Los docentes perdieron un 14,5% de su salario desde la asunción del Ejecutivo actual
Según el informe semanal publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), los docentes perdieron un 14,5% de su salario desde la asunción del Ejecutivo actual, como consecuencia de la inflación.
Si se remonta el análisis hasta inicios de 2016 la caída del salario real en la educación inicial se encuentra una merma agregada del 14,5%, en la universitaria del 17,2% y en el segmento de investigación de alto nivel, un 17,5%.
“El interés manifiesto del Poder Ejecutivo de propender al objetivo de reducción del gasto público por medio de la licuación en el gasto por salarios estatales está íntimamente ligado con la espiralización del conflicto. El rasgo central de las rigideces, por tanto, se vincula con propuestas de ajuste del convenio colectivo sectorial muy por debajo de la inflación (actual y esperada). En los últimos dos años, además, pesa el condimento de la no aplicación de cláusula gatillo, que permitió durante 2017 mantener relativamente a la par ambas variables económicas”, explica el el informe realizado por el equipo de economistas de Economía UNDAV.
Los principales números que se desprenden del informe, dan cuenta de una caída pronunciada en el poder adquisitivo de los diferentes convenios, donde sólo en 2018 las y los docentes de educación inicial perdieron un 10,6% contra la inflación; quienes se desenvuelven en la educación superior sufrieron un deterioro de 13%; mientras que las y los becarios también vieron deteriorados sus ingresos en el orden del 10,5%.
Medido en variación porcentual de cantidades de diferentes producto para el año 2018, se puede deducir que los docentes perdieron un 34,8% de sur poder de compra de fideos secos, un 27,6% de pan francés, un 25,0% en aceite de girasol, un 22,9% de yerba mate, un 14,9% de salchichas y un 10,8% de dulce de leche. De monetizar la pérdida agregada, para niveles salariales acordes a categorías promedio, se tiene un detrimento salarial agregado de $13.588 para el sistema inicial, de $31.855 para la educación superior y de $32.411 para las y los investigadores.
Asimismo, de la lectura del presupuesto 2019, se desprende que los fondos presupuestarios para la función educación y cultura perderán más de un tercio de su valor real en cuatro años. En sintonía con esto, uno de los programas más relevantes para el acceso a la educación como el PROGRESAR está sufriendo una licuación significativa: producto de la decisión de no actualizar el estipendio en 2019, tendrá una caída real del 57,8% desde 2015.
Por otra parte, el desfinanciamiento también se dio en universidades, ya que si se considera que el crecimiento durante 2018 de los fondos fue de un 22,4% podemos deducir que el incremento es menor a la mitad de la inflación acumulada durante el año. Asimismo, en 2018 la función presupuestaria de educación cerró con una subejecución del 8,5% y se registraron subejecuciones en partidas de infraestructura educativa por hasta un 30% del monto inicialmente previsto.
En este sentido, programas paradigmáticos como el de construcción de jardines de infantes, mantuvo una subejecución superior al 30%, mientras que “infraestructura y equipamiento” educativo se subejecutó en un 16,3%.
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