El pedido de Karina Milei: limitar el acceso a la información

La Procuración del Tesoro de la Nación respaldó a Javier Milei al restringir el acceso a información sobre sus perros, considerados parte de su vida privada. A través de un dictamen, aclaró que no se utilizaron fondos públicos para la instalación de caniles en la residencia presidencial y que las solicitudes de información relacionadas con las mascotas no deben procesarse bajo la Ley de Derecho de Acceso a la Información Pública, ya que se consideran asuntos de «naturaleza privada y familiar» sin relevancia pública.

En profundidad. En estas restricciones que plantea la Procuraduría, se subrayó que la ley no se debe utilizar para satisfacer la curiosidad ciudadana ni para incrementar innecesariamente costos estatales, sugiriendo una revisión del marco normativo para prevenir abusos en su aplicación.

«La legislación respectiva no ampara la información que hace al ámbito privado del funcionario o magistrado, especialmente cuando el pedido de información pretende ingresar a una esfera típicamente doméstica. La banalidad misma de la cuestión impone no sólo el rechazo del pedido, sino que debería mover a la reflexión acerca del gasto (material y personal) innecesario, inútil e intrascendente que, para el Tesoro, este tipo de solicitudes provoca», señalaron.

La intervención del organismo asesor se solicitó de manera expresa por la Secretaría General de la Presidencia, liderada por Karina Milei. El propósito es analizar el marco jurídico sobre una serie de peticiones sobre las mascotas de Milei.

“No vamos a hablar, ni ahora, ni en ninguna otra oportunidad”

En mayo, al vocero presidencial le preguntaron por las supuestas mascotas de Javier Milei. En esa oportunidad, Manuel Adorni adelantó que «de la vida privada o que consideramos del ámbito privado del presidente», no iba a hablar. «No vamos a hablar ni ahora ni vamos a hablar en ninguna otra oportunidad«, añadió.

Las mascotas del mandatario, a los que él llama sus «hijitos de cuatro patas», han sido un tema recurrente. De hecho, en la primera oportunidad que le consultaron por la cantidad de perros, Adorni se mostró enojado.

«Me parece una cuestión absolutamente irrespetuosa. Es meterse con su familia y me parece que tenemos que dejar de hablar de determinadas cuestiones», dijo el funcionario.