Es Tuyo, del Barrio, de Todes

“No hay libertad de prensa sin salarios dignos”

Los trabajadores de prensa realizaron una nueva jornada nacional de lucha. Conversamos con el delegado de Diario Popular y prosecretario de Interior de Fatpren, Juan Manuel Lazzarino Marcos, sobre las condiciones laborales que atraviesan y la urgencia del reclamo.

La lucha por salarios dignos en el área de prensa no es nueva ni reciente. En los últimos años, los trabajadores y trabajadoras han visto caer su poder adquisitivo frente a la inflación.

En diálogo con El Numeral, el delegado de Diario Popular y prosecretario de Interior de FATPREN, Juan Manuel Lazzarino Marcos, detalla las medidas que se vienen llevando adelante en reclamo de una recomposición salarial, mejores condiciones laborales y participación en la mesa que define la pauta publicitaria.

El miércoles 19 de octubre se llevó una “jornada nacional de lucha, con paros, ceses de actividades y asambleas abiertas en todo el país”. Participaron los y las trabajadoras de “todos los medios gráficos, televisivos y radiales adheridos a la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN)”.

El reclamo, que lleva años, está motivado por la negociación paritaria. “La Cámara ofrece un número bajísimo, muy por debajo de la inflación y con salarios que ya de por sí vienen perdiendo contra la inflación hace 10 años”.

El plan de lucha se sostiene por la pérdida del poder adquisitivo contra la inflación, mientras que “la Cámara ADIRA (Cámara de Diarios del Interior), a través de las pautas millonarias que recibe de los distintos niveles del Estado, siguen sosteniendo sus niveles de ganancias”. “Los trabajadores somos socios en las pérdidas”, agrega.

Desidia, aguinaldo en cuotas y pautas millonarias

“El Diario Popular no es la excepción. Desde hace cinco años está en una crisis cada vez más aguda. Todavía no hemos terminado de cobrar el salario. Han llegado a pagar en 5 cuotas el aguinaldo. No abonan obras sociales, cargas patronales, ART desde hace por lo menos dos años. No tenemos ningún tipo de cobertura”, detalla Lazzarino Marcos.

Actualmente, el Diario Popular es el tercero en ventas del país. Tiene un “promedio de venta de 30 mil diarios por día, con una pauta que alcanza los 200 millones de pesos, sumado a los acuerdos que tienen con los municipios”.  Sin embargo, los trabajadores de la empresa no mejoran ni las condiciones laborales ni su situación económica.

“Estamos en estado de asamblea permanente y luchando por lo que son nuestros derechos, por nuestro salario, por la paritaria y por condiciones de trabajo mejores”, explica El Vasco.

El plan de lucha se compone por la retención permanente de tareas, movilizaciones, difusión de la lucha en las tapas de los diarios, concentraciones y la limitación de notas por persona “tratando de que la empresa nos escuche”.

“Hemos ido a más de 120 audiencias en el Ministerio de Trabajo, tanto al nacional como provincial, y la empresa siempre se presenta con la misma excusa”, agrega. La excusa, que parece hasta ridícula, advierte que si los empresarios pagan mejores salarios o lo hacen a tiempo, “la empresa cierra”. Ante la inacción, “los distintos ministerios han mostrado una complicidad asombrosa para con los argumentos de los empresarios y no los han intimado ni han hecho ningún tipo de presión”.

Participación en la pauta

La principal preocupación y constitución de las relaciones de convivencia entre las empresas de medios y los gobiernos es la pauta oficial que escala a niveles millonarios y se distribuye de manera desigual.

“En este escenario en el cual sabemos que lo único que preocupa es la pauta, estamos intentando impulsar distintos proyectos para que los trabajadores y trabajadoras de prensa podamos sentarnos en la misma mesa donde se discute la pauta publicitaria para que no sea un elemento de enriquecimiento para los empresarios, sino que sirva para garantizar la libertad de prensa”, advierte el delegado del Diario Popular.

Sin embargo, cuestiona la decisión política de desproteger a los trabajadores y sostener el enriquecimiento de los empresarios de medios, teniendo como ejemplo a Szpolski y el vaciamiento de Tiempo.

“Sabiendo que la pauta solo ha enriquecido a los empresarios de medios, no hay ningún tipo de control. Lo pagamos los empleados con nuestros derechos, y aun así la clase política sigue teniendo ese comportamiento, significa que ha un beneficio mutuo. No se trata de una clase parasitaria, se trata de convivencia mutua entre la clase política y los empresarios de medios, explica. Y añade: “han sido socios en la mayoría de los casos, mientras vemos de afuera cortar con nuestros derechos”.

“No hay libertad de prensa sin salarios dignos. Con salarios de hambre, no hay libertad de prensa”, concluye.

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