Una participante de Gran Hermano saludó en vivo a la familia de un represor
Sabrina Cortéz saludó a la familia de un represor fallecido en 2017 durante la gala de nominación de este miércoles 3 de enero.
Sabrina Cortez tiene 29 años, es mendocina, pero vive hace 15 años en Buenos Aires. Es contadora, pero aseguró antes de entrar a Gran Hermano que no le gusta trabajar de eso, ya que no le gusta el estrés, y por eso se dedica a las redes y al modelaje.
En el video que mostraron antes de que ingrese a la casa contó que sus padres eran militares y que ella pensaba seguir ese camino en un principio.
«Mamá y papá militares. Yo también quise ser militar en un momento y todo ese ambiente a mí me encanta», compartió Sabrina sobre su trasfondo familiar, revelando una conexión única con el ámbito militar.
De hecho, en la gala de nominación de Gran Hermano del 3 de enero, camino a confesionario esbozó un saludo que pasó desapercibido. Saludó a su familia de Córdoba, tíos y abuelos, y a continuación mandó un “saludo a la familia Díaz Bessone”.
En sus redes sociales, Sabrina sigue a Paula, María Florencia y María Belén, hijas de Alejandro Diaz Bessone. Alejandro fue general de brigada, segundo jefe del Comando de Educación y Doctrina, y es hijo de Ramón Genaro, uno de los principales represores de la ciudad de Rosario durante la dictadura militar.
¿Quién es el represor Díaz Bessone?
El ex General Ramón Díaz Bessone nació en Mendoza, donde fue interventor provincial y estuvo a cargo de varios centros clandestinos. Fue comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, ministro de Planeamiento de Jorge Rafael Videla y uno de los principales “teóricos” en los que el gobierno de facto se apoyó para cometer un genocidio atroz.
Durante la dictadura de 1976-1983 fue Jefe del II Cuerpo de Ejército con asiento en Rosario y de la Zona de Defensa 2 hasta octubre de 1976, cuando la Junta Militar lo designó como ministro de Planeamiento.
A Díaz Bessone lo indultaron en 1989 por el gobierno de Carlos Menem. En 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner, lo procesaron por delitos de lesa humanidad y siete años más tarde lo condenaron por su responsabilidad en los crímenes cometidos en Servicio de Informaciones (SI) de la jefatura de la Unidad Regional II. En total, al represor se le imputaron 38 delitos de privación ilegítima de la libertad en concurso con tormentos y 15 casos de desaparición forzada de persona.
Antes de ser condenado en 2012, en el documental Escuadrones de la muerte. La escuela francesa (2009), realizado por la periodista francesa Marie-Monique Robin, admitió haber recurrido a la tortura como técnica para extraer información de las y los detenidos.
En 2017, murió a los 91 años mientras cumplía su prisión domiciliaria.
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