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Caso Baéz Sosa | El relato del policía que intentó salvar a Fernando

Maximiliano Rosso Suárez fue otro de los testigos fundamentales que declaró en el juicio que se lleva adelante en Dolores. Fue el primero en asistir a Fernando en las inmediaciones de Le Brique.

Maximiliano Rosso Suárez es policía y fue quien asistió a Fernando Báez Sosa cuando quedó inconsciente y tirado en la vereda tras el ataque de los rugbiers. El agente de la Policía Bonaerense intentó salvarle la vida al estudiante de abogacía. Según se conoció, fue el primero que le hizo maniobras de reanimación cardiopulmonar.

En la cuarta audiencia del juicio, que se espera que termine al finalizar el mes de enero, Suárez fue el último testigo en declarar ante el Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores. Trascendió que su relato fue dramático.

“El chico estaba tendido en el suelo, le faltaban la remera y las zapatillas. Le habían puesto una campera para taparlo. Le tomé el pulso y no tenía”, fue uno de los primeros tramo del relato de Rosso Suárez. Al momento del crimen de Fernando se encontraba desarrollando tareas en la división Infantería de la Policía Bonaerense.

“El chico estaba tendido en el suelo, le faltaban la remera y las zapatillas. Le habían puesto una campera para taparlo. Le tomé el pulso y no tenía”

MAXIMILIANO ROSSO SUÁREZ

El policía recordó que durante ese verano su grupo estaba en Villa Gesell, precisamente en la zona de Le Brique porque constantemente se generaban peleas. En su testimonio contó cómo fueron los minutos previos a ver a Fernando tirado en la vereda sin signos vitales.

“Primero se escuchan gritos, entonces, volvimos a la parte delantera del lugar. Ahí veo a un chico en el piso rodeado por gente y gritos. Pregunté qué había pasado. Me dijeron que había habido una pelea. Luego, pedí que me dijeran quienes lo habían golpeado”, describió.

El momento más angustiante del testimonio llegó cuando describió que el joven no tenía más signos vitales.

“Paramos otra pelea y vuelvo (a Le Brique). El chico estaba tendido en el suelo, le faltaban la remera y las zapatillas. Le habían puesto una campera para taparlo. Le tomé el pulso y no tenía”, sostuvo. 

“Le habían puesto una campera para taparlo. Le tomé el pulso y no tenía”

MAXIMILIANO ROSSO SUÁREZ

“Comienzo a hacerle las maniobras de RCP. Luego, llamo pidiendo apoyo y una ambulancia al lugar. Pasados unos minutos, o no sé cuánto tiempo, viene un móvil de bomberos a asistirme y, luego, la ambulancia”, agregó.

El policía, además, recordó que no fue el único en intentar salvar a Fernando Báez Sosa. Al ver la situación, una joven también le hizo maniobras de RCP que no dieron resultado.

Antes de eso, indicó que fue él quien le constató el pulso colocando su mano sobre el cuello. “No sentía y, además, estaba quieto. No se movía”, se sinceró.

Ni bien se arrodilló sobre Fernando, el hombre relató que vio como muchas personas empezaron a correr y a llorar y describió cómo estaba el joven. “Tenía sangre sobre la nariz y el torso desnudo. Le faltaban las zapatillas. Tenía un jean y nada más”, relató.

“Le faltaban las zapatillas. Tenía un jean y nada más”

MAXIMILIANO ROSSO SUÁREZ

Luego detalló sobre cómo intentó reanimarlo y dijo que comenzó a hacerle maniobras de reanimación cardiopulmonar por varios minutos, algo que aprendió en la Academia de Policía. “No me fijé el tiempo. Lo hice hasta que pudieran llegar los bomberos y colocaron el desfibrilador”, sostuvo.

Por último mientras Fernando era asistido por profesionales, él se ocupó de cuidar el perímetro para evitar que se siguiera juntando gente. Tras unos minutos en el lugar, el policía indicó que a Fernando lo trasladaron y que él se quedó frente al boliche, “parando peleas que sucedían”.

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