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Abuso sexual grupal en Palermo: comienza el juicio contra los seis acusados

Se trata de Ángel Pascual Ramos, Lautaro Dante Ciongo Pasotti, Thomas Fabián "TH" Domínguez, Franco Jesús Lykan, Alexis Steven Cuzzoni e Ignacio Retondo. Están imputados por "abuso sexual agravado" y podrían ser condenados con hasta 20 años de cárcel.

Un tribunal comenzará a juzgar desde este lunes a los seis detenidos por la violación grupal de una joven de 21 años ocurrida hace un año y medio en el barrio porteño de Palermo. Todos los detenidos enfrentarán el juicio en calidad de coautores con una imputación por “abuso sexual agravado”, por la que podrían recibir condenas de hasta 20 años de cárcel.

El juicio estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos Aires y la audiencia inicial se realiza en el edificio judicial de la calle Lavalle 1171.

Luego, habrá otras siete jornadas. Serán los días 1, 4, 11, 15, 18, 25 y 29 de septiembre, donde se prevé la declaración de más de 30 testigos.

El juicio se realizará a puertas cerradas y la declaración de la víctima no tiene fecha fija

El TOC 14 estará integrado por los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Domingo Altieri, y la acusación estará en manos del fiscal general Fernando Klappenbach. Por otra parte, la víctima estará representada como querellante por los abogados Hugo Figueroa y Osvaldo Cantoro.

Los seis imputados son: Ángel Pascual Ramos (24), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (25), Thomas Fabián “TH” Domínguez (22), Franco Jesús Lykan (24), Alexis Steven Cuzzoni (21) e Ignacio Retondo (24), todos con prisión preventiva.

Sus defensores serán los particulares Jorge Alfonso (por Domínguez), Oscar Isidro Aguirre (por Retondo y Lykan) y María José Fanego (por Ciongo Pasotti); y los oficiales Santiago García Berro (por Ramos) y Fernando Ovalle (por Cuzzoni).

Al tratarse de un delito de instancia privada, el juicio se realizará a puertas cerradas y la declaración de la víctima no tiene fecha fija, se hará cuando ella esté en condiciones, sin la presencia de los acusados e incluso, si es necesario, de manera virtual.

Los seis llegan al juicio como presuntos coautores de un “abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas”, que prevé una pena de 8 a 20 años de cárcel, en concurso real con las “lesiones leves”, producidas al testigo Luis Riveros Espínola, a quien agredieron antes de que todo el grupo sea detenido.

El hecho

Al describir el hecho en el requerimiento de elevación a juicio, el fiscal Eduardo Rosende realizó una cronología de todo lo sucedido aquel 28 de febrero de 2022 cuando la joven de entonces 21 años fue captada a la mañana por algunos de los imputados en el boliche “Espacio Ro Techno Bar”, hasta que pasadas las 15 fue rescatada por comerciantes y vecinos luego de ser abusada dentro de un auto estacionado frente a una panadería de la calle Serrano al 1300.

Señaló que Cuzzoni y Domínguez fueron quienes interactuaron con la joven dentro del boliche, que cuando ese local cerró aproximadamente a las 8, la víctima se dirigió con un amigo, esos dos imputados y otras personas, a una plaza cercana donde “contaron chistes, escucharon música, cantaron, charlaron, bebieron cervezas y fumaron”.

El fiscal sostuvo que a las 11 se dirigieron a Plaza Serrano, donde la chica, su amigo y los dos acusados ya mencionados se encontraron con los otros cuatro imputados: Ramos, Ciongo Pasotti, Lykan y Retondo, cuando éstos cantaban y tocaban la guitarra.

Destacando el “evidente estado de intoxicación” que tenía la víctima, el fiscal luego describió los abusos por manoseos que entre las 13 y las 14.20 la chica sufrió por parte de Cuzzoni, Domínguez y Ramos, en un kiosco de la calle Serrano que quedaron filmados por las cámaras del local.

“Todos juntos alrededor de la damnificada, actuaron entrelazados para terminar de arrasar su integridad sexual”

EDUARDO ROSENDE, FISCAL

Rosende puntualizó que a partir de las 14.45 “todos los imputados se dirigieron junto a la víctima hacia el automóvil Volkswagen Gol”, el auto de Pasotti, que estaba estacionado frente a la panadería “La Familia” de Serrano 1397 donde, según describe, “se produjeron y definieron las agresiones sexuales más graves contra la damnificada, que venían gestándose por varias horas, en forma organizada y conjunta por los acusados”.

“Todos juntos alrededor de la damnificada, actuaron entrelazados para terminar de arrasar su integridad sexual”, sostuvo el fiscal, quien basándose en los videos de esa cuadra, posicionó dentro del vehículo y abusando de la víctima a Ramos y a Ciongo Pasotti.

Estos dos acusados quedaron comprometidos por los análisis de ADN que demostraron que sus perfiles genéticos estaban en el líquido seminal hallado en la ropa interior y en los hisopados practicados a la víctima.

En el caso de Ramos, además, se halló su patrón genético bajo las uñas de la chica, “lo cual indica que ésta se resistió al acto sexual”, remarcó la fiscalía.

A Lykan y Cuzzoni, el fiscal los ubica en los asientos traseros del auto, desde donde, según la acusación, manosearon a la joven.

Domínguez y Retondo, según el fiscal, se encontraban fuera del rodado “observando y convalidando el ataque sexual” a la espera de su espeluznante momento para acceder al auto.

Tras el hecho, la víctima del abuso cuestionó a los medios de comunicación

La única vez que la víctima se refirió a lo sucedido fue después de una semana del hecho. Mediante una carta abierta que luego difundió su abogado, la joven aclaró que la protección de su identidad no es un favor, sino que es un derecho. Además cuestionó el tratamiento del caso en los medios hegemónicos de comunicación y lo denomino “un espectáculo pochoclero que sólo alimenta el morbo”.

“Me siento muy agradecida por la visibilización que se le dio a mi caso en sentido de la presión que se genera para que se haga justicia. Sin embargo, por otra parte, casi desde el momento inicial de lo ocurrido, me sentí totalmente hostigada por parte de los medios”, relató.

“Que se ponga en duda una víctima de agresión de género y abuso sexual no es una novedad. He crecido escuchando los cuestionamientos constantes hacia las mismas. Desde el momento en el que pude recobrar un poco de fuerzas no sólo estuve preparándome para el dolor y la angustia que me genera la situación ni todo lo que conlleva pasar por un momento así e iniciar una instancia penal teniendo veinte años. Sino también preparándome mentalmente para lo que se venía: La exposición de un caso y de una víctima como un circo mediático”, agregó.

“El respeto a la protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho”

VICTIMA DEL ABUSO

“Esta vez fui yo, pero no me gustaría que el día de mañana, la dañada sea otra y luego de una situación tan dolorosa, deba sufrir también la exposición a que la gente diga lo que le dé la gana y haga de una vivencia horrible, traumática y todos los adjetivos que creo hasta ustedes saben utilizar más que yo, un espectáculo pochoclero que sólo alimenta morbo y genera más dolor. El respeto a la protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho”, concluyó.

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