Línea 144: denuncian despidos y vaciamiento del área
Cinco de las trabajadoras encargadas del seguimiento de casos de la Línea 144, espacio institucional donde el Estado recibe denuncias de violencia de género y contiene a sus víctimas, fueron despedidas por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Esta situación acentúa el desmantelamiento en un área sensible para el combate contra la violencia de género en todas sus formas.
El ejecutivo bonaerense resolvió cesar el contrato de las trabajadoras bajo el falso concepto de “no compartir miradas” en relación a la problemática, pero sucede luego de que se plegaran a diversos paros en solidaridad con sus compañeros y compañeras del área de la Subsecretaria de Género y Diversidad Sexual –cuya titular es Agustina Ayllon-, dependiente de la Secretaria de Derechos Humanos, a cargo de Santiago Canton.
La Línea 144 de la Provincia de Buenos Aires atienden alrededor de 30.000 llamados entre las setenta trabajadoras que la componen, situación que provoco el rechazo y el reclamo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). El gremio manifestó que para el normal funcionamiento de la línea se precisa por lo menos el doble de personal con el que se cuenta.
La gran mayoría de estas trabajadoras son contratadas, o bien trabajan de manera tercerizada y cobran como “empleadas de comercio” a través de la empresa Provincia Net. Sus salarios difícilmente llegan a cubrir la canasta básica, si es que tienen la suerte de superar la línea de indigencia. A esta situación grave de precarización laboral se deben sumar las condiciones edilicias insalubres en las cuales deben desarrollar la tarea.
La gobernadora María Eugenia Vidal, de visita en la localidad de General Madariaga, pretendió mostrarse interesada por la problemática de genero y comentó que las víctimas de violencia “no están solas”, pero lo concreto es que su gestión y la de los funcionarios responsables somete a las víctimas de violencia machista también a la violencia que propone el propio Estado. Esto se genera a partir de la desvalorización y vaciamiento de un espacio de contención primaria clave, no solo para darle visibilidad a este flagelo, sino también para poder elaborar políticas públicas que lo combata.
La gobernación recorto sistemáticamente los fondos presupuestados a combatir la violencia de género, y pasado más de medio periodo de gestión solo pueden exhibir como “logro” la presentación de una app para tomar denuncias sin necesidad de ir a la comisaria y un videoclip que los diputados provinciales –varones- de Cambiemos grabaron por el pasado Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En base al conflicto por estos despidos, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres Fabiana Túñez advirtió que la Linea 144 en la Provincia de Buenos Aires «funciona con normalidad» e intentó bajarle la intensidad al tema. Sin embargo, las trabajadoras denuncian que la persona responsable de tomar los casos en la provincia está derivando todas las llamadas al Instituto a cargo de Túñez, dejando en una situación de vulnerabilidad laboral al resto de la trabajadoras del ámbito bonaerense.
Las trabajadoras despedidas de la Línea 144 afirman que esta situación es una parte de un proceso de vaciamiento del área: a esto le sumamos que en la Provincia de Buenos Aires ocurre un femicidio cada tres días. La consecuencia es una gestión políticas de genero que resulta deficitaria, ineficaz y excesivamente propagandística sin un verdadero respaldo de políticas públicas.
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