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Políticas de eficiencia energética: la solución ante la suba de tarifas

Argentina podría lograr un ahorro de alrededor de 2.000 millones de dólares por año, un monto equivalente a casi el 15% de lo que demandarán en 2022 los subsidios al sector.

Según especialistas de consumo energético, nuestro país podría lograr un ahorro de aproximadamente 2.000 millones de dólares por año en energía si se llevan a cabo inversiones para reconvertir parte de la matriz de consumo residencial. Estamos hablando de casi el 15% de lo que demandarán en 2022 los subsidios al sector.

En un contexto donde se proyecta un gasto en subsidios de 15.000 millones de dólares para el próximo año, las políticas de eficiencia energética podrían convertirse en una solución para atenuar el impacto en las tarifas de los servicios públicos.

En ese sentido, Argentina como otros países en vías de desarrollo, corre en desventaja respecto de los países centrales, donde desde 1980 vienen llevando a cabo políticas que apunten a un ahorro de la energía y, a la vez, desacoplar su consumo de la actividad económica en general.

Esto principalmente se debe a que en países europeos, la energía es mucho más cara y los recursos menos disponibles que para nosotros.

Especialistas aseguran que Argentina siendo generadora de energía podría empezar a tener consciencia sobre este tema y cuidar sus recursos.

En este sentido, según los resultados de relevamientos industriales, en el interior se ve más conciencia de ahorro y eficiencia energética que en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Si bien son fundamentales las políticas de Estado y las decisiones empresarias, el ojo esta puesto en el consumo residencial. Ya que en nuestro país el 40% del consumo energético es residencial y dentro de él, 60% corresponde a climatización, como por ejemplo el uso de aire acondicionado y de calefacción.

El 35% del consumo de gas y luz es por calefacción

La Secretaría de Energía, en base a relevamientos de Enargas y Cammesa, comprobó que el 35% del total del consumo de energía familiar (gas y electricidad sumados) es por calefacción, 18% a cocción de alimentos y 17% para contar con agua caliente.

En la actualidad, el parque de equipos de aires acondicionados frío/calor residenciales se estima en 14 millones de unidades. De ellos, más de la mitad son de clase D, una tecnología obsoleta que ya se dejó de comercializar.

Si se reemplazaran los equipos clase D por los de clase A, se podrían lograr ahorros de hasta 2.000 millones de dólares por año. Para ello, se requerirá de una inversión por única vez de 4.000 millones de dólares para renovar la mitad del parque actual de aires acondicionados.

Pero los ahorros podrían extenderse a otros electrodomésticos de uso masivo, entre los que sobresalen las heladeras

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