos activistas tuvimos la posibilidad de hablar en diferentes medios pero detrás hay un gran negociado muy grande contra lo que hay que luchar. 

Hay que luchar con gente como Cormillot con mucho dinero y mucho poder que instala el discurso de enfermedad. Es más, tal es así que cada vez que invitan a un o una activista a hablar te meten a un nutricionista al lado que tiene que avalar lo que decís o muchas veces contradecirte.

Yo arranque con el activismo en 2016 y desde entonces estoy en lo medios hablando. No es que no se habla. No está sucediendo un cambio social real con respecto a esto porque hay un negociado enorme que junta millones, billones incluso. Obviamente que a nadie le conviene que se deje de ver como algo malo. 

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