Es Tuyo, del Barrio, de Todes

«Proyecto Arcoíris», mapaternar entre amigues

Mariana tiene 41 años y acaba de dar a luz a Joaquín, gestado a partir de la donación de esperma de Mariano, un amigo que convive con VIH indetectable. En diálogo con El Numeral, contó cómo fue todo el proceso.

Como ya sabemos, hay diversas maneras de gestar y criar, más allá de cualquier lógica heteropatriarcal de familia tipo. Hace algunas semanas, conversamos con Lucil Herrera, no binarie y xadre de Milo, quién cuestiona a diario el término «madre». Hoy es el turno de Mariana y Mariano, quienes forman parte del «Proyecto Arcoíris».

Mariana tiene 41 años y acaba de dar a luz a Joaquín, quien fue gestado a partir de la donación de esperma de su amigo Mariano, que convive con VIH indetectable.

Ella nos cuenta que se conocieron con Mariano en el 2005, mientras trabajaban en un supermercado. En ese momento tenían 25 años y, «a pesar de lo esclavizante que era ese laburo, nosotros lo pasábamos muy bien». «Siempre nos divertíamos y le poníamos mucha onda», detalla.

El principio

Mariana comenta que hace aproximadamente 10 años empezó con la idea de gestar. «Me llegó al poco tiempo que Mariano me había contado que había contraído VIH«, comenta.

Nos cuenta que una tarde cualquiera navegando por internet, encontró información acerca de una técnica de laboratorio, mediante la cual se procede al «lavado del líquido seminal».

Mariana nos explica de manera sencilla que el «lavado del liquido seminal» es un procedimiento que separa el virus de los espermatozoides. De esta manera, y a través de las técnicas de reproducción humana, cualquier persona puede acceder a la posibilidad de tener un hije sin correr riesgo de transmisión del VIH.

«El problema era que, por ese entonces, no teníamos los beneficios que hoy nos otorga la Ley de Reproducción Médicamente Asistida. Por lo tanto, cualquier intención de encarar un tratamiento de reproducción humana, debería ser costeado de manera particular, ya que ninguna obra social ni prepaga los cubría. Por esa razón, esa idea quedó flotando en el aire como una hermosa utopía, la tarde en que, tomando una cerveza en Plaza Serrano, se lo propuse a Mariano», recuerda.


¿Siempre existió el deseo de gestar? ¿Se generó alguna complicación burocrática?

No, al contrario. Nunca vivió en mí el deseo de gestar ni maternar. Yo era de la idea de nunca voy a tener un hije, pero el tiempo y la vida me enseñaron que, nunca digas nunca.


Mariana comenta que el hecho de decidir compartir la mapaternidad junto a Mariano no representó nunca una complicación burocrática. La Ley de Fertilización Asistida, fue una enorme herramienta para evitarles cualquier tipo de traba burocrática.


«…toda persona mayor de edad, cualquier sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social,
prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita a las técnicas
y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo».

Inyecciones, tratamiento, cuidado

La llegada de Joaquín requirió un proceso medico cargado de hormonas, inyecciones, estudios, etc.

Mariana sostiene que vivió el proceso de fertilización como una montaña rusa de emociones; «Las personas que transitamos esa experiencia, tratamos con hormonas y eso nos hace pasear por el llanto, la risa, la incertidumbre y mil emociones más. Es un momento que requiere de mucha paciencia y de muy buen acompañamiento, esto último es clave».

«En mi caso, cada inyección que me aplicaba, fue con miedo, pero con esperanza y seguridad. Seguridad por saber que, en cada pinchazo, depositaba toda la confianza. Esperanza por saber que iba a estar todo bien y que cada pinchazo me acercaba más a mi arco iris», asegura.

La respuesta del cuerpo de Mariana al tratamiento no fue una de las mejores; «Al tener 40 años, mi reserva ovárica iba en descenso y eso no fue de gran ayuda para conseguir el éxito. Pero, cuando deseas algo con mucha fuerza, todo el universo se complota a tu favor y te concede ese gran deseo. Sólo necesitamos un óvulo para intentarlo y eso fue lo que logré en mi tratamiento. Un único óvulo que, sumado a la fuerza de la muestra espermática de Mariano, dieron como resultado un hermoso embrión campeón que hoy se llama Joaquín».

Foto: Lupe Bossi Brandt, Emergentes.

Ley de fertilización asistida y obras sociales

La Ley de Fertilización Asistida fue fundamental para poder llevar adelante el tratamiento. 10 años atrás no hubiera sido posible debido a los excesivos costos y la no cobertura por parte de obras sociales y prepagas.

Por suerte, no tuvimos grandes contratiempos con la obra social. Es más, se hizo cargo de estudios que algunas prepagas no cubren y respondieron siempre en cortos tiempos, teniendo en cuenta la prioridad de nuestro caso por mi «edad materna avanzada».


VIH intransmisible

Afortunadamente, hoy por hoy, los temas relacionados con el VIH, tienen mayor visibilización que tiempos atrás. Cuestiones referidas a la transmisión del virus, cuidados y derechos, tienen más difusión en redes sociales y eso es sumamente beneficioso (Hablemos de HIV; Ciclo positivo; Fundacion huesped; Indetectable-intransmisible entre otros)

Pero también tenemos que tener en cuenta que no todes contamos con la accesibilidad a dicha información, ya que no todes contamos con la posibilidad que nos dan los dispositivos tecnológicos.

Mariana sostiene que «en ese territorio, donde poco se habla del VIH, es donde hay que activar la inmediatez en la llegada de la información sobre el VIH, a través de campañas y propagandas efectivas que concienticen y actúen para erradicar la transmisión del virus. Es ahí donde más se tiene que hablar y reforzar la información acerca del vih indetectable = intransmisible«.

«La estigmatización que recae sobre las personas que viven con vih sigue existiendo, tal vez en menor medida, pero sigue existiendo; y eso continúa pasando debido al poco diálogo que se da sobre el tema. La solución para eliminar esas actitudes que atrasan, es la comunicación. Salir a dar la cara, compartir experiencias, abrirse y construir relatos que conformen comunidad», concluye.

Ambos comentan que cuando empezaron a compartir «Proyecto Arco Iris» en las redes sociales lo hicieron con la intención, la de sumar experiencias, formar tribu, aportar nuevas miradas que hablen sobre copaternidad, tratamientos de reproducción asistida y, efectivamente, sobre el VIH.


El nacimiento de Joaquín

El nacimiento de Joaquín fue una experiencia inolvidable y maravillosa. Un acontecimiento que nos enseñó, y nos enseña cada día, a conocernos como mapadres, a entender que, después de mucho camino andado, teníamos por fin, la victoria en nuestros brazos.

Joaquín representa todo eso en nuestras vidas: el saber que el deseo de mapaternar puede llegarte en cualquier momento de tu vida y ese va a ser el mejor momento, el que vos sientas y decidas; el saber que, no hay obstáculos ni condiciones que impidan que puedas cumplir tu sueño de mapaternar, si realmente así lo deseas.

Joaquín es nuestra gran victoria y es la gran victoria que le deseamos a todes aquelles que quieran y deseen mapaternar.

¿Qué le dirías a quienes tienen ganas de gestar individualmente o con alguien que no sea su pareja?

A todas esas personas, que sientan el llamado de gestar, ya sea individualmente, en pareja o con alguien que no sea su pareja, les deseamos mucha fuerza y decisión en la lucha, mucha constancia y paciencia para el camino y que nunca bajen los brazos. Pueden contar siempre con nosotres. Este camino fue hecho para transitarlo y compartirlo en comunidad.

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